Cap 20.- Tú eres la única que alguna vez ha hecho que mi corazón se acelere

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Maraton 4/4

—Gracias —le dije mientras me frotaba las muñecas cuidadosamente. Se volvió de espaldas a mí, deslizándose en sus jeans. Rápidamente recogí mis ropas y me las puse.


Él comenzó a hacer su camino hacia el ascensor. Seguí detrás de él, sin decir una palabra. Bajamos al siguiente piso, en silencio. Llegamos a la planta baja y rápidamente me dirigí al baño para ponerme presentable.

Me eché un poco de agua fría en la cara y me quedé mirando mi reflejo durante un largo rato. Liam había pasado de desearme a actuar como si yo no existiera otra vez y me preguntaba cuánto más de esto podría soportar.

Tomé una respiración profunda y me dirigí de vuelta al salón principal. El Sr. Payne estaba en el centro de su sala de estar con el teléfono pegado a la oreja con firmeza. Apretaba la mandíbula y no podía entender lo que estaba diciendo, pero sabía que no estaba contento. Caminé hacia la mesada de la cocina y me senté en uno de los taburetes. El pedazo de papel doblado que había encontrado en su auto estaba tirado en el mostrador a la vista.

—No es una maldita broma. Si hiciste esto lo voy a averiguar —gritó con enojo y terminó su llamada. Se dirigió a toda prisa a la cocina y me senté derecha, apartando la vista de la amenazante nota.

—¿Qué está mal? —le pregunté en voz baja mientras él abría la nevera, tomando una cerveza.

Cerró la puerta con fuerza y retorció la tapa de la botella. Se acercó a la mesada y metió el dedo en la nota.

—Esto es lo que está mal. Por eso he ido a verte esta mañana —explicó, tomando un largo trago de la botella.

—¿Qué tiene esto que ver conmigo? —le pregunté, confundida por su repentina ira—. Era esa mujer, ¿cierto? Con la que te vi en el cine. —Las preguntas salieron de mi boca mientras ponía todas las piezas juntas—. ¡Tenemos que llamar a la policía!

Él negó con la cabeza y pensó durante un largo momento.

—No es así de simple —contestó.

—¿De qué estás hablando? ¡Ella amenazó tu vida! —Me detuve en seco, dándome cuenta que le estaba gritando.

—Ella parecía no saber nada de ti —dijo mientras tomaba otro trago de la botella.

Ni siquiera se me había pasado por la cabeza que esta persona era una amenaza para mí. Me pasé los dedos por el cabello, pero se quedaron atrapados en un nudo gigante.

—Mierda —dije en voz baja. El Sr. Payne sonrió y abrió el cajón de la mesada. Sacó un cepillo para cabello de color rosa y me lo tendió.

—Gracias. —Le sonreí, preguntándome por qué tenía esto y a quién pertenecía. Él sonrió y fue difícil recordar lo enojada que estaba con él apenas unos segundos antes. A veces parecía muy atento, pero en un abrir y cerrar de ojos, su humor cambiaba a algo oscuro. Me gustaría saber más acerca de lo que está pasando por esos ojos cafes.

—Tenemos que encontrarte un lugar seguro para que puedas ir esta noche —dijo, rompiendo mis pensamientos.

—¿Por qué no me puedo quedar aquí? —le pregunté, pero de inmediato me sentí tonta por suponer que él querría que me quede—. No importa. —Pasé el cepillo de nuevo por mi espalda y me paré del taburete.

—No es que no quiera que te quedes. Me gustaría poder encerrarte y nunca dejarte ir. —Bromeó, pero sabía que había acariciado la idea—. El último lugar donde debes estar es conmigo —explicó y me relajé un poco. Yo siempre asumía lo peor. Liam rodeó la encimera y tomó mi cara entre sus manos, sus dedos acariciando mis mejillas—. ¿Por qué piensas tan poco de ti misma? —preguntó.

Su pregunta me tomó por sorpresa y realmente no tenía una respuesta.

—¿Por qué estás tan distante? —repliqué. Él respiró hondo.

—Eso no tiene nada que ver contigo, Cassie. —Coloque mi mano sobre su pecho, sintiendo su pulso correr bajo mis dedos. Me agarró la mano y la apretó con más fuerza contra su pecho.

—Tú eres la única persona que alguna vez ha hecho que mi corazón se acelere así.

Sus ojos miraron profundamente en los míos. No podía apartar la mirada, no es que quisiera. Pasó su mano libre por mi cabello y me lo puso detrás de la oreja.

—Tienes que irte. No es tema de debate —dijo con severidad.

Quería discutir, pero sabía que su decisión estaba tomada.

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Pregunta: ¿qué les parece la novela? 

-Espero que les gute la novela, faltan varios capitulos para el final y lean mi otra novela que se llama Last Firts Kiss 

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Señor Payne // HotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora