Capitulo 18.- '' Vainilla''

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Maraton 2/4

Su mano se deslizó alrededor de mi cuello, apretando ligeramente mientras pasaba la lengua por sus labios. Yo estaba respirando pesadamente y trataba de ocultar el miedo que crecía dentro de mí.

—Quiero hacerte daño —advirtió. Podía sentir mi corazón latiendo fuera de mi pecho mientras él hablaba. Una parte de él me daba miedo, pero no podía conseguir suficiente de él. Me incliné lentamente, sintiendo su aliento en mis labios.

—Tal vez quiero ser herida. —Su cuerpo se tensó y aspiró entrecortadamente. Sus labios inmediatamente aplastaron los míos desde atrás. Sus dedos enredados en mi cabello, empujando mi boca con más fuerza contra la suya.

—Ponte de rodillas —gimió y me dejé caer al suelo, mirando hacia arriba mientras se desataba el cinturón. Iba lentamente mientras se desabrochaba y deslizaba la cremallera hacia abajo, con los ojos fijos en los míos—. Tómame en tu boca — ordenó, mientras sus manos se deslizaban a mi cabello.

Puse mi mano en la cintura de sus calzoncillos bóxer. Los arrastré hacia abajo, liberándolo. Él era más grande de lo que recordaba y dudé por un momento, sin saber qué hacer. Él envolvió su mano alrededor de sí mismo y lentamente se empujó contra mis labios. Levanté la vista hacia él, empujando hacia atrás con mi lengua. Respiraba pesadamente, con los ojos entornados y lleno de deseo. Empujó de nuevo y lo dejé que resbalara por mis labios. Usé mi lengua contra él mientras sus caderas se movían adelante y atrás, lentamente se empujó aún más en mi boca.

Se lamió los labios y el fuego me atravesó. Abrí más la boca, permitiéndole deslizarse en el interior por completo. Él gimió y comencé a moverme más rápido contra él. Sus dedos anudados firmemente en mi cabello. Me sentí impotente y completamente en control al mismo tiempo.

—Detente. —Tiró de mi cabello sólo lo suficiente fuerte como para hacerme parar.

Su mano libre se deslizó hacia abajo entre mis piernas, deslizando sus dedos por el vértice de mis muslos. Gemí en voz baja deseando besarlo, pero él sostuvo mi cabello con firmeza, manteniéndome atrás.

—Por favor —suspiré.

—Me gusta cuando ruegas —gimió y yo no quería nada más que complacerlo. Me llevó hacia atrás contra la pared y me empujó contra ella con fuerza. Tiró de mi camisa y levanté mis brazos para que pudiera sacarla por encima de mi cabeza. Sus ojos se clavaron en los míos mientras me desabrochaba los pantalones y lentamente los empujaba hacia abajo.

—Vas a necesitar una palabra de seguridad —dijo, su boca cerniéndose sobre la mía.

—¿Una palabra de seguridad? —repetí de nuevo, sin entender.

—En caso de que quieras que me detenga —explicó. Todo lo que quería era que sus manos estuvieran en mi cuerpo. No me podía imaginar pidiendo que se detuviera.

—No creo que... —comencé, pero él puso su dedo sobre mis labios para detenerme.

—Es sólo por si acaso —me aseguró. Me mordí el labio mientras trataba de encontrar algo, cualquier cosa, pero lo único que podía pensar era en tocarlo.

—Vainilla —solté. Dejó escapar una risa profunda.

—Vainilla. —Sus labios se encontraron con los míos, enviando disparos de placer a través de mi cuerpo. Me apreté contra él y tiré de su cinturón. Su respiración se aceleró y de repente me agarró las manos, empujándolas con fuerza contra la pared. Él capturó mi labio inferior entre sus dientes, tirando de él con suavidad. 

—Ahora empieza la verdadera diversión. —Él sonrió. Movió mis manos más alto hasta que el frío metal presionó contra mis muñecas.

Algo se apretó alrededor de ellas y halé contra eso, pero fui incapaz de poner los brazos hacia abajo. Dio un paso atrás, mirando por encima de mí.

—Te ves increíble —dijo con completa admiración. Sacó un trapo del bolsillo de atrás y se inclinó para besarme de nuevo. Él deslizó la tela sobre mis ojos y la aseguró detrás de mi cabeza. Estaba perdida en la oscuridad. Su boca dejó la mía otra vez y por un momento no hubo más que silencio...

Señor Payne // HotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora