Entré a casa mentalizándome a conciencia con la idea de que mi padre estaría hecho una furia. Y si no lo estaba, esperaba que no me viera sin mochila, sería una auténtica cagada que me viera así. Me adentré por el pasillo hasta las escaleras, desde la cocina se escuchaba el ruido de algunos platos y vasos siendo colocados en los estantes, bien, está ocupado.
Subí con rapidez las escaleras de dos en dos, al llegar arriba cogí una gran bocanada de aire, cada día tenía los pulmones más hechos mierdas. Caminé hasta mis habitación, y deje sobre el escritorio el permiso para el concurso, de momento, mi padre no tenía que verlo. De momento.
Abrí la ventana de mi cuarto de par en par, el olor a comida que manaba de la cocina se había acoplado en el aire y no me apetecía estar oliendo a pescado, y esas mierdas precocinadas que hace Brad. Hacía bastante calor, ya de por sí California era un puto horno. Recogí mi pelo en un moño desordenado, no me iba a poner frente al espejo para recogerme el pelo, y menos para estar por casa.
Bajé de nuevo las escaleras y me dirigí a la cocina. Allí estaba Brad, leyendo el periódico.
— Hey.
— ¡Roxanna! — dio un respingón sobre la silla —. No te escuché entrar.
Tomé asiento frente a él, tenía hambre, no había comido nada desde ayer y si había algo en mi estómago lo habría vomitado ya.
— ¿Qué tal el día de clases hoy?
— Bien, restándole la gentuza, los profesores, la tarea, la comida de mierda del comedor, el tener que madrugar... — la áspera carcajada de mi padre me interrumpió, y aporveché para coger una manzana del frutero y darle un mordisco.
— Es raro que no me hayan llamado la atención por tu mal comportamiento, sobre todo por tu actitud...
— Por favor — dije sarcástica —, estás hablando de la santurrona, yo, Roxanna Willson cumple con toda su tarea, y encima es la preferida de los profesores.
Silencio.
— Las niñas risueñas son bonitas. En mis tiempos habían unas cuantas de ellas... siempre terminaban con el cabrón — ríe Brad.
— Ese vobaculario Brad — reí —. ¿Mamá era risueña?
Mi padre sonrío dejando de lado el periódico —. Tu madre era una de esas chicas indomables.
— ¿Entonces me estás queriendo decir que no era una santurrona y por consecuente tampoco bonita? — enarqué una ceja.
— Tu madre era una inocentona hasta que estuvo conmigo — lo miré asqueada, y eso produjo que empezara a carcajearse con mofa.
— Que asco... — dije dando otro mordisco a la manzana, la cual era jodidamente dulce, y refrescante.
— Tú eres bonita — se levanta mi padre del asiente, y cojea hasta uno de los estantes para coger un vaso. Lo miro ceñuda.
— ¿Qué insinuas Brad?
— Pensé que eras más lista cariño... — se sirvió un vaso de zumo y volvió a sentarse en frente de mí.
— Soy muy inocente — aseguré con ironía.
— Soy tu padre, me gusta pensar eso, aunque me equivoque.
— Pero... te mientes a ti mismo.
Todo se quedo en silencio. Un silencio que aproveché para terminar mi manzana mientras observaba como el minutero del relój que se encontraba colgado de la pared avanzaba.
— Quiero premiarte por estar portándote bien — oh, otro que me trata como una mascota.
— Con eso no conseguirás que lo siga haciendo si no me da la gana, ¿lo sabes no? — sonreí de lado.
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Reckless - nh au #1
FanficRoxanna Willson, una chica que creció sin el cariño de su madre se ve obligada a ir al pueblo donde vivió su infancia y donde recobrará el deseo de cumplir su sueño. Sin embargo, los sucesos del pasado y una incógnita sin resolver harán que sus plan...