Capítulo 35

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All I want is nothing more,

To hear you knocking at my door,

Cause if I could see your face once more,

I could die as a happy man, I'm sure.

When you said your last goodbye,

I died a little bit inside,

I lay in tears in bed all night,

Alone, without you by my side.

But if you loved me,

Why did you leave me,

Take my body.

All I want is,

And all I need is,

To find somebody,

I'll find somebody,

Like you.

Niall

Llevaba despierto hace ya una media hora, nos quería levantarme de la cama, además de ser demasiado temprano, y cuando digo temprano me refiero a las seis de la mañana, no deseaba empezar tan rápido el día. Era palpable que había algo diferente hoy y puede que se deba a los nervios que me creaba la idea de que todo me saliera mal, sin embargo estaba relajado, no iba a pasar nada malo, tenía que estar bien para que Roxanna de igual manera lo estuviera. Su rostro estaba oculto en el hueco de mi cuello como la mayoría de la noche había estado, su calmada relajación me había ayudado a dormir más de lo esperado, y eso me ablandaba, la amaba tanto. La amaba como nunca creí poder hacerlo.

La luz del sol fue colándose aún más por el cristal de la ventana según pasaban las horas, me gustaba observar la plácida manera en la que la piel de mi chica se erizaba a acariciarla con mis dedos, un par de veces sentí sus suspiros chocar con mi oreja, haciéndome reír. Haciéndome feliz. Oí un leve gemido salir de los labios de Rox, besé su frente antes de apartarme mínimamente de ella para poder ver como sus ojos brillosos se abrían dejándome contemplar ese azul que fulguraba mi sosiego.

— Hola — murmura pasando sus manos por sus ojos, cuando vuelve apartarlas sonrío y con ayuda de mis dedos le quito una pestaña de su mejilla —. ¿Cuánto llevas despierto?

— No lo suficiente cariño — veo como se sonroja, procediendo acoplarse a mi pecho de nuevo, tapándose completamente con el edredón siendo únicamente capaz de sentir su frente pegada a mi pecho —. Venga, esperaba mi beso de buenos días.

Se remueve dentro de las mantas y veo como se asoma con una sonrisa, contagiándome de ella a la vez que se acerca a mi rostro para dejar un beso en mi barbilla. Gruño, escuchando un risita de ella.

— Sólo uno — susurra señalando con su dedo índice sobre mis labios, asiento no muy convencido. Aparta su dedo y posa sus suaves labios sobre los míos.

Me enciende, no quiero esperar y hundo mi lengua entre sus labios ocasionando que se ría en medio del beso, mis manos rodean su cintura, juntándola más contra mi torso. Sus manos recorren mi pecho hasta llegar a mi cuello y enredar sus dedos con mi pelo. Me separo lo suficiente como para rozar sus labios, deleitándome del aroma a cereza que estos han dejado en los míos. Tengo las ganas inmensas de decirle que la amo, y deseo precisar de más tiempo para demostrárselo. Pero no lo tengo y me frustra eso, tengo a la perfecta mujer para mí, para mi vida y para todo lo que pueda imaginarme. Lo que menos pensé, sucedió y es que yo creía que al saber casi toda mi mierda huiría, o simplemente yo esperaba que únicamente con verme se asustara, pese a eso, se quedó.

Reckless - nh au #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora