|Maroon 5 - Animals|
Mi rostro está hundido en la fresca almohada, gimo cuando mis ojos se abren desganadamente. No tengo ganas de ir al instituto, desde luego que no, vamos, como siempre. Intento moverme pero unos brazos me rodean, muerdo mi labio inferior reprimiendo una de las tantas sonrisas que tenía estando a su lado, bajo mi mirada, apreciando mi total desnudes y como sus piernas se entrelazan con las mías debajo del edredón. Vuelvo a cerrar los ojos, sólo para intentar guardar este momento en mi cabeza y poder revivirlo en momentos donde no lo tenga a él a mi lado.
Unos húmedos labios recorren la piel de mi hombro, lo escucho gruñir antes de morder el lóbulo de mi oreja, una de sus manos palpa mi vientre hasta ascender a uno de mis pechos. Jadeo para poco después escuchar su ronca carcajada.
— Son mías — susurra para volver a rozar sus labios sobre la sensible piel de mi cuello. Gimo dándome la vuelta entre sus brazos, escucho como se queja sin embargo sólo hace que mi sonrisa se agrande.
Sus ojos azules están aguados por el sueño y sus finos labios se encuentran enrojecidos, estamos tan cercas que su aliento es capaz de erizar mi piel y colarse por mis poros. Ahogo un gemido al notar como sus manos se hunden en mi cintura, estremeciéndome.
— ¿Qué hora es?— mi voz mañanera hace presencia. Él besa frente, mi nariz y por último mis labios.
— Hace dos horas que empezaron las clases, si es eso lo que te preocupa — susurra. No digo nada, sólo acabo con la distancia y me acomodo en su pecho, sus manos se apiadan del borde del edredón y hace que nos cubra por completo.
Al instante la temperatura sube y escucha su risa acompañada de la mía.
— ¿Qué haces? — pregunto mientras sus labios descienden por mi clavícula, haciendo que pierda el control de mis jadeos.
— Nena, dormir contigo es una tortura. ¿Sabes la maldita erección que tengo? — me río mientras el besa mis labios y sus manos se apiadan de mi torso, aferrándome a él y haciendo chocar nuestras caderas —. Porque si quieres te la enseño.
Tengo el corazón pesado, y lo digo así porque no sé como expresar la sensación que tengo ahora mismo en el pecho, es como si cada latido me costara esfuerzo y cada inhalación fuera más errante. Pero, se siente bien. Mis manos rodean su cuello, acariciando su nuca, mientras Niall hunde su rostro en mi cuello.
— ¿Algún capricho para el desayuno? — cuestiona sin dejar su martirio de besos sobre mi cuello —. Porque a mí me apeteces tú...
— Pues yo quiero chocolate — contesto, provocando que Niall me mire incrédulo.
— Sí, suena más apetitoso — añade.
— Eres un gilipollas Horan, en serio — tapo su rostro con mi mano y lo aparto de mí, escabulléndome de la cama.
El frío golpea mi cuerpo, encuentro el jersey negro de Niall y me adueño de él, para ponermelo lo más rápido que sé, tapando lo necesario. Miro al rubio, que se encuentra desde la cama observándome con superioridad.
— Toma cielo — en su mano tiene mis bragas, y mientras las zarandea en el aire me indica que vaya a buscarla. Rodeo la cama hasta llegar a su lado.
— Dámela joder — estiro mi mano para capturar la suya, sin embargo él la aparta como si esto fuera divertido. Enarco una ceja y me siento sobre él, provocando que se tense, me inclino lo suficiente para que mis labios rocen los suyo —. ¿No querrás que te deje con el trabajo duro, no?
[...]
Conseguí encontrar mi pantalón entre las toallas del baño, que por cierto, tardé la vida en ello. Hacía frío y mis piernas se estaban entumeciendo, así que mientras Niall estaba en el salón hablando por teléfono con vete tú a saber quién decidí vestirme, aún conservando su jersey. Mientras camino a la sala por el largo pasillo sujeto mi pelo en una coleta medio deshecha, mis ojos siguen el paso acelerado y sin rumbo del rubio, de un lado para el otro del salón frente a las grandes cortinas negras, a juego con el sofá. Hablaba por el móvil, por su cara la charla no era de su agrado. Di los pasos que me faltaban hasta estar a su lado, me mira, su ceño está fruncido con lástima y apuro, queriendo salir de un laberinto sin salida que su mente ha imaginado y simulado como respuesta a sus problemas. Nuestros.
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Reckless - nh au #1
FanfictionRoxanna Willson, una chica que creció sin el cariño de su madre se ve obligada a ir al pueblo donde vivió su infancia y donde recobrará el deseo de cumplir su sueño. Sin embargo, los sucesos del pasado y una incógnita sin resolver harán que sus plan...