Reckless - nh au #1

Capítulo 17

En el mismo instante en que el coche de Niall dejó de rugir me bajé dando un portazo, para empezar a caminar a través del campus. Mientras el sol golpeaba mi cabeza, haciendo que esta hardiera, me cagaba en todo, y con todo me refiero al rubio. No es para menos.

No conseguía entender sus cambios de humor, y por mucho que intentara hacerlo, él nunca estaba dispuesto a hablar, así que que le den, a él y a su raza. Me hubiera hecho un gran favor dejándome morir, mejor que aguantar su bipolaridad de mierda.

Encima para colmo no tengo mi mochila con el material, bueno, no es que me importe demasiado que me regañen los profesores. Sólo podré dar la última hora, debido a la casi sobredósis de los cojones. Dicen que es una pasada colocarse.

Y una mierda.

Entro al instituto, algunas señoras de la limpieza se encuentran con sus carritos de un lado para otro. Creo que hay basura peor que la que limpian ellas.

Suena la sirena. Perfecto. Mecánica.

Te informo de que Toby está en esa clase contigo.

Mierda.

Emprendo mi camino hasta los talleres. Joder, caminar sin la mochila es mucho mejor. Es que voy a tener razón, y es que todo lo que tenga relación con los estudios es una carga. Llego al final de un pasillo, y rodeo su esquina para dar lugar a otro pasillo más largo aún. En este pasillo se encuentran las niñas desesperadas. Porque me cago en todo, son niñas. Inocencia malgastada. A veces llego a la conclusión de que la ignorancia es la clave de la felicidad, ser inocente es una ventaja para ser ignorante. ¿No?

Roxanna, deja de hablar contigo misma. Sí, tienes razón.

A mitad del pasillo me encuentro con Katie, la pobre después de haberle roto la náriz ha tenido que ponerse una especie de tirita en el puente. Y aún así, va con sus aires de diva. Patético.

— Buenos días Katie — le sonrío cínicamente.

— Anda cállate — para cuando quiero contestarle ya esta tres pasos por detrás de mi, caminando con el desfadado movimiento de caderas que lacaracteriza.

Llego a clases de mecánica, en el taller se encuentran las dos únicas personas con las que no quería encontrarme. Intento dar media vuelta, para irme y volver más tarde, sin embargo la mirada de ambos se posa en mí.

Me veo obligada a entrar y ocupar mi sitio; al lado de Liam. Noto como su mirada me analiza y eso me molesta y pone de los nervios.

— Hola — dice sereno, no le contesto, pero, le miro como forma de saludo —. ¿Qué tal anoche? — noto cierto tono de molestia en su habla. La cual no entiendo y no doy importancia.

— Fenómenal — digo con la boca llenas de mentiras que ni yo soy capaz de creerme. Pero funcionan.

Vuelvo apartar mi mirada de él, escucho como suspira. Me llena de culpabilidad, maldita sea es tan perfecto que no tengo una jodida razón lógica y argumentable para tratarlo como lo estoy haciendo. Siendo sinceros no tengo ninguna razón para tratar a nadie así, pero en fin, no es mi culpa que la gente me de asco.

Que va, solo puede ser el hijo del hombre que intentó matar a tu padre, pero todo le salió mal y terminó matando a tu madre. Cierto. La idea martillea mi cabeza.

— ¿Leíste mi mensaje? — pregunta Liam.

¿Qué?

— Em... — piensa Roxanna —sí, claro... sí — frunzo el ceño, me giro levemente topándome con la respuesta a mi duda; Niall con su cara de impasibilidad. Maldito capullo, él borró el mensaje.