Capítulo 30 (III)

2.8K 178 50
                                    

Niall

Su respiración seguía siendo acelerada, y verla así me estaba matando. Pensé que ella se tomaría de otra forma esto, pero pensándolo bien tal vez todo le ha sobrepasado, y no le reprocho nada, yo llevo toda mi vida aguantando lo mismo y aún no me acostumbro, menos teniéndola al lado, observando como sufre y no poder impedirlo. La suavidad de sus labios rozaba los míos con lentitud, intentaba calmarla con el vaivén de mis dedos sobre la piel de su cuello y poco a poco lo está consiguiendo, ya no emitía espontáneos sollozos aunque de sus ojos cayeron alguna que otra lágrima esporádica debido al miedo que ha pasado.

Ella negaría si le preguntaran, no se quiere ver débil y parecer vulnerable, pero es así. Hasta la más bonita rosa puede resquebrajarse, siendo irrelevantes las múltiples espinas de las que posea. Roxanna era fuerte, el simple hecho de no querer admitir su debilidad la convierte en ello, pero no es para menos, ha sufrido demasiado y nunca había comprendido tanto a alguien. Si tuviera que describir a Roxanna nada le vendría mejor que compararla con el limón; difícil de tragar y complicada de saborear. Todo un reto. Sus cambios de humor era algo que amaba de ella, la forma que sus lágrimas descendían por su tersa mejilla eran algo digno de ver, imperdonable de provocar. Podías saber mucho de ella y nunca saber nada, con ella era blanco o negro, no valía un termino medio. Ella no quería tu aprobación, solo su beneficio y ojalá todas las mujeres se valoraran como ella lo hace. Indomable, a la vez que sensible a cualquier ventisca.

Me resultaba difícil desde el principio imaginarme lo nuestro, yo no podría sostenerla si caía porque estaba jodido, y yo quería cuidarla, quería ocuparme de su bienestar a costa de quien sea; pero eso era imposible si te apoyabas en algo roto, solo conseguías cortarte y el peso de culpa cae sobre mí al verla así, presa de la ansiedad por deshacerse del pánico anteriormente experimentado. Por mí. Y aún sigue aquí.

— ¿Estás mejor? — susurro sobre sus labios, siento como sus manos cubren mi pecho. Quitándome el respirar como siempre y desde el principio.

— Nunca se está mejor — sonríe con tristeza y mierda, me duele.

Suspiro alejando mis manos de su cuello, para acercarlas a sus mejillas, una de ellas dañada, la sal de sus lágrimas se acumulan en esa pequeña grieta, intentando curarla sin resultado.

— Solo intentaban divertirse con nosotros, no iban a matarnos — hablo edulcorando mis palabras viendo como el brillo de sus ojos se apaga por completo.

— ¿Intentas convencerte? — el titubeo en sus palabras me dice que intenta gritarme pero que no puede. Agacho la mirada y vuelvo a coger aire con fuerza —. Ese tipo no dudaba en hacernos volar por los aires, ¡No me dejaste matarlo!

— ¡No lo iba hacer, no lo haría! — mis palabras se vuelven duras —. ¡¿Matarlo? Hubiéras hecho explotar los dos coches! ¡No eres conscientes de que solo pretenden separarte de mí, no eres realmente consciente de que lo único que me importa eres tú y ellos lo saben! No tengo nada que perder excepto a ti... — bufo y niego con la cabeza al repasar las palabras que he dicho en mi cabeza. Hago ademán de levantarme, pero el agarre de la mano de Roxanna me lo impide. Ella no quiere mirarme, yo tampoco a ella.

— ¿Adónde vas? — murmura más calmada.

— Voy a llamar a los chicos, tengo que hablar con ellos de algo.

[...]

Roxanna

Estoy bien, me repite esa voz en mi cabeza. Estoy bien. Lo estoy. Cuando Niall salió a llamar a los chicos regresó igual de impasible, estaba cien por cien convencida de que le había molestado mi actitud, pero ya no estoy segura de lo que debo hacer. Lo racional sería separarme de él, lo que haría cualquiera en mi lugar si quisiera salvar su culo. No puedo, no conozco las razones, esto es nuevo para mí, lo que me hace sentir es como tener droga recorriendo por mis venas, dejándome totalmente atontada ante sus ojos, me ablanda y no quiero impedirlo. Ahora no me negaría a decir que lo necesito, aunque tal vez no en voz alta. He caído a sus pies y me estoy avergonzando de ello, se suponía que no tendría que atarme a nadie. No elegí esto, sin embargo sigo cayendo. Y volvería hacerlo. Se siente bien escuchando su adorable voz, su rudo semblante que termina siempre mostrándome una amplia sonrisa...

— Vamos a curar eso.

Mi mirada se desvía desde el suelo hasta sus ojos, trae alcohol y algodón entre sus manos. Se agacha hasta estar a mi altura, sigo todos sus movimientos hasta que dejar caer el húmedo algodón sobre la herida de mi mejilla. Siseo cuando noto como esta escarde.

— ¿Qué tienes que contarle a los chicos? — Niall para sus movimientos y me mira, se queda estático y suspira haciendo que su amentolado aliento impacte contre mi rostro. Eso también me gusta de él.

— Roger quiere que vaya a un evento que ha organizado — coge aire pesadamente —. Roxanna, él piensa que mi padre irá si yo voy, y no estoy seguro de ello. De todas maneras, sabía que hoy no haría nada porque le interesa que esté vivo.

— No vayas — gimo como queja cuando aprieta con fuerza el algodón sobre la herida. Enseguida aleja su mano de mi rostro.

— Tengo que hacerlo.

— ¡¿Por qué?! — exaspero.

— No lo entenderías Roxanna, hay cosas que nunca deben saberse. Y esta es una de esas cosas que no debes conocer. Ya, se acaba el maldito tema.

La tranquilidad con la que suelta esas palabras que caen como dagas sobre mi pecho, me enerva.

— Es más fácil decir que se acabó, que explicarme las cosas susurro.

Él gruñe y lo último que escucho es como la puerta del cuarto es azotada. Se ha enfadado otra vez, mi paciencia se ha ido por esa puerta con él. Grito y me tiro a la cama, ahogando mis sollozos sobre las sábanas.

[...]

Llegamos al instituto, le dije a Niall que me trajera aquí, aún quedaba una hora para que terminara las clases y Dereck vendría a recogerme. Él no me habló después de su enfado, escuché como hablaba con Louis y Zayn, no entendí de mucho pero algo me quedó claro, Niall acudiría solo al evento y supuestamente para llegar a un acuerdo. Me pasé el tiempo llorando, por lo visto mi cuerpo lo necesitaba, como resultado mis ojos se encuentran hinchados y mis labios enrojecidos de tanto morderlos.

Miro cabizbaja tras el cristal del coche - ahora el Audi que Louis le ha cedido a Niall. La gente sonríe, los odio. Me siento tan asqueada de mi imagen que ya es normal este desprecio que siento a mi repunante manera de ser; tan jodidamente débil. Cuando el coche para no pienso en salir como un rayo de él, mi mirada recorre todo el parking, encuentro a Liam a unos metros de espaldas. No lo dudo y corro hacia él, lo abrazo tan fuerte que me duele. Dejo escapar el aire.

— ¿Roxanna? — se gira, yo no dejo de mirar sus zapatos —. Hey, ¿qué pasa? — su mano sostiene delicadamente mi barbilla, haciendo que me encuentre con sus cálidos ojos marrones.

Su cara palidece, se descompone al observar la viva imagen de la depresión. Mis ojos vuelven a picar, resecos de tanto llorar. Ya me da igual que la gente me vea así. No puedo fingir algo tan grande, algo que desea salir de mi pecho. Los demonios de mi interior desean salir y golpean mi estómago, sin piedad, sin pausa.

— ¿Te lo ha contado cierto? — las palabras de Liam se vuelven tristes. Frunzo el ceño mientras sus dedos limpian mi mejilla repasando la herida con cuidado —. Niall...

— Oh no... Quiero decir, sí me contó, pero no es eso — mi voz sale rasposa y me duele la garganta. Muy en el fondo sé que mi dolor no se debe sólo por el pasado de Niall, sino por el futuro también. Este tiene todas las papeletas para acabar como barco de papel a la deriva. Joder.

— ¿Y qué le has dicho? — sus ceño se tiñe de sorpresa y la verdad que no sé porque tanto revuelo. Es cierto que el pasado de Niall es algo peculiar, pero qué quiere que le diga, sólo pude consolarlo. Quererlo.

— Uhm... ¿Po-podemos hablar de otra cosa?

Él se queda embobado mirando a mis espaldas, sé que observa a Niall, huelo su aroma desde aquí —
¿Te parece bien si voy a tu casa a las seis?

— Me encantaría Liam — murmuro. El castaño deja un beso sobre mi frente. Unas manos rodean mi cintura. La mirada de Liam se vuelve dura al instante.

— Adiós Rox.

__________

Reckless - nh au #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora