Niall iba a proseguir hablando, sin embargo su boca se volvió a cerrar. Llevo su mano derecha dentro de su chaqueta. Su azulada mirada estaba fijada a mis espaldas.
Disimuladamente me giré y pude ver a un hombre con gafas de sol negras, acompañado del viejo de las rosas, sólo que ahora, no tiene rosas. El tío de gafas ya lo había visto antes, joder sí, fue uno de los que iba dentro del coche que pasó por delante de mi casa. El mismo día que salí con Liam.
Volví a mirar a Niall, el cual estaba notablemente tenso. Alerta. ¿Qué pasaba?
— ¿Niall...? — murmuro.
— Cuando te diga, vas hacerme el puñetero caso de ir al servicio... — lo interrumpí.
— Pero no tengo ganas.
— Roxanna — su expresión se volvió sombría —. No es un maldito juego. Irás al baño. Hay una ventana justo al fondo, sal por ahí — me pasa las llaves del coche por debajo de la mesa, como si quisiera que nadie viera lo que estaba ocurriendo —. Espérame en el coche.
— Per-
— Te lo explicaré todo maldita sea, sólo sigue las malditas órdenes.
Bufé una vez más. El rubio se levantó y me hizo un gesto con la cabeza para que me dirigiera al baño. Rodé los ojos. Éste llevaba el término antisocial a lo bizarro de una manera espectacular.
Llegué a la puerta del servicio cuando escuché un sonido inconfundible. Disparos. Aceleré mi paso y busqué la maldita ventana. Era jodidamente pequeña, y me costó la vida conseguir salir. Caí de bruces contra el suelo. Me cago en todo.
Más disparos. Se me hizo un nudo en la garganta. En mi vida había escuchado tantas veces ese sonido indeseable chirriando en mis tímpanos. Crudo, firme, real. Frío.
Empezé a correr como sino hubiera un mañana hasta el coche, entré en el asiento de piloto. Mis manos tamborileaban sobre el volante. Estaba perdiendo mi paciencia. Tenía un cosquilleo en el fondo del estómago, ¿y si le pasaba algo al maldito de Horan?
Cogí aire con fuerza. Miré dos, tres, cuatro y cinco veces hacia la pizzería playera, sin embargo no fue hasta la sexta que lo vi. Encendí el motor con rapidéz y aceleré hasta recogerlo. Él entró con suma dificultad en el auto.
— ¡Arranca joder! — brama.
Me quedo mirando en shock su perfil, hasta que mis pies se dignan apretar el acelerador. Escucho un gemido de dolor y por acto reflejo miro a mi derecha, encontrándome con Niall y su hombro izquierdo ensangrentado. Mierda.
— ¿Te han disparado? — mierda Roxanna, eso es obvio.
— Sí — se empezó a reír. Una risa nerviosa.
— ¿Adónde quieres que vaya, al hospital? — pregunto con la mirada oscilando entre la carretera y él.
— ¡No! Espera — de la cinturilla de su vaquero saca un arma y la tira sobre el salpicadero. Una automática sencilla.
Escucho como marca un número en su móvil.
— Harry, soy Niall... sí, de nuevo... Sí, Roxanna está aquí... vale... Maldita sea no... Donde siempre... — Suspira y escucho como su cabeza impacta con el respaldo —. La carretera treinta cinco, la que da al bosque del oeste del pueblo ¿sabes?
— Sí — no.
Mis manos sudan el volante. Aunque me muestre calmada, dentro de mí hay una segunda revolución. He estado en situaciones peores, pero se siente algo diferente.
— Mierda — gime Niall. Esta sangrando demasiado.
— ¿Quienes eran esos dos... Niall? — le pregunto, por distraerlo y porque joder, quiero saber. La curiosidad me carcome.
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Reckless - nh au #1
FanfictionRoxanna Willson, una chica que creció sin el cariño de su madre se ve obligada a ir al pueblo donde vivió su infancia y donde recobrará el deseo de cumplir su sueño. Sin embargo, los sucesos del pasado y una incógnita sin resolver harán que sus plan...