Reckless - nh au #1

Capítulo 6

Nada más bajarse del Audi, sus tres compañeros, entre ellos Zayn, se acercaron a saludarle, a mi parecer con mucha confianza. La gente volvió a seguir con su rollo y el alcohol volvió a pasar de mano en mano.

— ¿Quieres? — me ofreció Liam un vaso de plástico rojo con lo que parecía, por su fuerte olor, vodka.

— Sí, gracias — agarré dicho objeto y lo llevé hasta mis labios, para endulzar estos con la fuerte sustancia que hizo arder mi garganta, sin embargo volví a tomar otro sorbo.

Miré a mi alrededor, buscando a Molly y Sky, pero ambas ya no se encontraban a mi lado. Fruncí el ceño.

— Se fueron a zorrear — aclara burlón Liam.

— ¿Estás insinuando que tu hermana es muy fresca o...? — no pude evitar carcajearme.

— ¿Yo? ¿qué cosas dices Roxanna? — se llevó la mano al pecho, con una falsa molestia. Eso hizo que no pudiera evitar sonreír. Él era adorable, y algo en su manera de hablar conmigo me ablandaba, aunque de momento podría contener mis ganas en dejar el peso de mi confianza sobre sus manos. Todavía es demasiado pronto para intentar afrontar la coraza que me rodeaba.

Volví a beber y cuando menos me lo esperaba me había bebido el vaso. Mis ojos se encontraban encaprichados con la luz de las estrellas cuando la música se apagó de repente.

— ¿Qué ha pasado? — pregunto en un susurro a Liam.

—Empieza la carrera.

Nos acercamos entre codazos y empujones a la carretera, para tener una mejor vista de los competidores. Tres coches se encontraban tras la línea de salida, entre ellos el de Niall, quien mantenía su gélida mirada en la zorra con mini falda que ondeaba dos banderines delante de los automóviles.

— ¿No corres? — vuelvo a preguntar —. Por lo visto se juega demasido — dije al ver el gran fajo de billetes que guardaba la anterior zorra en su escote.

— Roxanna, hace tiempo que prefiero no hacerlo –— su voz sale inyectada en puro dolor y por la expresión de su rostro sé que no quiere hablar de esto.

Vuelvo a fijar mi mirada en los competidores, todo el mundo se queda en silencio y un disparo se escucha cortando la calma, al segundo todos los coches hacen rugir el motor. Oh dios, tenía que haber traído a mi pequeño.

La zorra de antes empieza a mover las banderas en el aire y con ella sus caderas. Lo que decía, una zorra. Deja caer las banderas, y cuando éstas tocan el frío asfalto los coches salen disparados, dejando una fuerte brisa que me golpea, dejando una sensación de velocidad en cada poro de mi piel. Muerdo mi labio al notar como la frustración por no ser una competidora en esa carrera me llena. "Ya habrá otra ocasión" me repito como forma de consuelo.

— ¿Preparada para observar la carrera más sucia que hayas visto en tu vida? — dice con sarcasmo Liam, quien frota ambas manos para luego meterlas en los bolsillos de su pantalón.

Su comentario hace que mi atención en la carrera se intensifique. Cuando los coches vuelven y son visibles a la vista de todos se ve llegar a dos de ellos muy igualados. El competidor que va perdiendo por una escasa ventaja se pega a su delantero.

— Atenta — me pide Liam antes de que el coche que se encontraba un puesto por detrás impacte con total indiferencia contra su delantero, haciéndolo dar una vuelta de ciento ochenta grados que lo hace chocar con el muro de su izquierda.

— ¿Pero...? — quedé muda.

— Aquí funciona así — noto cierto resentimiento en el comentario de Liam, ¿y quién no estaría así?

Un coche cruza la línea de meta, y todos se aglomeran a su llegada. Abro mis ojos de par en par al ver el ganador, el cual posee una arrogante sonrisa en su rostro. Niall, cómo no. Algunas personas -las que no le temen- palmean su hombro. Eso, alimenten su ego. En una fracción de segundo la mirada de Niall se encuentra con la mía. Él se queda quieto por lo que me parecen horas hasta que una chica de infinitas piernas y una larga melena rubia se acerca a él, haciéndolo salir del trance en el que nos hemos envolvido. Tan pronto como se saludan, él ya la tiene sobre el coche, y decido no seguir mirando lo que vayan hacer. Para ver documentales me quedo en casa, creo que hoy echaban uno de gorilas.

— Wow que raro, ha ganado Niall — la voz de Molly se escucha a mi lado con cierta ironía.

— ¿Es que siempre gana? — pregunto, al momento me siento estúpida por haber preguntado algo tan evidente.

— Así es, en verdad, es un buen corredor, pero siempre tiene un as bajo la manga — añade Sky mientras con sus finas manos intenta controlar su gran melena roja.

— Trampas, hablemos con propiedad —replica Liam.

— ¿En qué quedamos? — río con el calor del alcohol en cada parte de mi cuerpo.

— Que es extremadamente caliente y me pone muchísimo esa aura de misterio que desprende — declara con soltura Sky, sin un poco de vergüenza y acabando su tercer vaso de alcohol.

— ¿Ya zorreaste? Para qué pregunto, sí, ya zorreaste — habla Liam con obviedad.

— ¡Liam!

— Joder, restregarte con un tío es zorrear.

— Estarías encantado de que te zorrearan — contraataca Sky.

— No te lo niego — se ríe Liam, niego con la cabeza ante tal escenita.

La noche sigue trascurriendo extrañamente bien, llevo unas cuantas copas encima. A pesar del fresco de la noche mi cuerpo empieza a acalorarse, pero entre la música y las risas de Molly y Liam, se puede pasar por alto. Siento como mi garganta comienza a secarse, enseguida mi cuerpo pide a gritos otra fuente de alcohol.

— Voy a por más vodka — informo a Molly y Liam, quienes asienten.

Camino hasta unas minis neveras que hay cerca de los altavoces, pero antes de llegar alguien agarra mi brazo, haciéndome girar.

— Me debes una disculpa.