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Aiden se sentó frente al escritorio de madera. Mojó la pluma en el tintero y comenzó a escribir.
No podía dilatar más ese momento.
"Queridos hijos
Excepto vuestro hermano menor, la familia de vuestro otro padre ha insistido siempre en hacerse cargo de vuestra educación y valores en estos cinco años. Ya sois mayores y tenéis vuestra vida. Patrick tiene siete años y al fin puedo cuidar de un hijo y tener una relación como debería ser.
Os quiero y sé que es mutuo pero vosotros tenéis vuestra vida y futuro en América. Os enviaré el dinero para los estudios y mis brazos están abiertos para que nos vengáis a visitar a Patrick y a mí cuando queráis, aunque ya no lo hacíais mucho en Nueva York.
Me quedaré a vivir en Londres. Tengo una relación sentimental con otro hombre y quiero crear un nuevo futuro.
Del dinero de vuestro padre no tocaré nada. Tengo mis ahorros.
Esperando que vengáis algún día a verme,
Aiden Adams".
Rubricó la carta y llamó a uno de los criados para que la llevasen al servicio de Correos.
Christopher le apretó los hombros y le besó.
-¿Trabajo?
-No. Organizó mi vida. Voy a comprar la casa anexa. Está vacía.
-Iré a los barrios bajos. Le pagaré un buen dinero a unos albañiles cockneys para que lo hagan rápido y discreto.
-Me gusta que me lo hagas rápido y discreto.
-Pero ahora tenemos trabajo.
-Eso no me gusta.
-Tengo que ir a confirmar y a sellar todas las entradas y salidas del puerto hoy y llevárselo luego a nuestra soberana.
-Yo tengo varios trabajos. Iré a casa de los Payne a revisar a Eire y luego tengo algunas consultas.
-Entonces nos vemos en la noche.
Aiden se colocó su aburrida ropa de trabajo. Traje gris, maletín de cuero desgastado.
Vistió a Patrick y le dejó en la escuela. Christopher quería que tuviese un tutor pero era más cómodo para él saber que estaba allí.
Entró en la casa de los Payne y se encontró a Eire despierta y sanísima.
-Debo confesar que temí que me despidieses cuando conociste que mis inclinaciones eran las no habituales -dijo al fin mientras revisaba los reflejos y movimientos de Eire.
-Quién sabe que hubiese hecho el antiguo Niall. Solo sé que hace este y que es una mezcla de lo anterior y lo actual. Sigo viendo esas cosas extrañas pero supongo que si las cosas son así es porque tienen que serlo.
-Eire está muy bien. Es grande. Cuando vuelva a quedarse en estado, hay que controlar la dieta mucho porque la corpulencia de su marido hace que los bebés tiendan a ser tan Grandes.
-Thomas tiene algunos problemas con la pronunciación de la "r".
-Eso tiene que verlo un foniatra.
Niall firmó el cheque y Aiden le sonrió.
-¿Y su esposo? Suele estar presente en estas reuniones.
-Ayer les di a probar un cóctel típico de mi ciudad, había invitados. Liam tiene una resaca considerable. Ingleses. No aguantan nada.
-¿Quieres algo para ayudarle?
-Déjalo. Se lo merece.
Douglas sacó otras dos toallas y le dio otro vaso de agua al atractivo alfa que estaba en su cama, tan intoxicado por el alcohol que llevaba vomitando toda la noche.
-Vamos -Le limpio la cara. – Ahora una ducha y un café te vendría bien.
-No. El estómago me arde.
-Está bien, entonces nos quedaremos aquí sentados en el baño. Por cierto, me llamo Douglas.
-Charles.
-¿Qué le hiciste a Niall?
-Antes de conocerlo, acostarme con su esposo.
-Pero eres alfa -Le respondió con un hilo de voz.
Y se quedó mirando a ese hombre con otros ojos muy distintos.
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Cuestiones Victorianas ||Saga Cuestiones||Zarry||Niam|| Omegaverse
FanfictionVictoria ha sido coronada. Todas las parejas están en Londres. Comienza la fase más emocionante de la saga...