25 para actualizar
Charles Chrysler.
Era todo un soltero dorado. Un ejemplo de lo escurridizos que podían llegar a ser los hombres ricos, herederos y en edad de casar. Con una fortuna incapaz de contar y un título de vizconde.
Y alto, rubio, atractivo y con una lengua que sabía utilizar muy bien. En todos los sentidos de la palabra.
Fue recibido por la familia ducal al completo. Él omega de Liam era un hombre muy guapo. Guapo de una manera radiante. Tenía esa clase de belleza esculpida por los renacentistas: facciones compensadas y hermosas, un aura de pasión contenida y unos ojos azules fríos que le estaban traspasando.
Liam estaba sentado a su lado. Llevaba un traje formal con pañuelo y sujetaba la mano de su esposo.
El omega sostenía a una bebé, una niña muy pequeña vestida con muchas puntillas y lazos rosas según la costumbre de la época con la cabeza cubierta con una especie de gorrito. Un niño de unos seis años estaba levantado, vestido de traje por supuesto de pantalón corto.
Dios bendito o a quien tuviese que invocar, jamás habría creído ver a Liam en esa situación y que además emanase satisfacción.
No estaba atrapado en el cuadro costumbrista de una familia impostada. Era auténtica y realmente feliz en ese modelo de familia del que ambos se habían reído y burlado en infinidad de ocasiones.
-Charles Chrysler, para servirle.
-Bienvenido a nuestra casa. Hemos preparado una cena temprana. -respondió Niall -las niñeras se llevarán a los niños. Thomas, puedes quedarte a cenar. Eire irá a acostarse.
-¿Eire? Curioso nombre.
-Es el verdadero nombre de Irlanda, antes de que nos empeñásemos en imponerles nuestro nombre y lengua -respondió Liam.
Charles respiró.
Aquello iba a salir muy mal. Él omega emanaba hostilidad y no solo eso. Estaba seductor para su alfa.
El comedor estaba ya dispuesto. Había sopa de hortalizas, roast beef y salmón.
Thomas, el primogénito que desde luego no había salido de las entrañas del omega de Liam, tenía unos modales muy cuidados que Niall le corregía sutil y constantemente.
Apenas le pasaba la comida.
Al fin enviaron al joven heredero a dormir.
Y se quedaron los adultos, que pasaron al salón. Un criado había preparado unos cócteles. Era extraño que no se preguntase primero, pero se sentó.
-Así que tú y Liam os conociaís. Mucho. -Niall al fin habló.
Charlie probó el cóctel. Resoplo.
-Es muy fuerte.
-Lleva dos clases de whisky, azúcar, nata y un chorro de licor de hierbas. Y café.
-Dios -bebió otro poco.
-Los irlandeses somos así. Fuertes, intensos y calientes si nos interesa. Nada nos dobla. Preparé ese cóctel en tu honor, para que pudieses saborear como es el rival que no se va a dejar vencer.
-Yo no tengo nada ya con tu esposo. Eso fue algo pasado. Te conoció y se enamoró... debí imaginar que te lo contaría.
-Niall no hablará a nadie de que como yo tienes doble inclinación.
-Por supuesto. Eso pondría en riesgo la reputación de todos los presentes. Y yo cuido mucho mi reputación.
Douglas estaba feliz viviendo con Niall. Recibía clases de modales y cultura y ayudaba con lecciones secretas al duque consorte con cosas atrevidas que éste desconocía para practicar con su esposo o chismorreos de clientes.
Salió al jardín y se encendió un cigarrillo. Inhaló. Le encantaba el sabor del tabaco y como inundaba su paladar...
Un hombre salió literalmente dando tumbos de la casa. Se acercó a unos arbustos y arrojó todo el contenido de su estómago. Douglas se acercó y le tocó el hombro.
-¿Se encuentra bien?
-Dos cócteles. Dos.
-No, no lo está -Le sostuvo – Esta muy ebrio.
-Ese irlandés tiene un carácter... me reto a beber dos. Dijo que podía dormir aquí pero no.... El suelo se está moviendo. ¿Hay un terremoto?
-Le acompañaré a su carruaje.
El hombre asintió pero entonces perdió el conocimiento.
Douglas tenía fuerza.
Lo sujetó en brazos y lo llevó a su cuarto.
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Cuestiones Victorianas ||Saga Cuestiones||Zarry||Niam|| Omegaverse
Fiksi PenggemarVictoria ha sido coronada. Todas las parejas están en Londres. Comienza la fase más emocionante de la saga...