Capítulo 8: Entregado

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Christopher estaba despierto.  Aiden estaba dormido a su lado.  Le gustaba cuando se quedaba dormido así.  Era como si no fuese tan alfa.  Le permitía ser más dominante.

Quería vivir con él, con Stefan y Patrick.  El niño era adorable.

Además su hombre tenía que hacer un viaje a América en algún momento.  Tenía más hijos y casi todos eran mayores o estaban en la Universidad pero tenía que arreglar sus asuntos y su traslado a Reino Unido.

Le gustaría conocerlos.  Como la pareja de su padre.

Fingir que uno era omega era inviable.  Eran unos alfas de primera categoría.  Nadie creería que uno de ellos no lo era, por muchos perfumes o aceites como usaba ese protegido de Niall.

Miró el reloj.  Aiden se movió.  Christopher no había querido hacer nada hasta que Stefan volviese.

Conocía a su hijo.  Ese brillo en sus ojos.





-Tengo que llevarte con tu padre.  Es lo correcto.

La piel blanca como alabastro de Stefan contrastaba contra el negro intenso de la piel de Daren.

-Quiero quedarme a dormir.

-No, mi amor.  Eso no es posible.  No tengo el permiso de tu padre.

Stefan protestó, aun con los ojos cerrados.

Tras ese primer encuentro, Daren había jugado con su cuerpo.  No había dejado ni una de sus terminaciones nerviosas sin acariciar ni besar, y había usado sus dedos para abrir y masajear su interior.  Y eso le había conducido al orgasmo al menos tres veces.

Daren le levantó y le envolvió en la colcha del hotel.  Le sostuvo en brazos y le llevó dormido al coche.

Allí dio la dirección de la casa de su padre.  Le acompañó hasta allí.



Cristopher se levantó de inmediato cuando llamaron a la puerta.

Daren estaba al otro lado.  Con su hijo en brazos, dormido envuelto en una colcha.

-Me fue imposible despertarle.  Mis disculpas por llegar tan tarde. 

Cristopher tiro de él y cerró la puerta.  Aiden se incorporó medio dormido.

-Todo el mundo lo ha visto.

-Es mi futuro esposo.  Se lo he pedido formalmente.  Los esposos duermen juntos.

-Daren, manejas el inglés mejor que yo.  No uses frases como si no comprendieras.

-Stefan lo deseaba y yo también.  Le he dado ya su anillo y mañana pediré su permiso.  Queríamos consumar nuestro amor.

-¿Pero tenias que traerle así?

Daren seguía sosteniendo a Stefan.

-Creo que le he dejado agotado.  Si en vez de sexo fuera licor diría que está completamente ebrio.  Ebrio de placer.

-Yo le acostaré.  Y tendremos que hablar de esto.  La soltería de Stefan es inviable tras esta noche.

-Le daré el estatus de esposo con sumo placer.

Cristopher subió a su hijo y lo acostó en su cama.

Aiden se estaba despidiendo de Daren. 

Espero a que el príncipe se fuera.

-Cristopher...

-¿Has visto su tamaño? ¿El de mi hijo?  Tienes que examinarlo.

-Déjalo dormir.  La primera vez que me hiciste el amor me quede agotado.

-Puede haberle hecho daño.

-El cuerpo humano se adapta.  Yo me adapté a ti.

-Eso.  Tú ponte de su parte.

Aiden suspiró.

-Siéntate. Necesitas calmarte.

Cristopher se sentó.  Aiden sirvió una copa generosa de whisky y luego echó una gota de láudano. 

-El tamaño de ese hombre es inviable...

-Toma una copa.  Te sentará bien.

-Stefan hace dos años aún no sabía ni lo que era tener el celo y ahora...

-Deja que te relaje -Aiden le abrió el pantalón – y toma esa copa.  Todo va a ir bien.  Todo va a ir muy bien...

Cristopher tomó un sorbo y entrecerró los ojos. 

Notó los labios de su hombre en su entrepierna.

Quizá pudiese relajarse.

Cuestiones Victorianas ||Saga Cuestiones||Zarry||Niam|| Omegaverse Donde viven las historias. Descúbrelo ahora