Capítulo 57: Tatuajes

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-Aiden... Aiden...

-No trabajo hoy -Aiden se dio la vuelta en la cama -diles que no.

-Aiden, son las doce del mediodía y Daren ofrece un banquete nupcial a la una. 

-¿Ya son las doce?

-Sí.

-¿Por qué me duele tanto el cuello?  Esperaba la resaca pero no que el cuello me ardiera.

Cristopher se sentó en la butaca que estaba frente a la cama de ambos.

-Adivina.

-No quiero.  Dime.

-Sabía que no lo recordarías.   Lo sabía.  Ayer estabas muy ebrio.  Era muy gracioso.  Cuando quise traerte a casa, me dijiste que querías tatuarte algo que englobase y simbolizase nuestro amor.  Nos fuimos al East End y a una tienda de tatuajes.

Aiden saltó de la cama.  Corrió hacia el espejo.  Llevaba el nombre de Cristopher tatuado en el lado derecho del cuello.

-¡Me has hecho él omega!

Cristopher se desabrochó la camisa y le mostró su lado derecho.

-Yo me tatué el tuyo.  Ya que no podemos marcarnos...

-Dios mío.  Ya podemos rezar porque Victoria no caiga.  Porque somos los mayores maricones de esta ciudad y todos lo saben.





Clive gimió.  William empujaba dentro de él.  Le encantaba que se lo hiciera al amanecer.  Y le encantaba que le empotrase así, con fuerza y delicadeza a la vez. 

Además aún faltaban dos semanas para su celo.  Tres.  Podía disfrutar sin miedo. 

-William... William...

-Eres insaciable.  Es la tercera vez esta mañana.

-Y tú eres un alfa muy potente... muy macho...

-Dios, Clive...

Él omega gimió y su cuerpo se estremeció.  William se dejó ir dentro de él.  Permaneció abrazado.

-Tenemos que hablar.

-¿Ahora?

-Se está acabando el verano.  Nuestra boda será el día uno de septiembre y Nicholas se casa antes.  Y no quiero volver a ir a una fiesta contigo como si fuésemos a un funeral. 

-¿Vamos a hablar ahora de esto?

-En una semana, unos días ante de la boda de Nicholas, haré una fiesta en tu honor.  Será aquí en nuestra casa y quiero que seas el hombre del que me enamoré. Divertido, atrevido y descarado.

-Louis te ha ayudado con esa idea, ¿verdad?

-Un poco. Pero es mi mérito... ¿no?

-Alfas fanfarrones.

-También puedo hacer que te corras otra vez.

-Dios mío, sí.

William le dio la vuelta.  Clive colocó su trasero en posición y su alfa empujó dentro de él.





-Os he escuchado.  Toda la mañana.  Bueno, yo estoy satisfecho con Jason pero si seguís así voy a ponerle una reclamación.  Cuatro veces.

-Louis -William bajo el diario – No digas esas cosas frente a Clive...

-Por supuesto te comprendo – Louis agarró una manzana – cualquiera de esas erecciones puede ser la última.  Tienes una edad...

Louis esquivó la naranja que le lanzó Clive. 

-Esta bien, me callo.  Vamos.  Iremos a comprar ropa.

-Clive -William le sujetó la mano – Se tú mismo.  Desde ya.



Stefan estaba disfrutando del banquete nupcial pero su cabeza estallaba en dudas.

Su padre omega.  Su padre omega había aparecido y le había enviado una carta.  Una carta pidiéndole conocerse, hablar.  Explicarle su versión.

Y era algo acerca de lo que no podía pedir consejo a nadie.  Era una decisión, su decisión.  Que él entrase en su vida o no.  O al menos una explicación. Su padre estaba feliz ahora y quizás pudiera...

Se levantó para brindar. 

Sus ojos escrutaron la multitud.  Ahí estaban sus padres.  Los dos.  Los tres, contando a Aiden.

Y él tenía que saber si quería saber la historia de sus padres o no. 

Cuestiones Victorianas ||Saga Cuestiones||Zarry||Niam|| Omegaverse Donde viven las historias. Descúbrelo ahora