"El Amante Del Zar" (Saga "Almas Gemelas" Libro 1)

Prologo: La voz del pecado.

Desde lo profundo de su garganta salió un estribillo potente y varonil, el italiano era guapo, de nariz respingada, de ojos y cabello negro, cual seda fina. Vestía formalmente un traje aquella noche, cantaba de manera potente, ese día era importante ya que un enviado de la corte imperial rusa estaba seleccionando del gran repertorio de cantantes de ópera de toda Europa para formar parte del entretenimiento de la familia real rusa, los Romanov le darán un nombre por el cual harán recordar la voz del cantante y todo dependía de esa noche, su nombre era Benet D' la rosa.

Un hombre de músculos pronunciados y cuerpo torneado, alto, atractivo de piel tostada y labios delgados, de barba de candado corta y patillas en crecimiento con un porte tosco y semblante serio.

La mirada del representante de la familia real se veía sumamente interesado en la presentación que estaba brindando Benet, así la velada finalizo con broche de oro por parte del italiano, los aplausos no se hicieron esperar y salió de escena dejando una presentación difícil de superar para cualquier otro cantante.

La seguridad en el semblante del atractivo moreno dejaba pasmados a sus compañeros es como si supiera que de una u otra manera el será aceptado para formar parte de aquella oportunidad que todos los cantantes querían también. Como si hubiera realizado una presentación idéntica antes.

Se retiró para esperar la respuesta de manera calmada para después sacar una botella y beber unos sorbos para aclarar su garganta, el líquido carmesí resbala levemente por la comisura de sus labios pero no deja que toque su ropa, una fugaz cruzada de dagas en su mente siempre se forman al probar el vino. Algunas veces puede probar el vino otras se tiene que limitar con el néctar carmesí. Estaba molesto por la espera que tenía que aguantar para recibir su invitación a Rusia.

Un hombre de robusta apariencia apareció tras bambalinas para informar que Benet D' de la rosa, fue aceptado para viajar a Rusia y entretener a la familia real de los Romanov, Benet agradeció cortésmente con su gutural voz y se retiró del teatro llevándose el dinero para el viaje y hacer sus maletas para irse temprano por la mañana, de todas maneras él ya tenía sus maletas listas para partir, sabía que sería seleccionado de una u otra manera.

Pero a fin de cuentas no se esperaba menos de un vampiro que perfecciono el arte de seducir con la voz de manera hipnótica.

La voz:

"Se el delirio que prevalece en el placer de la Rosa."

"Otorga el dulzor del postre amado mío"

"¿Quién es el dueño de tu corazón?".

"En las orillas del río sólo se verá reflejada tu silueta".

"Escoge entonces una decisión"

"¿Fui yo o el destino?".