Rogue leía ávidamente los diarios privados pacientemente, solo una última vez antes de decidir botarlos a la basura.
"El Diario de Benet"
"Pensamientos fugaces del vampiro indecoroso"
Hace tiempo que vivo con Rogue.
Últimamente aún a pesar de que me quiere y le quiero. Me pareciera un total desconocido en el alma. Es un sentimiento que no puedo describir en simples palabras, me dejan perdido e insulso. Sus coronillas se prestan al engaño y al dolor.
Sus manos, redes vistrosas al cambio repentino, me dejan ante la duda y el perplejo. No es sino hasta el día de hoy.
15 de diciembre del año 1885.
Que me doy a la tarea de documentar en secreto mis avances y sospechas. El día de hoy aconteció un evento por demás involuntario. Pero tan propio de mi persona. Tal vez deba pensarlo mejor antes de acusar con el dedo a la persona equivocada.
Ayer en la noche. Mientras yo estaba en mi escritorio privado. Tuve la sospecha nuevamente, tengo guardado bajo llave mis notas y cartas privadas. Volviendo a leer mis pensamientos. Me doy cuenta que tengo documentados tiempos extraños en mis vivencias, enmarañadas por las perlas de mi propio puño y letra. Escritas por mí. Documentadas por mí y nadie más.
En mis vivencias cuento las anécdotas amorosas de mis amantes pasados. Veo que mi gula ante la sangre carmín que resbala, no es más que una susodicha mentira.
Leo sin pestañear como yo mismo. Estoy teniendo un romance con un príncipe. Un príncipe albino de hermoso ojos. De piel marfin, cuerpo suave arrebolado por las caricias. Pícara sonrisa que me invita a dar amor.
Nicolau Romanov es su nombre. Su legado, su amor.
Yo se reconocer ese apellido donde fuera. Pertenece a los Zares de las Rucias. ¿Qué hace tremendo peso en las palabras entre mis memorias?
¿Qué hace mi pasión desenfrenada escrita entre estas palabras de papel?
No recuerdo semejante falta. Poder apreciar la dulzura en mis palabras y poemas pasados de antaño no hacen que confundirse todavía más que antes. Pero con la simple investigación que realice, el dichoso Zar Nicolau. Esta casado hoy en día. Y esta noticia más que confundirse, muy a mis adentros. Me duele...
Pero tengo severas sospechas de esta enorme falta de recuerdos fugaces que dañan con mi consumo etéreo.
Rogue sabe esto.
Lo sé. Lo sabemos. Nos miramos y hacemos el amor. Pero aún así, entre su fuerza que me lastima y me hace suyo. Puedo distinguir su falsedad. Puedo saber que Rogue no hace otra cosa que darme amor mancillado en la negrura de las mentiras. Me miente... Pero no para hacerme un mal.
Le miró preocupado, distante y solitario. Es como si no pudiera hablarme de nada que no sea ajeno a nosotros.
Mis sospechas cada vez cobran más fuerza. Más poder mientras pasan los días y pasan los años.
Investigue acerca de este albino. Que entre mis memorias digo es el amor de mi vida.
¿Amor?
Es una palabra difícil de usar entre mis labios. Este príncipe que no conozco, se dice que el amor no es real y que es sólo una falsedad perteneciente al deseo del cuerpo. Pero yo se la verdad.
Rogue el día de hoy me mintió de nuevo. Ni siquiera lo disimulo está vez.
Cada día se va y en la noche. Cuando las estrellas ya son presentes, vuelve cubierto entre la neblina y la sangre. Vuelve aquí, a mi lado. Diciéndome que me ama y que todo lo que hace lo está haciendo por mí.
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"El Amante Del Zar" (Saga "Almas Gemelas" Libro 1)
VampireEl corazón late potente aquella noche de invierno, las copas con el vino rojo están goteando en la cama de seda y los gemidos de dos voces resuenan en la soledad del lugar, sensual, excitante, anhelante de placer no importan las horas que pasen. Hay...