Castillo de Neuschwanstein, Alemania.
Anunciaron la llegada de los nobles.
—Ante el duque Hedricht y los emperadores del imperio alemán, anuncio la llegada del duque Malakai residente del Cantón Schaffhausen, de la capital con el mismo nombre de Suiza, hijo de los nobles alemanes y rusos Preußen. —Un vampiro de apariencia intimidante, de ropas lujosas y con una coleta de cabello atada en una trenza roja paso robándose la mirada de todos, cuyos ojos eran brillosos, a su lado llegaron tomados de la mano sus padres, los vampiros Frella y Asthurias, el último Asthurias era hermano de Vincent Preußen, padre de Rogue. Malakai se sentó en una de las sillas esperando a sus demás primos, justo al lado de Rogue, en el orden de la jerarquía del hijo del primogénito al último de los hijos de la familia. —Anunciamos la llegada del Conde Ulbrecht von Vilhem, teniente capitán de la guardia real de nuestros nobles. —Ulbrecht se sentó al lado de Malakai, ya que en cierto modo, era el hijo de uno de los nobles, hijo adoptivo de Asthurias, ya que el padre de Ulbrecht fue asesinado durante la revolución francesa, perdiendo así todos los títulos de nobleza francesa que tuvo, Vilhem fue exiliado a Alemania a radicar con su primo Rogue, forjando su natalidad de parte de su madre quien forjaba parte del imperio de Prusia. Por tanto, posee el título de conde Von como pequeño tributo, su carrera militar era lo que más le abrió camino para estar sentado en la misma mesa que sus primos. Asthurias y Vincent decidieron invertir en el hijo de su fallecido hermano, defenderlo como suyo. Y durante años Vilhem se ha forjado esa vida militar con puño de acero. En parte, Ulbrecht y Malakai compartían el peculiar pelirrojo de sus padres a diferencia de Rogue y su familia.
—¿Dónde has estado Maki? Tenemos un maldito infierno aquí... —Señalo Ulbrecht a su primo Malakai, quien sonrió con sorna en respuesta.
—Querido Vilhem, no tenía idea de que el Titanic se iba a hundir, me perdí en el mar durante semanas, lo primero que he hecho mientras no estuve es enterarme de que Rogue se casó, que mal... me dijeron que tenía buen culo su prometido. Hubiera sido un buen polvo. —Malakai no era ni medio considerado con la situación que vive Rogue en ese instante, literalmente hablaba abiertamente de cogerse a la pareja de su primo y nadie le callaba, solo Rogue, quien salió a defenderlo con uñas y dientes.
—Ten los cojones de decir eso de nuevo en mi cara, imbécil. ¡Vamos te reto! —Rogue alzó la voz, mientras daba un golpe potente a la mesa donde estaban, ocasionando que casi toda la superficie de la mesa se cuarteara, su mármol fue brutalmente destrozado. Antes de que Malakai pudiera darse de puñetazos con su primo, Asthurias alzo su mano en gesto sumiso hacía su hijo, señalándole que su exceso con pelear en ese instante no debía realizarse. Pocas veces Asthurias le impedía hacer algo a su hijo, pero esta ocasión ameritaba calma total. Malakai y Rogue volvieron a estar serenos, para luego permitir al sirviente continuar anunciando las llegadas.
—La duquesa del Gran ducado de Finlandia. Alina von Preußen, hija de los nobles miembros de la familia Romanov de descendencia. Y sus padres Lady Polka y Lord Elías Hedricht. —Alina era la única prima femenina de los presentes, y a diferencia de sus primos, sus primos varones no necesitaban presentar a sus padres cuando entraran, pero al ser mujer, sus padres tienen la obligación de dar la cara en su nombre por así decirlo. Alina se sentó al lado de Rogue con algo de repelús, la hermosura de ser una vampiresa la resaltaba, al igual que sus primos Malakai y Ulbrecht, comparte con ellos el cabello pelirrojo, pero trenzado en caireles de su rostro. En más de una ocasión sus padres intentaron casarla con alguno de sus cuatro primos varones. Pero hace cien años Alina compitió en una pelea a puño limpio con sus primos por su mano en matrimonio. A diferencia de las humanas, Alina descubrió que era poderosa en fuerza, sus primos la subestimaron y gano su libertad como un hombre.
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"El Amante Del Zar" (Saga "Almas Gemelas" Libro 1)
VampirosEl corazón late potente aquella noche de invierno, las copas con el vino rojo están goteando en la cama de seda y los gemidos de dos voces resuenan en la soledad del lugar, sensual, excitante, anhelante de placer no importan las horas que pasen. Hay...