Benet alguna vez fue humano, era un modesto cantante que se ganaba la vida cantando con alegría, era un joven con altas expectativas, hace mucho tiempo se acento en las montañas de Prada como cantante de ópera amateur, un joven de 27 años que fue invitado a la cena de unos sultanes que venían del lejano oriente para deleitarse con la música típica de ahí, era un verano en Prada cuando Benet se presentó a los sultanes que cubrían sus rostros con un velo negro, cuando termino su presentación estos individuos de largas sotanas invitaron a comer a Benet en agradecimiento.
El pobre Benet D' la rosa, joven e ingenuo, no tenía idea de que él era la cena para los vampiros que vinieron de oriente, clavaron sus colmillos como filosas dagas de fuego que quemaron su piel, que quemaron su cuello, cruelmente dejaron moribundo al pobre muchacho tirado en una cloaca.
El chico aprendió la lección para jamás olvidar y jamás perdonar, "Nunca confiar en nadie por más buenas intenciones que parezca tener". Eso se dijo, eso repitió, pero hay veces en que es tan fácil olvidar ¿Verdad Benet? Pero no sabía que su muerte seria el comienzo de una nueva vida.
Nuestro hombre despertó en una fosa común totalmente cubierto de sangre y rodeado de cadáveres putrefactos, no tenía pulso, no tenía calor, no tenía frio, no tenía vida alguna. Pero a su mente venia la mirada de aquellos bastardos que se robaron su vida, la furia transformo los ojos de Benet a rojo sangre.
Le tomo años pero dio con sus asesinos, los violo, los torturo, los mato y no satisfecho con eso mato a toda la dinastía de los sultanes vampiros con sus propias manos, Benet ya no era un muchacho ingenuo, débil y flacucho, ahora era un hombre fornido, perverso y dispuesto a volver a vivir. A vivir cuanto pudiera y cuanto quisiera. A sus anchas y con deseos de volver a empezar.
Volvió a ser cantante comenzando de cero nuevamente, ya que su venganza solo fue posible cincuenta años después, ya no lucia como un muchacho más, parecía un hombre de entrado casi en sus cuarentas muy bien conservado, sin una sola arruga en su cuerpo. Se volvió el delirio de las mujeres, el pecado de los hombres y la estrella principal de los teatros, a más de un nivel entre la burguesía, un cantante que todos querían que se presentara en sus teatros, a nuestro vampiro le tomo otro medio siglo enterarse que ser vampiro le dio habilidades que desconocía por completo.
Sabia de su inmortalidad y que su cuerpo perdurara por siglos, sabía que tenía una fuerza descomunal e inhumana. Que tenía la capacidad de no sufrir ningún cambio de temperatura extremo, que el fuego a pesar de hacerle daño no lograra matarlo del todo, a menos que sepan cómo matarlo. Sabía que las dagas y el filo del metal común no lo mataran. Que solo la plata lo debilitaría un poco, sabía que poseía una velocidad similar a la del viento mismo, que su existencia perdurara con la sangre de los seres vivos, pero no sabía muchas cosas más. Hasta que conoció otro vampiro que exigía su territorio de caza en aquella zona de Prada.
Ahí se enteró de que su talento musical por medio de su voz ahora era un arma poderosa, podía conseguir lo que quería al cantar, su voz era hipnótica. Literalmente. Así aprovechando ese talento se volvió una celebridad entre todos los artistas, un hombre apasionado por su talento con la música, un vampiro solitario que pasaba sus días de manera pacífica sin meterse con otros seres nocturnos. Ya que el juicio silencioso de la sociedad de los vampiros siempre acababa con sus nervios, le carcomían y consumían sus pensamientos, no quería recordar, se negaba a recordar. Aun así no era alguien débil de voluntad, intento seguir con su nueva vida ya que quería conocer el amor y el derecho a tener una familia.
Pasaba su tiempo libre aprendiendo idiomas nuevos, leyendo libros de todo tipo, le gustaban las novelas de amor y las comedias, pasaba horas aprendiendo instrumentos varios, el piano, la flauta, la trompeta, etc.
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"El Amante Del Zar" (Saga "Almas Gemelas" Libro 1)
VampireEl corazón late potente aquella noche de invierno, las copas con el vino rojo están goteando en la cama de seda y los gemidos de dos voces resuenan en la soledad del lugar, sensual, excitante, anhelante de placer no importan las horas que pasen. Hay...