Capítulo 8: Las bestias del invierno.

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San Petersbrugo: 1846. Con nuestras bestias.

Los caballos relincharon y el calor de sus cuerpos dejaba ver humo en medio de las temperaturas bajo cero, dentro de la carroza que jalaba la troika estaban dos hombres en silencio. Sentados a los extremos del mismo asiento de terciopelo rojo, del lado izquierdo estaba un hombre de cabellos castaños y ojos intensamente verdes. Su piel era de tonos blancos, debajo de su abrigo contra el invierno descansan unos músculos torneados, con cuadros marcados.

Algo menor en estatura comparado con su acompañante, pero su musculatura no queda atrás. Su mirada se encuentra posada en el camino que sigue la marcha de los caballos, sus cejas son delgadas, su rostro permanentemente mal encarado. Andrea Passolini, un hombre lobo dispuesto a forjarse de un nombre. En aquel imperio de nieve.

Del lado derecho se encuentra leyendo un libro otro hombre, pero este luce por mucho más tosco, imponente y musculoso que su acompañante, su cabello es de tono oscuro y termina en una larga coleta pelirroja cuyos cabellos son ondulados y este cae sobre sus hombros. Sus ojos son de tono azul opaco y demuestran tener cierta malicia y perspicacia. Su altura era imponente, sus hombros anchos, sus omoplatos amenazaban romper el abrigo de tanto musculo, pero permanecía con un semblante serio y menos exigente que el de Andrea.

Pero a diferencia de su acompañante es por mucho alguien peor. Su nombre es Dmitriy Vólkov. Ambos hombres presentan algo en común y es el motivo principal por el que están en la misma carroza.

Ambos son hombres bestia.

Más en específico Andrea es un hombre lobo, un alfa. Dmitriy es un hombre oso. Una derivación de los hombres bestia bastante conocida por el lugar. Es la razón principal por la que viajan juntos, Andrea quería conocer un poco mejor al hombre oso. Mayor a nada su principal motivo por conocerle es que nunca había conocido un hombre oso.

Ante el silencio de la carroza el hombre oso cierra el libro de su mano.

— ¿Alguna vez ha leído el poema de "El cuervo"? — Pregunto cortésmente Dmitriy mientras cierra el libro y se dirige hacia Andrea.

— Me lo habían recomendado, pero tengo pendiente leerlo. Hasta ahora he logrado que nadie me juegue una mala pasada y me comente algo respecto. Deseo leerlo por mí mismo — Después mantuvo su vista nuevamente en el camino pero amablemente el otro siguió la plática.

— Ya veo, quiere evitar que le quiten el gusto de leerlo, me parece bien. Admito que es como describir la vida irreal de una criatura como nosotros. Justo como nuestra oscuridad lo representa ser. ¿No es así? — Le dijo el hombre oso. — No se preocupe por mí. No planeo matarlo si es lo que piensa — Dijo Dmitriy.

Andrea tembló bajo sus huesos. Tenía entendido que cualquier hombre bestia que no sea de las montañas y se vea en los bosques como en el caso de los osos muchas veces. Tienden a ser más fuertes, fácilmente pueden matar a los lobos en cuestión de segundos, incluso si se trata de un alfa.

Los hombres bestias por lo general están regidos en que los más fuertes y más reconocidos sean los hombres lobo y por debajo los hombres leones. Y después siguen otra larga lista de derivaciones.

— En realidad estoy contento de conocerle. Es la primera vez que tengo el placer de conocer a otro hombre lobo, además de un Omega que conocí hace tiempo, pero usted es en especial un Alfa. — Le brillaban los ojos interesado en Andrea — ¡Una persona de alta categoría como usted jamás se me volvería a cruzar en toda mi vida! Tengo una oportunidad de saber sobre usted. Claro...sin que me tengan miedo e intente matarme — Comento con una pequeña y ronca sonrisa.

"El Amante Del Zar" (Saga "Almas Gemelas" Libro 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora