Capítulo 12: Algún día vendrá una lluvia suave.

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Vladimir no pudo evitar comentarle a Luca que había conseguido un trabajo. Para sorpresa del albino esto no le gusto a su compañero. Menos cuando le dijo que tarea era. Luca pasó un cuarto de hora diciéndole que no puede simplemente andar de puesto en puesto aceptando trabajos con extraños.

Que muchos de los dueños eran pedófilos y que ante cualquier pequeño detalle despiden a cualquiera en cuestión de segundos. Pero sobre todo le advirtió que no podía aceptar trabajos de hombres que piden jornaleros en las noches. Las luces de la mañana son cubiertas por las cortinas del hotel donde se están hospedando.

— ¿Pero porque? — Pregunta el muchacho mientras Luca le prepara una infusión de hojas de naranjo. Le dice que el té es necesario para platicar tranquilamente sobre el destino, sobre la guerra y sobre las drogas.

— Veras... no sé si está al tanto de los traficantes de Opio y las latas de Rape. O si siquiera usted sabe de qué estoy hablando — Le comento Luca mientras se sienta tranquilamente delante de él. Listo para dar una larga charla.

— Se lo que son. El palacio estaba a reventar de las latas de opio que mi padre, sus sirvientes e incluso mis abuelos maternos fumaban e inhalaban hasta el cansancio. — No era estúpido, claro que sabía que era el negocio del tráfico del opio. — Algunas veces me vi tentado aprobarlo pero la idea de meter polvo en mi nariz me daba miedo... — Se sinceró el chico.

— Pues veras. — Comenzó a explicar — El tráfico de Opio a diferencia de Italia es más intenso aquí en las Rucias sobre todo en las grandes ciudades como San Petersburgo, los comerciantes siempre contratan campesinos para "No ensuciarse las manos". Me refiero a que los negocios ilegales como el opio son fáciles de pasar por alto con lo siguiente. En promedio un comerciante y mercader siempre tendrá dos negocios. Un negocio principal y un negocio clandestino. En este caso me dijiste que este Dmitriy tiene el negocio de una sastrería — Mientras explica el muchacho no quiere parecer idiota demostrando que de hecho Luca le está resumiendo en muy pocas palabras todo.

— Es normal que cuando trafican Opio y latas de Rape, siempre procuraran nunca tocar la mercancía. Por lo tanto fácilmente pueden zafar de la situación si lo llegan a descubrir diciendo que nunca toco la mercancía y todo lo hizo el campesino. Dmitriy no es idiota, por lo que veo es bastante inteligente para aprovecharse de su necesidad ya que le vio solo en la calle y necesitado —

— Hijo de... — Maldice Vladimir por ver como casi le toman el pelo por idiota e ignorante. Eso fue muy peligroso sin saberlo. Un suspiro pasa por sus labios. — Y yo que creía conseguir un buen trabajo... soy muy ignorante... — Dijo para después beber unos sorbos de su infusión.

Luca ve el desánimo del muchacho y se acerca para darle un abrazo por la espalda para sorpresa del chico. Nadie le había dado un abrazo tan lindo como aquel.

— No lo sabes Vlad, pero trabajar para cualquiera que distribuya Opio es muy peligroso. Actualmente me puse al tanto de las noticias de la nación. Me he enterado que Rusia planea invadir las provincias de Moldavia y Valaquia. Me topé con unos Cosacos que estaban reclutando muchachos jóvenes para pelear al frente de batalla. Pero están tomando a cualquier muchacho joven. Y eso no nos ayuda, tenemos que salir de aquí lo antes posible. Además tenemos unos problemas adicionales —

Se sienta nuevamente a su lado con una mirada de preocupación en su rostro.

— Cuando fui a ver en cuanto están los boletos me di cuenta que la moneda italiana no es válida para transportarnos fuera de Moscú. Necesito cambiar las liras a rublos. Pero si no me equivoco no tenemos lo suficiente para comprar los dos boletos, así que esto nos deja opciones muy limitadas. — Dice para después ver la preocupación en el rostro del chico.

"El Amante Del Zar" (Saga "Almas Gemelas" Libro 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora