VIII

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{Harry}

— ¡Zayn!, ¡Zayn! —Busqué por todas partes a mi compañero por su departamento, pero no lograba dar con él. Al único que encontré fue a Liam jugando con su Xbox.

—Zayn no está, recuerdas —Me dijo él sin despegar la vista de la pantalla.

— ¿Y dónde mierda está? —Dije yo, un poco desesperado.

—En su cita con la morena esa.

—Hablando de ella —Me senté en el sofá, al lado de él— Me parece conocida.

— ¿Seguro? —Ahora le puso pausa al juego— Harry, quizás la estás confundiendo con una de todas las mujeres con las que te has acostado —Se encogió de hombros.

—Bueno sí, es una posibilidad, pero estoy seguro de que sí la he visto —Me quedé pensando un rato— En fin, ¿Tienes algo que hacer ahora? —Levanté mis cejas varias veces.

—Pues no, iba a salir con un tipa, pero le cancelé.

—Bien, como el estúpido de Zayn está en una cita en medio de la tarde, y posiblemente llegue a dormir con compañía, tú serás mi acompañante esta noche. Te tengo una rubia... no hay palabras para describirla —Me besé cada punta de mis dedos, tipo <saboreando>.

—Suena genial —Alzó sus cejas varias veces y seguimos conversando, haciendo los planes para qué haríamos esta noche, se nos ocurrió invitar a los demás chicos y así fue, sería una salida de todos, menos Zayn.

Eso le pasa por tener citas.

{Bethany}

— ¿Estás seguro que las ancas de rana son buenas? —Pregunté mirando con desagrado el menú del restaurante — ¿Y los caracoles?

—No hables tan fuerte, hay cientos de personas pertenecientes a la élite de Cambridge, no querrás que piensen que eres una campesina vestida de oro —Me dijo él, tranquilamente.

— ¿Me ves preocupada? —Dije yo, corriendo la carta de mi cara y mirándolo alzando mis cejas.

—Deberías estarlo... —Lo interrumpí.

—Pues mira, no lo estoy —Leí por última vez el menú y lo cerré bastante enojada— No sé, pediré pasta, no pienso enfermarme del estómago en estas instancias, tengo muchas cosas que hacer en el trabajo.

—Bien, que sean dos platos —Hizo un gesto al mozo, el cual vino rápidamente. 

Zayn le dijo que queríamos, más una entrada rara y un aperitivo más raro aún. Noté cómo el mozo miraba hacia mi escote y eso me hizo sentir bien, enserio.

Apenas él se fue, Zayn me miró alzando sus cejas.

— ¿Se te ofrece algo? —Pregunté alzando mis cejas también.

—O te cierras ahí, o te lo cierro yo —Dijo sin más.

— ¿Disculpa? —Bien, creí que estaba hablando en doble sentido, de hecho, me sonrojé por eso. Lo único que hizo él fue apuntar hacia mi blusa y yo entendí— ¿Qué? ¿Celos?

—Quisieras —rió fuerte.

—No te rías tan fuerte, hay cientos de personas pertenecientes a la élite de Cambridge, no querrás que piensen que eres un campesino vestido de oro —Levanté una ceja y él sonrió.

—Touché, eres muy audaz... Bethany —Nuevamente la horrible mueca apareció en su rostro— Ya, súbete ahí—Y sí, le hice caso, no quería entrar en discusiones. 

El plan de 90 días [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora