XIV

24 0 0
                                    

{Bethany}

Habíamos quedado de juntarnos con Zayn en un café que se encontraba en Avenida Londrige para poder terminar el maldito artículo y así poder librarme del trabajo. La cita había quedado fijada a las 10:00 AM y yo iba más atrasada que la mierda. Pensé en que Zayn se aburriría de esperar y se habría ido, así que apuré el paso y llegué tan rápido como mis pies me lo permitieron. Al llegar al lugar comencé a mirar por las mesas buscando la cabellera negra de Malik y finalmente, di con ella en una mesa central. Él estaba concentrado leyendo una revista de deporte y a mí me causó gracia.

—Perdóname —Dije apenas llegué.

Él sólo levantó sus cejas, miró su reloj y luego a mí.

—Veinte minutos de retraso. Estuve a punto de irme, Bethany.

—Ya, no te quejes tanto —Rodé los ojos y amarré mi cabello aún mojado en una cola alta.

—Si quieres mi humilde opinión Bethany, te veías mejor con el pelo suelto —Dijo él, mirándome a los ojos.

—No, no me interesa tu humilde opinión, gracias Malik —Le sonreí cínicamente y él apretó los labios reprimiendo una risa.

—Bueno, entonces tampoco te importará saber que... se te transparenta el brassiere, y tienes el maquillaje de los ojos un poco corrido —Rascó su barbilla con su dedo pulgar y como si nada, llamó al mozo.

Mierda, me había dado vergüenza.

Traté de taparme el pecho con los brazos, puesto que tenía razón; el sostén negro que me había puesto se traslucía por completo a través de mi blusa color blanco. Saqué un pequeño espejo de mi cartera y me miré los ojos, no tenía nada.

—Mentiroso —Dije yo.

—Bueno, es sólo que me produce gracia el hecho de que te sonrojes con cada broma que te hago —Dijo él y justo llegó el mozo.

Zayn se dio el lujo de pedir el desayuno más caro del menú, y yo no tenía mucho dinero.

—Hey hombre, tampoco soy millonaria.

—Esto va por mi cuenta —Dijo él y me levantó una ceja.

—No soy una mantenida, pagaré lo mío —Dije yo, alzando ambas cejas.

—Como quieras —Se encogió de hombros y siguió leyendo su revista, sin darme importancia.

Yo saqué una pequeña libreta de mi bolso, un lápiz y una grabadora.

—Bien, empezaré con las preguntas —Dije yo, mordí un poco el lápiz en la parte de atrás y miré a Zayn.

Él quitó la vista de la revista y me miró de manera sensual.

—Excelente, te escucho —Dijo él, prendí la grabadora y seguí mordiendo el lápiz.

— ¿Cómo fue que te decidiste a ser abogado?

—En realidad siempre me ha gustado esto de ser justo. Siempre he querido ayudar a las personas a solucionar sus problemas mediante las leyes y recibir las <gracias> cuando el objetivo está cumplido —Claro, se hace el tierno para la entrevista.

Mordí el lápiz nuevamente y pensé la próxima pregunta.

—Si no hubieses sido abogado, ¿A qué te dedicarías?

—Sinceramente creo que me habría ido por la parte más artística, ya sabes, hubiese cantado, actuado, modelado o pintado. En realidad me gusta hacer todo eso.

El plan de 90 días [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora