Capítulo Extra

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Aquellos amables transeúntes derivaron a Bethany al hospital, el mismo al que había asistido hace algunos meses con Zayn. La chica estaba casi inconsciente, lo único que recordaba, era el hecho de estar sentada en aquel banquillo, intercambiar ciertas palabras con aquella anciana, y luego todo se volvió negro.

- ¡Ayuda, ayuda por favor!

Gritó la mujer, obteniendo la atención de varios paramédicos y enfermeras. Le preguntaron ciertas cosas a la mujer, pero dado que recién había conocido a la chica, no pudo decir nada. Todos estaban desesperados, ya que nadie sabía su procedencia, excepto una persona.

-Yo me haré cargo, llévenla a mi box de atención.

-Emmanuel, tú no eres obstetra -Alegó una enfermera.

-He dicho que me haré cargo, yo conozco a esta señorita.

Y así ocurrió, las enfermeras trasladaron a la chica hacia la sala de atención de Emmanuel Gonzalez, el antiguo amor de Bethany. Como todo un experto, y con la ayuda de uno de sus mejores amigos quien si era obstetra, anestesió a la chica, le hizo ciertos masajes de relajación, para que se dilatara más y así no tener problemas en el parto.

Ella no daba ningún atisbo de vida, pero gracias al electrocardiograma, se podía decir que aún tenía signos vitales.

- ¿Cuánto tiempo le quedaba? -Preguntó el amigo de Emmanuel.

-A juzgar por su panza, creo que ya estaba en las últimas.

El amigo asintió y con la ayuda de una máquina especial, separó las piernas de la chica y comenzó con el trabajo de parto. Emmanuel tomó la mano de Bethany y la colocó sobre su pecho. Se quedó mirando fijamente a sus ojos, aquellos ojos verdes de los que jamás pudo olvidarse.

Él no podía creer que estaba asistiendo el parto del amor de su vida, independiente que el bebé no fuera de él. Se quedó sumido en sus pensamientos, hasta que el llanto de un bebé cambió el temple de toda la sala. Emmanuel miró perplejo a su amigo, quien tomaba con gran maestría al bebé. Con la ayuda de unas enfermeras, lo limpiaron por completo, y luego le pusieron ropita.

Derivaron a la inconsciente Bethany a una sala normal, siempre acompañada de Emmanuel, y ahora, de su hijo, de quien aún no se tenía conocimiento del nombre.

***

-Mira James, él es tu nuevo primo y mejor amigo... ¿Es bonito, no crees? -Bethany sintió a lo lejos una voz muy conocida, era Marny.

Abrió lentamente los ojos y la vio a ella con su bebé, a su padre con una amplia sonrisa, a su madre con un pequeño bulto en sus brazos y con lágrimas por doquier, y finalmente, divisó a Emmanuel, con su característico cabello castaño claro, sus ojos azules y su sonrisa de modelo europeo.

- ¿Qué rayos ha ocurrido? ¿Ya me morí? -Preguntó la morena chica. Su comentario causó risa en todos.

-Acabas de dar a luz, Bethany -Dijo Emmanuel, quien se acercó a la paciente y tomó su mano.

Nadie decía nada, sólo presenciaban la escena.

El único pensamiento de Bethany era...

¿Dónde está Zayn?

¿En serio era posible que se haya perdido el nacimiento de su hijo?

Y sí, la respuesta era un sí.

Estiró los brazos para por fin cargar a su hijo, quien era lo más hermoso que había visto en toda su vida. Era perfecto, lo amaba mucho.

- ¿Y cómo se llama?

Preguntó su madre.

Y recién fue ahí cuando Bethany cayó en la cuenta de que aún no lo había nombrado de ninguna manera. Lo había estado pensando, y claramente no tendría un nombre que le recordara mucho a su ex, así que se decidió por algo que le recordaba a un buen hombre, sí.

-Se llama Edward -Anunció Bethany y todo el mundo se alegró.

Y aunque suene extraño, James también lo estaba, podía notarse en sus hermosos ojos color azul, heredados de su madre.

- ¿Qué vas a hacer ahora? -Preguntó la mejor amiga de la chica.

Ambas sostenían a sus respectivos hijos en sus brazos.

-Nada.

- ¿No vas a decirle esto a Zayn?

- ¿Qué ganaría? -La morena rió cínicamente- ¿Él vendría corriendo por mí?

-Pero es su padre, Bethany.

-Pero desaprovechó la oportunidad de estar con él. Si en un principio, Zayn hubiese sido un adulto responsable y un poco comprometido, Emmanuel no hubiera sido la persona que me hubiera atendido en el parto, yo no estaría acá en México y tú tampoco. Por cierto, ¿Has venido sola?

-Así es, tu madre me llamó sólo a mí. Le dije a Niall que vendría a verte, pero que él no viniera -La chica rubia le sonrió a su mejor amiga, y esta comenzó a llorar- ¿Qué ocurre?

-Yo quería que Edward creciera en un ambiente familiar lleno de alegría, no me gusta nada esto de ser madre soltera -La chica secó sus lágrimas y Marny colocó una mano sobre las manos de ella.

- Bethany, el no tener una pareja, no quiere decir que Edward crecerá infeliz. Sé que tu bebé tiene el aguante que tú tienes. Eres una mujer fuerte que siempre ha sabido cómo salir adelante, ¡No pienses en personas que no valen la pena! ¡A la mie*da Zayn! ¡A la mie*da Danna! ¡A la mie*da José! ¡A la mierda todo! Enfócate en tu hermoso hijo, y si tú quieres, hay una persona que te ama. Sólo debes darte cuenta.

- ¿Te refieres a...? -La chica rubia la interrumpió.

-Me refiero a la persona que hizo de tu primera vez un hecho inolvidable, la persona que a pesar de que han pasado casi siete años, no te ha olvidado, ¡Aquella persona que estuvo contigo cuando nació tu hijo!

-No sé, tengo que pensarlo.

-Sabes que estoy aquí para ti. Amanda, Pam y tu prima también lo están, Niall, Louis, Liam y Harry también. Tus padres, y los míos, ¡No estás sola mujer! ¡Arriba el ánimo que la vida continúa!

Ambas comenzaron a llorar de felicidad mezclada con tristeza.

Independiente de todas las cosas que su mejor amiga le había dicho, ella seguía amando a Zayn, es decir, el amor no se va de un día para otro. Aún no podía olvidarse del hecho de que su amado había preferido hacer una vida al lado de Danna, aún no podía asimilarlo.

Ella creía que él sería el hombre de su vida, habían pasado tantas cosas juntos que... parecía ser que Zayn era el indicado, pero las apariencias engañan...

¿No?

Ahora sólo le quedaba re-hacer su vida, junto a las personas que de verdad valían la pena. Ella tenía que dar todo por su bebé, dar el doble, ya que no tenía una figura paterna con ella. Se quedaría en su país natal, viviría la vida al máximo, y siempre digna, como su madre le había enseñado a ser.

Pensando que Edward preguntaría por su padre y bueno, ella no podría ocultárselo por siempre; así que tarde o temprano tendría que volver a verlo.

¿Pero sería solo por Edward?

El plan de 90 días [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora