El plan de 90 días [TERMINADA]

XXI

{Bethany}

—Bethany, ven ahora mismo para acá —Me dijo Marny, esperándome fuera del ascensor de la oficina. Al parecer, ella y Pam me harían un mini-interrogatorio, para saber qué había pasado conmigo la noche anterior.

— ¿Sí? ¿Qué pasa? —Traté de desviar el tema e hice una cara graciosa.

—No es necesario ocultarlo Bethany, ya todos están hablando de <aquello> —Me dijo Pam, negando con su cabeza y a la misma vez riendo.

— ¿Aquello? No tengo idea qué es aquello, lo siento —Me encogí de hombros y me dirigí camino a mi oficina, pero Pam me interrumpió el paso, Marny se puso delante de mí y me agarró de los hombros.

—Eres una pe**a, Niall y Louis ya abrieron la boca —Levantó una ceja y me miró fijamente.

Mie**a, son unos hocicos de tarro... no, Zayn es un hablador.

— ¿Louis? —Pregunté, desviándome nuevamente— ¿Estás saliendo con Louis?

—No me cambies el tema, morena —Dijo Pam, molestándome. Ella sabía que Zayn me llamaba así—Y sí, estamos <saliendo>.

—Por la mier*a que son rápidas, Dios mío —Abrí grande mis ojos y coloqué una mano en mi pecho, siendo melodramática.

—Ya Bethany, deja de darle vueltas al asunto —Me dijo Marny, ahora gritando— ¿Te acostaste con Malik sí o no?

—No, no me acosté con él... Estará bien bueno, pero seguiré con los noventa días, así sea lo último que haga —Rodé los ojos y ellas negaron con la cabeza— Además, es cosa mía —Les levanté el dedo de en medio a ambas, a veces me molestaba que fueran tan así.

— ¿Bethany? —Cuando estaba en mi oficina, Ramona, la recepcionista tocó para entrar.

—Adelante, Ramona —Sonreí y ordené unos papeles.

—Te dejaron esto en recepción —Me entregó un paquetito de color morado con toques de fucsia, tenía una nota pegada y miré de nuevo a la chica.

— ¿Quién lo dejó? —Pregunté mordiendo mi labio.

—Me dijeron que no te lo dijera, ya que debes averiguarlo por ti misma —Sonrió y luego abandonó el despacho.

Iba a abrir el regalo, pero la voz de un vejete me interrumpió, junto al de mis dos chillonas y feas amigas.

—Bethany, necesito que vengas —Era José, se veía un poco estresado.

No le dije nada, sólo lo seguí hacia su oficina, en donde había una larga fila de chicas, esperando no sé qué.

— ¿Qué ocurre José? —Preguntó Marny, siempre con su tono desafiador.

—Sucede que creí que podría llevar la revista solo, sin la ayuda de una mano derecha, pero me di cuenta de que no puedo... estoy al ciento por ciento estresado y me di la libertad de hacer una entrevista para conseguir una chica nueva —Dijo él, sonriéndonos a nosotras tres.

— ¿Y nosotras qué? —Preguntó Pam— Es decir, ¿Qué tenemos que ver nosotras acá?

—Ustedes, mis más amadas empleadas, me ayudarán a elegir a la chica —Todas rodamos los ojos por la palabra <amada>, él rió e hizo pasar a la primera chica.

Una mie**a.

Hueca total, rubia, de pelo liso. Pasó la segunda, una chica de mediana estatura, me caía bien, puesto que era muy calladita, pero eso a José no le gustó... claro, olvidaba que él quería alguien para acostarse también.