- Todo está listo Rachel- dice Ethan asomándose por la habitación mientras me peinan.
Yo asiento.
Salimos juntos de la habitación.
-¿Y tu discurso?- dice mostrándome la hoja en la que tiene el suyo.
- No me hace falta, se perfectamente lo que tengo que decir.
Él pone cara de preocupación pero no dice nada.
Nos damos la mano y atravesamos la puerta que nos separa de la prensa.
Los flashes se disparan y yo me posiciono en la tarima para hablar.
- Iré al grano- digo con expresión seria- quizás tenga diecisiete años, no sepa mucho de este mundo, pero creo que no se me está dando la oportunidad de aprender. Desde el minuto número uno hemos sido judgados por todo lo que hemos hecho, pues bien, me gustaría pedir disculpas por lo sucedido el día antes de la presentación en Suecia. Somos jóvenes, creo que es un dato que todos olvidan. Nosotros en ese momento olvidamos que somos caras públicas, pero lo que no saben todos ustedes es todo lo que conlleva. Nos sentimos abrumados por un momento y ambos cometimos un error.
Hago una pausa para continuar.
- Creo que somos humanos, y cada uno de nosotros cometemos errores, pero por ello no creo que ambos debamos de ser judgados toda nuestra vida a cargo de ambos países. A pesar de ser jóvenes, también creo que hemos madurado, especialmente yo. Me ha costado adaptarme a esta nueva situación y asumir mis responsabilidades. Una vez dicho todo esto espero que nos traten de forma más justa, porque estamos aquí para ayudar al pueblo. Yo no vengo solo a gobernar, vengo especialmente a ayudar, quiero escucharles, pero para ello creo que deben dejarme hacerlo.
Me retiro a un lado esperando la intervención de Ethan. Todos los periodistas comienzan a aplaudir y se levantan. Yo hago caso omiso al gesto.
- Primero decir que estoy de acuerdo en todo lo que ha dicho Rachel- dice él desplegando su discurso- mi discurso hoy va dirigido al pueblo pero especialmente a ella- dice señalándome.
Yo me sorprendo por lo que ha dicho.
- Hoy los hemos reunido porque ayer por la noche Rachel vio ésto- dice proyectando la imagen de las calles de New York con aquel titular que me dejaba fatal- Ella no lo ha mencionado porque sé cómo es. No tenía ni idea de qué iba a decir hoy aquí, pero sabía que no iba a comentar nada al respecto por respeto. Pues bien, es mi prometida, y como tal no puedo permitir que se la degrade de esta forma.
Dice él haciendo una pausa.
- Yo no soy heredero del trono, la heredera es ella, del mismo modo que en Suecia el heredero soy yo y no ella- dice él explicándose- aquí mi única misión es ayudar a Rachel y mantener ambos países unidos.
Ethan me mira y me sonríe.
- Y como veo que no te valoran, les intentaré mostrar cómo eres- dice él para continuar leyendo- No conocen a Rachel. Rachel, es el tipo de persona que no quiere lujosos vestidos y peinados reales, Rachel se conforma con sus vaqueros y una coleta. Rachel es el tipo de persona que llega al trono y asume el cargo sin preparación previa solo por ayudar a su familia. Rachel es el tipo de persona que va a un centro de animales a ayudar y logra convencer a ambos palacios para adoptar dos perritos maravillosos. Rachel es el tipo de persona que juega con su hermana más pequeña hasta que ésta se duerme o ayuda a su otra hermana con cualquier problema. Por lo visto, esa no es la Rachel que ustedes conocen, no, no lo es, porque estoy seguro de que si realmente la conocieran como lo hago yo, se darían cuenta de que es una persona humilde, trabajadora, familiar y ambiciosa. Tiene unos objetivos claros y, un proyecto y creo que puede conducir Inglaterra por un nuevo camino. Es el comienzo de su reinado, su proyecto y yo no dudaré en estar a su lado, especialmente en estos momentos tan difíciles generados por el estado de salud de su padre. Rachel- dice llamándome- que no te engañen, eres mucho más que una simple heredera.
Una lágrima cae por mi cara. Es la primera vez que Ethan me hablaba de ese modo: siempre estábamos peleando.
Cuando Ethan baja le doy un abrazo y salimos de la habitación.
- Gracias- digo llorando y volviendome a abrazar a él.
La prensa comienza a salir detrás nuestro y no paran de hacer fotos de nosotros dos abrazados.
- No podía dejar que te traten así-dice él en mi oído- te mereces un respeto.
Yo asiento y comenzamos a avanzar por el pasillo para alejarnos de la prensa.
- Además estaba celoso- dice él mirándome- nadie puede meterse contigo, solo yo.
Yo me río ante su comentario.
Los guardias se colocan detrás nuestro e impiden que los fotógrafos avancen y asegurándose de que abandonan el edificio.
Entramos a nuestra habitación.
- Ethan, quiero ir a ver a mi padre- digo yo quitándome el peinado y haciéndome una coleta.
Él asiente y sale de la habitación. Yo me pongo ropa normal y cuando bajó Ethan me está esperando en un coche.
Él chofer nos lleva hasta el hospital. Bajo corriendo y el abro paso entre la prensa.
Corro por los pasillos hasta llegar a su habitación.
Abro la puerta y lo encuentro dormido.
- Papá- digo suavemente.
Él abre los ojos y me mira.
- Rachel, supongo que ya lo sabrás, el sábado seréis coronados y os casareis a la vez- dice con voz débil.
Yo asiento con lágrimas en los ojos.
- Rachel, se cómo eres, te he visto en la televisión, ambos habéis dicho lo que debíais hacer- dice él tosiendo.
- No quiero que te despidas, vas a salir de esta- digo yo apretando los puños.
Él niega con la cabeza.
- Me estoy muriendo Rachel, es muy probable que en la operación muera- dice él- si no fuera por ti no sé cómo lo hubiéramos hecho, tu madre no sería capaz de hacerlo sola, no quería. Lo hablé con ella y dijo que era mejor que lo hicieses tú.
Yo asiento y me seco las lágrimas.
- Gracias Rachel por todo, has demostrado tener un corazón noble- dice él- recuerda lo más importante es que seas tú misma.
Yo asiento y le doy dos besos antes de irme.
Mi madre y mis hermanas esperaban fuera para poder entrar.
Mi madre me abraza y entra con ellas.
Me siento con Ethan en la sala de espera.
- Sé que no es buen momento pero debemos volver- dice pasándome la mano por la espalda.
-Lo sé, vamos la coronación y la boda es mañana- digo levantándome de la silla sacando fuerzas de dónde no las tengo.
Al cabo de media hora estábamos haciendo los trámites necesarios para la coronación. Mi padre había firmado días antes cuando nos encontrábamos en Suecia, por si le pasaba algo antes de que llegáramos.
Acabamos todo después de comer y cada uno nos fuimos por un lado a probarnos la ropa que llevaríamos mañana.
ESTÁS LEYENDO
Aprendiendo a ser princesa (En Edición)
Teen FictionSECUELA YA EN MI PERFIL: LEJOS DE LA REALEZA _________________________________________ Seguir las reglas no es nada fácil. Sobre todo si tu vida de adolescente se ve interrumpida por la trágica muerte de tus padres y, casualmente, este acontecimient...