Capítulo 37 - ¿Huída?

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En ese momento oímos como se abre la puerta y nos separamos rápidamente.

- Ups - dice Niko - siento interrumpir, me he dejado esto- dice mientras agarra su tarjeta de crédito.

Rápidamente sale de la habitación cerrando tras de sí la puerta.

Se hace el silencio en la habitación.

De repente nos miramos y ambos comenzamos a reírnos.

- Te he echado de menos - digo tras unos minutos en silencio.

Él sonríe.

- Estoy acostumbrado a jugar con la muerte - dice él - ya nos hemos visto cara a cara varias veces.

- Lo sé - digo esbozando una pequeña sonrisa.

- Para tu desgracia tendrás que aguantarme de nuevo - dice él mirándome con ironía.

Yo le abrazo y comienzo a llorar en su hombro.

Él no dice nada, tan solo me rodea con sus brazos dándome palmaditas en la espalda.

- Lo he pasado muy mal - susurro en su oído - pensaba que no solo iba a perder a Tom, sino también a ti.

- ¿Tom?¿Está ...? - dice separándose alarmado.

Veo como su cara palidece.

- Sí - digo finalmente.

Él vuelve a rodearme con su brazos.

- Mierda - susurra y veo de reojo como también está llorando.

Al cabo de unos minutos ambos nos secamos las lágrimas.

- ¿Qué tal está Julia?- dice él con los ojos rojos - parecía estar bien cuando me he despertado.

- Al principio lo llevó muy mal, pero luego ha sido la que mejor lo ha asimilado, me ha dado mucho apoyo - digo yo con un hilo de voz.

- Lo superaremos, ¿vale? - dice pasándome un brazo por el hombro.

- Lo sé - digo mientras recuesto mi cabeza sobre su pecho.

Nos quedamos en esa posición mirando las vistas de la ciudad hasta que perdí la noción del tiempo.

De repente llamaron a la puerta.

Levanto mi cabeza para mirar a Ethan y veo que se había quedado dormido.

Me incorporo despacio y camino hacia la puerta.

- Le van a dar el alta a Ethan - dice Niko nada más abrir la puerta.

- Pero si se acaba de despertar- digo extrañada.

- Consideran que va a estar mejor en casa, lo único que necesita es unos días de reposo, los análisis que le han hecho hace un rato han salido bien - dice él emocionado.

Yo sonrío y abro más la puerta para que pudiera ver a Ethan.

- Pues parece que el bello durmiente no tiene intención de irse - digo yo apoyándome en un lado de la pared.

- Chicas no se puede correr por los pasillos - oigo que dice un enfermera.

Me asomo y veo a Julia y mi hermana jugando.

- Perdone - digo agarrando de la mano a ambas niñas.

- No se preocupe - dice sonriéndo - por mi no hay problema, pero ya sabe, protocolos del hospital.

- Si lo sé, es normal - digo mirando a ambas - chicas, vamos dentro.

Llevo conmigo a ambas y entro a la habitación. Veo como mi primo ha despertado a Ethan, quien trata de levantarse de la silla de ruedas.

Aprendiendo a ser princesa (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora