Capítulo 25 - Niños y más niños

2.7K 156 1
                                    

El móvil de Ethan suena.

Noto como algo debajo de mí gruñe.

Abro los ojos y nos encuentro abrazados.

Ethan a pesar del sonido de su teléfono no se despierta.

Yo me deslizo por la cama para intentar salir de entre sus brazos.

Cuando lo consigo, voy hasta mí vestidor y suspiro.

Necesito un chándal, no va a ser fácil encontrarlo entre vestiditos de la realeza.

Tras un buen rato buscando, encuentro un cajón con ropa deportiva.

Me pongo unas deportivas, un chándal y salgo a los jardines a correr.

Desde que conocí a Liz y Sonia, siempre salíamos a correr por las tardes.

Saqué el móvil y encontré muchas llamadas perdidas suyas.

Llamé a Liz, puesto que es la que siempre está más atenta al móvil.

- ¿Rebecca?- dice ella

Yo suspiro.

- ¿Está Sonia contigo?- pregunto yo.

- Si, te pongo en altavoz- dice ella y yo espero unos segundos- listo.

- Chicas, espero que me perdonéis algún día esto, no me llamo Rebecca, soy Rachel Windsor, y no, mis padres no son unos científicos, mis padres murieron en un accidente...- digo antes de que Sonia me interrumpiera.

- Espera, espera... ¿Rachel Windsor?-dice ella asombrada.

- Si- digo un poco decaída.

- Liz, nuestra jodida amiga es la reina de Inglaterra.

- ¿Cómo?- dice ella- Becca, déjate de bromas.

- No está bromeando, mira... si buscas Rachel Windsor en Google salen fotos de Rebecca pero castaña.

- ¿Cómo nos has podido mentir?- dice Liz alterada- no te digo que nos lo dijeras desde el primer momento, pero nos hemos vuelto muy amigas.

- ¿No confiabas en nosotras?- pregunta Sonia decepcionada.

- No se lo podía decir a nadie, ni si quiera a vosotras, espero que me podáis perdonar- digo yo sollozando- os quiero chicas, gracias por todo y por favor perdóname, espero vuestra llamada si algún día lográis hacerlo.

Cuelgo el teléfono.

Comienzo a correr por los jardines dando vueltas.

Cuando voy por la quinta vuelta veo a Ethan en un lateral haciendo flexiones.

Éste cuando me ve se levanta.

- ¿Desde cuándo haces ejercicio?- dice arqueando una ceja- has cambiado mucho.

- Todos cambiamos con el tiempo- le digo para continuar con mi recorrido.

Cuando doy la décima vuelta me siento en el césped muy cansada.

- Majestad, tome le ayudará a recuperar fuerzas- dice una de las empleadas del castillo.

Yo asiento y le sonrío agradecida.

Nunca he sido una experta en infusiones, pero he de reconocer que estaba muy bueno.

- ¿Qué es?- le digo a la mujer devolviéndole el vaso.

- Es té verde- dice ella sonriente- le vendrá muy bien después del ejercicio, es una antioxidante.

- Pues muchas gracias- digo yo levantándome.

Aprendiendo a ser princesa (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora