Capítulo 26 - Te lo prometo

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Al poco rato llega otra trabajadora y se hace cargo de los niños.

Salgo al pasillo y me encuentro a la mujer que nos ha enseñado todo ésto con ambos niños.

- Chicos, tenéis que aceptarlo, mamá y papá no van a volver- dice ella un poco desesperada- pero van a estar siempre cuidando de vosotros.

- Mamá prometió que volvería- dice la niña llorando.

Ella suspira y se gira mirándome.

- Chicos ahora vuelvo- dice y ellos asienten entre lágrimas.

- ¿Qué les sucede?- digo yo preocupada avanzando por el pasillo junto a ella.

- Su padre era drogadicto, murió de sobredosis y su madre los dejó aquí una semana antes de morir, estaba muy enferma- dice cabizbaja- le dijo a los niños que volvería pronto y ellos siguen pensando que su madre los vendrá a buscar.

Yo me horrorizo ante aquello.

- Pobrecitos- digo yo triste.

- No se ya lo que hacer para que se calmen - dice ella mirándome.

- Deja que yo lo intente- digo y observo su sorpresa- ya he afrontado cosas así con Nicole hace meses en el castillo.

Ella ríe y asiente.

Volvemos dónde antes y ella entra a clase mientras yo me siento con ambos niños llorando.

Saco dos caramelos de mi bolsillo y les doy uno a cada uno.

Ellos me miran y se lo comen en silencio.

- Yo soy Rachel- digo bajo la atenta mirada de ambos - ¿cómo os llamáis?

- Tom- dice el niño- y ella Julia.

Yo asiento.

- ¿Por qué no vamos con vuestros compañeros?

- No. Mamá vendrá a buscarnos- dice la niña sollozando - ella lo prometió.

- Chicos, vuestra madre os cuidará siempre...

- ¡Mamá no está muerta!- dice el niño alzando la voz- Papá si lo está.

Yo miro hacia el suelo y suspiro.

- Ahora tenéis que empezar de cero, haces amigos, van a ser vuestra nueva familia.

- No quiero una nueva familia- susurra Julia.

- Julia- digo pasándole un brazo por la espalda- a veces uno no elige las cosas, pero tienes que salir adelante. Vuestras profesoras se preocupan mucho por vosotros y supongo que vuestros amigos de ahí dentro también.

Ella me mira fijamente.

- A veces uno tiene que hacer cosas que no le gustan mucho por todas las personas que se preocupan por nosotros- digo yo intentando convencerla- además vuestra madre querría eso para vosotros.

- Tiene razón Tom- dice la niña con su vocecita- mamá no va a volver- añade limpiándose las lágrimas.

El niño me abraza y vuelve a llorar.

- Tranquilo Tom, llora lo que tengas que llorar, es normal- digo acariciándole la espalda- pronto estarás mejor, ya verás.

Estoy como media hora en la misma posición: Tom llorando abrazado a mí y Julia agarrándome la mano.

Cuando Tom se tranquiliza, le limpio las lágrimas con un pañuelo y entró con ellos a clase.

- ¿Cómo lo has hecho?- dice su profesora al ver como ambos se sientan a jugar con el resto de niños.

- Solo necesitaban llorar un poco- digo yo sonriendo mientras los miro orgullosa.

Ethan entra por la puerta.

- Perdonad, he tenido que volver al castillo, dinos qué podemos hacer- dice dirigiéndose a la profesora.

- Bueno, algunos niños querían estar con vosotros, así que supongo que con eso bastará- dice ella.

Yo asiento.

Me acerco hacia Tom y Julia.

- ¿Estáis mejor?- pregunto y ambos me miran con los ojos hinchados de llorar.

Ambos asienten y yo sonrío.

- Majestad- oigo a mis espaldas y me giro viendo a un niño de unos seis años- ¿Tú eres como nosotros?

- ¿ A qué te refieres?- digo agachándome para quedar a su altura.

- Tus padres ya no están, pero como eres reina te dieron otros de repuesto- dice él cabizbajo- eso no lo harán con nosotros.

- No me dieron otros por ser reina- digo sonriendo - me pasó lo mismo que os pasará a vosotros en un tiempo, llegará una familia que os querrá mucho.

- ¿Me lo prometes?- dice el niño.

- Por su puesto- digo mientras oigo a una niña reír mientras hablaba con Ethan.

- Majestad, yo quiero ser una princesa, ¿qué debo hacer?- dice una niña más pequeña.

Yo río

- Llamarme Rachel, y no tienes que hacer nada, porque ya lo eres - digo y a la niña se le ilumina la cara.

Miro a Julia y a Tom, los cuales se encuentran a mi otro lado.

- Rachel, ¿cuándo volveréis?- dice Julia al ver que la miro.

- ¿Quieres que volvamos?- digo yo asombrada.

Ella asiente y su hermano hace lo mismo.

- Volveré con una condición- digo alzando una ceja - os vais a portar bien y no vais a llorar más, vuestra profesora me dirá si cumplís todos los días con el trato. Si no lo hacéis no volveré.

- Vaaale- dice Tom cruzándose de brazos.

- Trato hecho- dice Julia emocionada- pero si lo hacemos vendrás todas las semanas.

- Julia no puedo prometer eso - digo yo revolviéndole el pelo - tengo que cumplir muchas obligaciones, pero prometo que siempre que pueda vendré.

Ella salta emocionada y Tom sonríe.

Al cabo de hora y media y tras haber hablado y jugado con muchos niños, Ethan y yo debíamos volver al palacio.

Nos despedimos de todos y cuando Tom se acerca a mí me susurra en el oído: " Pero por favor, tú si tienes que volver, no puedes ser como ella"

"Te lo prometo" - Susurro en su oído.

Él se separa y vuelve corriendo hacia su hermana la cual nos despide con la mano.

- Veo que has hecho hoy amigos de tu edad mental- dice Ethan intentándome molestar.

- No tantos como tú - digo yo alzando una ceja.

Él ríe.

- Tienes razón, se me dan bien los niños, las mujeres, ser el príncipe y rey perfecto de dos países al mismo tiempo, soy...

- Frena el ego - digo yo mientras abro la puerta.

De repente un montón de flashes disparan hacia nosotros.

Había olvidado lo impertinentes que pueden llegar a ser los paparazzi.

Me quedó paralizada sin saber lo que hacer: había olvidado esta vida, de nuevo Rachel Parkers, aquella que había logrado volver a aparecer a través de Rebecca, volvía a desaparecer emergiendo Rachel Windsor.

Aquella idea me aterraba.

"Rachel"- oigo de fondo a Ethan.

"Rachel"- dice tocándome del brazo.

¡Rachel!- oigo justo cuando me desplomo en el suelo, y me sumerjo en una profunda oscuridad.

Aprendiendo a ser princesa (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora