Capítulo 31 - Celos

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Cuando ambas estamos listas subimos al coche de Ámber para iniciar nuestro camino al hotel.

En la radio comienza a sonar una de mis canciones favoritas. Ambas nos ponemos a cantarla.

" This is gonna hurt but I blame myself first
'Cause I ignored the truth
Drunk off that love, my head up
There's no forgetting you

You've awoken me, but you're choking me
I was so obsessed
Gave you all of me, and now honestly, I got nothing left

I loved you dangerously
More than the air that I breathe
Knew we would crash at the speed that we were going
Didn't care if the explosion ruined me
Baby, I loved you dangerously..."

- Rachel, cantas impresionante - dice ella asombrada - deberías presentarte a algún concurso de canto.

- Ajá, ¿te imaginas los titulares?- digo yo riendo - La reina de Inglaterra se presenta a...

- Pues perdona, pero les dejarías con la boca abierta- dice ella aparcando en el parking del hotel.

- No es para tanto - digo abriendo la puerta y recolocándome el vestido.

- No te lo bajes tanto, sino Ethan y el resto de chicos que te tienen que mirar para darle envidia a Ethan, no podrán verte esas hermosas piernas - dice ella cerrando el coche.

Yo la fulmino con la mirada.

- ¿Ya te he dicho que te odio?- digo caminando hacia la entrada.

Ámber me sigue y nos dirigimos hacia la discoteca.

La sala estaba llena de gente, gran parte de ellos, iban ebrios.

- Pero que fiestas se montan en mi hotel - dice ella aplaudiendo - bueno, voy a dar un vuelta a ver quién está, ¿vienes?

- Me quedo en la barra hasta que vuelvas - ella asiente y mientras se va yo tomo asiento en la barra- ponme lo más fuerte que tengas.

- ¿Siempre dices a los barman lo mismo?- dice el chico sonriéndo.

Entoces recuerdo que la última vez que estuve, pedí lo mismo.

Yo me echo a reír y asiento.

- Que forma de empezar la noche - dice poniéndome un cubata con un líquido rosa.

Yo sonrío y me giro para mirar hacia la pista de baile.

Veo que Ámber estaba hablando con un chico rubio que se encontraba se espaldas.

De repente me señala y el chico se gira: Ethan.

Rápidamente giro la silla hacia el barman y este me mira confuso, tiene que pensar que estoy loca.

- Soy yo, o intentas evitar a tu marido- dice él con cara cómica - ¿Problemas en el paraíso?

"Sobre todo paraíso", pienso.

- No, para nada - digo yo terminándome el cubata - tú solo tráeme otro de estos.

Él lo prepara y en dos minutos iba por el segundo cubata.

Aprendiendo a ser princesa (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora