Capítulo 39 - Reflexiones

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- Nunca he estado en un avión - dice Julia mientras yo trato de abrochar su cinturón.

Yo sonrío al escuchar su comentario.

Ethan se levanta de la silla de ruedas y se sienta a mí otro lado lentamente.

Cuando por fin se encuentra sentado suspira a causa del dolor.

Yo lo miro preocupada.

- Tranquila - dice adivinando lo que estaba pensando.

Yo asiento mientras comienzo a ponerme nerviosa. Ethan y yo nos habíamos distanciado bastante en estos últimos días.

Mientras que yo, con ayuda de mi padre, trataba de solucionar los problemas relacionados con el atentado desde el castillo, él tenía que someterse durante horas a rehabilitación para poder recuperar por completo la movilidad.

- ¿Qué pasa? - digo el darme cuenta de que su mirada se mantiene fija en mí.

Él niega con la cabeza y no pronuncia palabra.

- ¡Quiero atravesar las nubes!- dice Julia tratando de mirar por la ventanilla mientras el avión comienza a moverse.

Yo sonrío levemente y recuesto mi cabeza sobre el asiento.

Ella me mira y toma mi mano acercándose hacia mi.

- ¿Queda mucho?- dice una vez finalizado el despegue mientras apoya su cabeza en mi brazo.

- Julia, acabamos de despegar - digo riendo.

- Suecia está algo lejos - oigo la voz de Ethan.

- No me gusta Suecia - dice de repente Julia - yo quiero estar cerca de casa.

- Ahora Suecia será tu casa por un tiempo - digo acariciando su pelo.

- Altezas, ¿desean algo?

- Para mí, lo de siempre Susan- dice Ethan sin levantar la vista del móvil.

La azafata dirige su mirada hacia mí y yo niego con la cabeza.

- Yo quiero un batido de chocolate - dice Julia a mí lado.

Susan sonríe y asiente.

- Hay cosas que nunca cambiarán - digo mirando a Ethan haciendo una mueca.

- ¿Por qué lo dices?- dice él extrañado.

- Sigues pidiendo cafés de cincuenta libras - digo yo molesta.

Él pone su mirada en mí con expresión seria.

Odiaba cuando hacía eso. Su mirada se oscurecía y era imposible descifrar qué es lo que estaba pensando en ese momento.

A raíz del atentado había vuelto aquel Ethan frío, orgulloso y calculador con todo el mundo, salvo con Julia, la cual se había convertido en su ojito derecho.

Yo suspiro al ver que hace caso omiso a mí queja.

Vuelvo la mirada hacia Julia y veo que se ha quedado dormida. Con cuidado la recuesto en su asiento y le echo por encima una manta.

Ethan y yo volvemos a cruzar miradas.

Tras unos minutos tensos decido tomar el móvil y revisar las redes sociales.

Cada día que pasaba éramos más conocidos. A raíz del accidente miles de personas comenzaron a seguirme en instagram.

No me gusta la clase de persona en el que me estoy convirtiendo. Siento que no tengo las riendas de mi vida.

- Sé en qué estás pensando - dice Ethan sacándome de mi trance.

- ¿Qué?- dirijo la mirada hacia él.

- Que sé en que piensas, por extraño que parezca - dice él levantando la mirada del libro que estaba leyendo y dirigiéndola a mí.

Yo me mantengo en silencio y miro por la ventanilla.

Ethan me conocía más de lo que pensaba. Habíamos convivido unos cuantos meses durante las veinticuatro horas del día, ello le permitía descifrar mis pensamientos y comprender las expresiones que hacía en todo momento.

- ¿Qué va a ser de nosotros a partir de ahora?- digo con tono serio.

- No lo sé - dice cerrando el libro.

Yo suspiro y vuelvo a dirigir la mirada hacia él.

- Si sigues pensando que deberías haberte quedado en Estados Unidos...- dice Ethan serio - entonces creo que deberías volver.

Yo me echo a reír irónica.

- ¿Enserio Ethan?- digo yo evitando mirarle a los ojos - se lo que piensas, soy patética por seguir pensando en que puedo llevar una vida normal.

- No pienso eso - dice él con tono firme.

- Ya claro...- digo yo recostándome en el asiento.

- Rachel, aceptalo, nadie elige dónde nace, a tí te toco ser la princesa heredera, sí, pero ¿y qué?- dice él mientras yo me giro para mirarlo con incredulidad.

- Cállate, solo quiero ser una adolescente normal - digo con lágrimas en los ojos.

Él se levanta de su asiento y me toma de la barbilla para que lo mire a la cara.

- Mi abuelo solía decirme de pequeño que la vida no se elige, te toca aleatoriamente y es en cómo enfrentas los problemas lo que verdaderamente te define - dice él apartando su mano de mi barbilla para volver a su asiento - y yo creo que estás decidiendo optar por huir de ellos, no enfrentarlos.

Yo lo miro seria mientras pienso en lo que me había dicho.

- No tienes obligación de hacer todo ésto, abdica, pide el divorcio, yo no me opondré a firmarlo - dice él con tranquilidad - y sobre todo, explícale a Julia el por qué lo haces, antes de irte.

Yo suspiro con nerviosismo.

- A lo mejor sería lo mejor para todos - dice él por último para hacerme sufrir

Una lágrima cae por mi mejilla.

- Está bien, lo haré - digo yo llorando.

Ethan abre los ojos como platos.

- ¿Cómo? - dice él incrédulo.

- Quiero el divorcio.

Aprendiendo a ser princesa (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora