Kaitlyn Hayes es una chica suicida que siempre está sola, sus únicas amigas son las navajas y la depresión.
Todo en su vida cambia cuando sus padres deciden irse a vivir a Corea.
Cuando crees que hay un nuevo comienzo todo cambia y te va matando sin...
La noche terminó de caer y con eso nosotros nos íbamos despidiendo de los invitados, mientras que familiares y amigos más cercanos nos acompañaban al aeropuerto. Ya estando ahí todos se despidieron de nosotros, nos desearon un muy buen viaje, mi mamá dijo que quería nietos a lo cual no le hice caso y a lo lejos vi a Jin con una maleta mientras me sonreía y es que ya habíamos quedado para vernos al bajar.
-¿A donde vamos?- tenía curiosidad al saber a donde íbamos a viajar.
-Vamos a ir a una isla en Río de Janeiro, esa isla es habitada para que no piense que te mantendré ahí contra tu voluntad.
-De ti si lo creo- susurre lo último pero creo que el si me escucho.
Después de unas cuantas lágrimas y despedidas más abordamos hacia el avión y esperamos a que este despegará, el avión despegó y para ignorar que una azafata le estaba coqueteando a Jungkook y este la seguía, me acomode en mi haciento dispuesta a dormir.
Sentí como alguien me movía mientras me llamaba.
-Kaitlyn, ya llegamos despierta.
Me levanté poco a poco y me di cuenta que en efecto ya habíamos llegado, bajamos del avión y al otro lado nos esperaba un auto que nos llevó a el hotel que por cierto era muy bello.
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- Bueno, vamos a cenar arregle- dijo Jungkook entrando a una de las habitaciones.
Le tome la palabra y metí a otra habitación que me imaginé que era la principal ya que había pétalos en la cama y velas al rededor, ignorando tomo me meti al baño y me coloqué un vestido blanco con mangas y unas sandalias de tacón del mismo color ya estando listas salí del cuarto y me diriji a la cocina a tomar un vaso con agua fría, cuando me lo iba a tomar escucho que tocan la puerta a lo cual salgo y para mi sorpresa ahí estaba parada, con una sonrisa cínica y un vestido que dejaba más a la imaginación.
-Hola Kaitlyn,que tal tu noche de bodas- sonrió cínicamente.
-Hola Euna, todo iba tan bien hasta que un moustro vino a tocar a mi puerta- sonreí de igual manera haciendo que ella frunsiera el ceño.
Iba a contestar pero una voz a mis espaldas la interrumpió.
-Euna, que haces aquí- comentó Jungkook algo nervioso.
-No podría esperarte en la habitación así que vine a verte- hizo un puchero que en vez de tierno me dio asco.
-Yo, voy a salir con...- no me iba a quedar como tonta así que lo interrumpi.
-Hay no por mi no se preocupen, cojan como conejos, pero si va a usar la cama cambien todo y si se puede quemenla y traigan una nuevo por favor- y dicho y echo ella se lanzó a sus brazos y lo comenzó a besar mientras el la tomaba del trasero y la cargaba para meterla en la habitación, yo sólo salí de ahí cerrando la puerta y recargandome en esta mientras tocaba mi pecho del lado donde estaba mi corazón.
-Debería de estar feliz porque se que no me ama, pero de alguna forma me duele que la que está en sus brazos no sea yo.
Estaba tan sumergida en mis pensamientos que no me di cuenta de la presencia de alguien a mi lado.
-Estas lista.
-Hay, Jin me espantaste, y para que se supone que debo estar lista.
-Para enseñarte el secreto del mar- el sonrió ampliamente mientras tomaba mi mano y la entrelazada con la suya para guiarme hacia las afueras del hotel.
Estando afuera caminamos por unos minutos y llegamos a la playa.
-Y dime cuál es el secreto del mar- me gire a verlo.
-Este- me tomo de los brazos Y me giro mientras me habrazaba, esto es hermoso.
Recargo si barbilla en mi hombro para susurrar- Este es el secreto del mar.
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