Emergencias

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La cena termino bien para todos, menos para mi. La imagen de Bree saliendo del lugar ronda por mi cabeza, acompañada con su ahogada voz. Se que la lastime, se que le hice mal, y eso es aún peor.

—Tyler— la voz de Tamara me saca de mis pensamientos— te pierdes amor.

—Si si, ¿pasa algo?.

—Pues que ya todos se estan yendo y nosotros somos los únicos que faltamos.

Observo a mi alrededor y de los presentes que habían en la mesa, Tamara y yo somos los únicos.

—Lo lamento, estaba pensando en la revista— miento.

—No te preocupes amor— salimos del lugar y nos introducimos en mi auto— a mi casa ¿recuerdas?.

—Si, lo recuerdo.

Manejo mecánicamente pues en estos mentos no tengo ánimos de nada, y no puedo pensar en otra cosa que no sea Bree, en donde estará, en como estara, en si me odia.

Me detengo en la casa de Tamara y esta me observa.

—¿No quieres venir?, digo, para celebrar— se a que se refiere pero niego— ¿Tyler qué te pasa, desde aquel momento que estas raro?, dime por favor que no es por ella, porque me estoy cansando de esa mediocre.

—No le digas mediocre a Bree.— la interrumpo al instante y noto como retrocede su cabeza en señal de ofensa pero no me importa, de los dos ella es la que mas ofende a las personas, debe saber como se siente. Pienso en mis palabras siguientes y harto lo dejo salir.— Y estoy alegre, sólo... que deberías saber que ella fue el amor de mi vida.

Se recarga atónita en su asiento.

—¿Entonces tenía razón?.

—Tamara, me voy a casar contigo que es lo importante ¿no?.— Detengo cualquiera de sus dramas.

—Si, tienes razón— nos damos un corto y seco beso que solo deja sabor a desconfianza, para despues observarnos— cuidate mucho Tyler, nos vemos mañana amor.

Sale del auto y una mala espina nace en mí, no debí decirlo. Estoy por salir de ahí cuando mi celular inicia a timbrar.

—¿Qué quieres Marcus?.

—Vaya, que alegre se te escucha.

—No empieces— Advierto.

—Como sea, esa ya es tu bronca, estoy hartó de este dilema, pero ese no es el punto de mi llamada.— Lo escucho con atención titubear.— Estoy en mi club, ya sabes, necesitaba desestresarme. Pero digamos que cuando llegué, vi a Bree bailar sobre la barra, totalmente abría.

Esto no debe ser bueno, nunca es bueno cuando bree o una persona bebe herida. Sin permitirle continuar con más, arranco el auto y a toda velocidad llego al club. Estaciono el auto sin ningun cuidado y me adentro.

Pero justo cuando cruzo la puerta, veo a Bree caer al piso con su vestido bajo los pechos. De inmediato empujo y separo a todos para llegar a ella.

Varios hombres la observan y me quito el saco para taparla.
No se mueve y todas mis alertas se encienden. Revisó su pulso y se que ha quedado incosciente.

La envuelvo en mi saco para que ningún deprabado la observe y los guardaespaldas de Marcus me ayudan a abrir paso para poder sacarla de ahí.
Conduzco con los nervios de punta a toda velocidad para llegar al hospital y cuando llegamos la llevo a emergencias.

—Joven, esto es sala de emergencias— interfiere un médico.

Espero y esto no pase a más de un golpe, no podría soportar verla mal.

—Joven entienda...

—No me haga demandarlo— me detengo para enfrentar al médico mientras Bree se encuentra en mis brazos sin reaccionar— Le recuerdo que soy Tyler O'Conell, y ni a mi ni a usted nos gustaría que use mis influencias.

El hombre parece reaccionar y sin observarme ñide una camilla que enseguida llega.

—¿Cómo ocurrió?— pregunta el doctor revisandola.

—Se calló de una barra en un club, de cabeza y totalmente abría.

—A rayos equis— indica y voy con ella.

—Es mejor que te quedes en la sala de espera— veo como se la llevan y me siento frustrado. No puedo imaginar a Bree en este lugar.

Esto no debió pasar.

Desato mi corbata desesperado y me siento en uno de los asientos esperando algo que el medico tenga por decirme. Pasan los minutos y nada, nadie viene, se convierte en una hora, y cada vez me siento peor.

—Joven O'Conell— observo al doctor y los nervios me tragan vivo.

—Dígame.

—Fue un golpe muy fuerte que causo contusión, no hay daños cerebrales, sin embargo si mucho dolor.

Suelto todo el aire que mis pulmones detenían y un alivio indescriptible me abunda.

—¿Podre verla?.

—No por hoy, le administramos analgésicos un tanto fuertes, estará dormida hasta dentro de unas horas.

—Pero...

—La cuidaremos bien— me interrumpe— puedes estar tranquilo, y por cierto, mañana cuando despierte, puede que no recuerde lo pasado, o se sienta confundida, en esos casos no es bueno atarear a los pacientes, hay que ser concretos con las respuestas.

—De acuerdo.

Se va y me vuelvo a sentar. No me siento más tranquilo, no hasta ver que realmente esta bien. Y si es necesario pasara la noche aquí, que así sea, no se sabe si en ese lapso algo pueda pasar, que deseo y no.

Observo a la pared blanca frente a mi mientras la recuerdo y la culpa me causa estragos en el estómago. Si algo le pasa será mi culpa.

No te voy a dejar sola Bree, no hoy, no así.

Todo por recuperarte *|||ADJ#3|||*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora