No se puede quedar así

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No, no nos fuimos directo a Inglaterra, sino, a la casa del padre de Bree.
Y no me molesta, todo lo contrario, me gusta hacer cosas que a Bree le hagan bien.

—¿Entonces tu nos lo harás saber?— pregunta Chat a lo bajo.

—Yo los llamaré.

—¿Y qué dijo mi padre?, ¿Bree sabe algo?.

—Pues su padre y yo hablamos seriamente, respecto al tema, no fue fácil pero vale la pena, y no Eithan, ella no sabe de nada, y no tiene que saber.

—Mierda hermano, no puedo creerlo— fulmino con la mirada a un pensativo Chat y Eithan parece querer decir algo.

—Felicidades Tyler— me abraza Eithan y eso me extraña— me alegra saber que Bree esta en buenas manos, y que por fin estan juntos.

—Cuidala y cuidense mucho— me doy un apreton de manos con Chat y observo a Bree abrazar a su padre.

—Bueno, creo que es hora de irme, y no lo olviden, de esto nada, a nadie.

Dejo a un lado a Chat y a Eithan y me acerco a Bree y a su padre para despedirme.

—Fue un gusto volverle a ver señor— me despido y estrecho la mano con él.

—Dime Cesar, y el gusto fue mío hijo— observa a Bree con amor y eso me agrada— cuidas mucho a mi hija, confió en ti.

—Así será se... Cesar— corrigo a tiempo.

—Bueno, papá, creo que es hora de irnos.

—Los quiero— nos abraza a ambos y luego de la plática de anoche, esto inicia a dejar de ser incómodo.

—Mi casa no será grande, pero con gusto los reci—

—Dios Santo Bree, tienes más de tres autos distintos, un hogar inmenso, con jardines y cuartos para cada una de nuestras extremidades.— la interrumpo.

Desde ahora todo lo mío es de ella, y así será siempre.

—Pe... Pero—

—Con gusto los esperamos, tienen las puertas abiertas de nuestro hogar— termino por Bree.

—Gracias, saben que esta es su casa.

Asiento y antes de salir del lugar señaló a los tres y les hago una seña de silencio, cosa que captan. Luego de esto, nos retiramos camino al aeropuerto.

—Tyler, respecto a lo antes dicho de la casa y todo eso.

—Bree— tomo su pequeña mano y la beso— todo lo mío es tuyo.

—Pero es tu duro trabajo, trabajo en el que yo no aporte.

—Claro que si aportaste Bree— recuerdo la foto que siempre llevo conmigo y la saco de mi saco para mostrarcela. Para mostrarle que siempre estuvo conmigo— tu siempre has sido mi motivación, cada vez que yo entro al campo, no sólo entro con la ilusión de ganar, sino, de volverte a encontrar, de que me vieras jugar o esucharas mi nombre en la televisión, revistas, periódicos, o la radio, sin embargo, te encontre de una forma peculiar, pero creo yo necesaria.

Toma la foto y encantada la examina.

—Entonces.... ¿dices qué yo estuve detrás de todo eso?.— sus ojos encuentran los míos. Claro que si Bree.

—Bree, tu siempre estas presente en cada jodido momento de mi vida, en cada éxito, y empujandome en cada fracaso, lo mío ahora es tuyo Bree.

Y así es, Bree siempre fue mi motivación, aquella causa por la que soy quien soy.

Me regala una hermosa sonrisa y no dudo en devolverla.

—No tendré mucho, no comparado con todo lo que tienes, pero sabes que lo mío también es tuyo.

—Lo sé— le doy un beso corto e iniciamos con el estúpido papeleo pues esta pequeña mujer no quiso irse en el Jet de la empresa.

—Oye Tyler, ¿cómo es que llegaste a donde mi abuelo?— la observo ya estando dentro del avión. Se que hablar de él duele, pero si lo pregunto, ¿por qué no responderle?.

Escojo cuidadosamente mis palabra y por fin hablo.

—En cuanto vi que dejaste tu responsabilidad a un lado, supe que se trataba de alguien importante, la única persona por quien harías eso, tu abuelo, así que yo también salí de ahí, detrás tuyo, te busque desesperado para yo llevarte en el jet de mi padre, pero ya te habías ido, así que sin dudarlo, me fui para apoyarte.

—No sabes cuan agradecida estoy, por todo, se que no es fácil tener que cuidar de mi, de consolarme.— para mi es un placer despertar a tu lado.

—Sabes que siempre estaré para ti Bree.

—Y lo sé, se que me vi como una tonta al pedir que te alejaras, pero no quería que el día de tu compromiso me dolerá más de lo que yo tenía pensado.— ay mi chica.

—Bonita— levanta su vista— eso no va a pasar, ahora estamos juntos, nuevamente, ¿okey?, y las cosas que hicimos en el pasado, sólo son intentos frustrados por volver a estar juntos.

Una sonrida tira de la comisura de sus labios.
Luego de ello, por fin aterrizamos y sin dejarla negarse, pedí a Miguel que nos recojiera, pero nonpara llegar a su casa, no sin antes comprobar las cosas por mi mismo. Hace años que no me gusta pensar mal de una mujer, y quiero comprobar con mis propios ojos las palabras de mi padre.

—Tyler, este no es el camino a mi casa— musita Bree confundida.

—Ni a la mía— se que debe estar confundida a pesar de que no la he visto. No cuando estoy un tanto prepotente pues algo me dice que las cosas que dijo mi padre son reales.

Observo el edificio del señor Mitcher y mi corazón se acelera.

—No estas pensando lo que creo que estas pensando, ¿o si?.

—Tal vez— sin permitirle a Miguel bajarse, lo hago yo para más rapido, abro la puerta de Bree y juntos entramos al edificó y luego oficina de Mitcher.

—Buenos días señorita Bree— la saluda la recepcionista y luego a mi— buenos días señor O'Conell, no recuerdo tener una visita programada.

—No es una visita— escupo y visualizando la puerta de la oficona camino hacia ella— recoje tus cosas Bree.

La sangre bombea fuerte. Si ella no esta ahí sólo me veré como un idiota, pero si esta, me vere el doble...

Todo por recuperarte *|||ADJ#3|||*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora