Insomnio

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Enciendo el auto y de una buena vez me largo de ahí. No quiero seguir aquí, como si algo fuese a cambiar.

Las calles se encuentran un tanto desoladas, y es comprensible, ya son altas horas de la noche.
Con libertad me paso los semaforos a toda velocidad.
Llego a casa y la oscuridad me recibe, dejo las llaves sobre una pequeña mesa que esta en la entrafa y me dirijo directo a la sala de estar.

Abro la puerta de uno de los pretiles que en esta estan para sacar una batalla de alcohol y tomo un vaso para luego servirme whisky en este. Enciendo la chimenea y me quedo un rato ahí parado, observando como este inicia a aumentar su flama.

Me tiro sobre el sofá reposable y en silencio inició a tomar, mientras observo la chimenea y escucho el crujido de la madera quemandose.

Me despojo de mi saco y lo lanzo a un lado e igual mi corbata, desabrocho algunos botones de mi camisa y me pongo cómodo.

¿Qué estarás haciendo Bree?, ¿pensarás en mi acaso?, o sólo seré yo el idiota que aún te ama.

Tomo el primer trago de mi vaso y escucho un carraspeo de garganta, se que es ella, no necesito voltear para saber de quien se trata, o para saber que es Susana quién esta ahí.

-Las noches en vela con alcohol de compañía son signo de un corazón dolido y dudas sin respuesta.

-¿Qué haces despierta a esta hora?- pregunto sin ánimos de hablar.

-Bueno- la escucho caminar y al poco rato esta frente a mi- esperando a que vuelvas.

-No eres mi madre- la observo.

-No quieras hacerte el frío conmigo Tyler, te conozco desde chico, yo no te voy a lastimar ni tengo intenciones negativas hacia ti.

-Vete a dormir- indico pero no se mueve.

-¿Es ella verdad?- dejo de observarla, no quiero hablar de esto- si, es ella, desde que volvió no hay nadie más en tu cabeza.

-No sigas, entiende que no quiero hablar de esto- el silencio vuelve a amenisar el lugar.

-Que descances Tyler- se va y por fin me quedo sólo mientras pasan los minutos, y luego son horas.

Estoy por vertir más del whisky en mi vaso cuando noto que no cae ni una sola gota. Me pongo de pie por otra botella y cuando estoy por volverme a sentar mi teléfono vibrar, lo saco de mi bolsillo y lo observo.

Reunión con el señor Mitcher, hoy por la tarde.

Aparece el recordatorio e ignorandolo sigo con lo mío.

Me acabo la segunda botella pero esta vez de tequila y llego a la tercera, la cual ya no siento tanto.

Bree vuelve a mi mente y emociones mezcladas vienen junto con ella, emociones que no puedo ignorar, o hacer a un lado. Emociones que queman, y duelen.

¿Por qué Bree?, ¿por qué no dejaste que te diera explicaciones aquella noche antes de navidad?. Todo esto no estaría pasando.

-¡Maldito amor!- tambalenate me pongo de pié, tomo una botella y la lanzo contra la chimenea, mareado, tomo el vaso y hago lo mismo- ¡MALDITA BREE!.

Tomo la otra botella vacía y de igual forma, la lanzó lleno de prepotencia, doy un trago largo a mi botella en la mano y siento las lágrimas venir.

-¡Estúpidos sentimientos!, pero claro, se vulnerable y te destruiran, ¡SE VULNERABLE Y TE DESTRUIRAN!- lanzo la botella que en mi mano quedaba observando a las gotas de alcohol hacer flamear un poco más el fuego de la chimenea.

Esto pasa cuando te enamoras, cuando rompes aquella promesa que tenías con tu padre. Y si, el tenía razón, nunca debí enamorarme, jamás debí hacerlo, menos de Bree, menos de alguien que me abandonaría por un jodido mal entendido, y la falta de explicaciones, la falta de dejarme hablar. Menos de alguien que simplemente me alejaría. Sin embargo no entendí, vi a mi padre llorar, sentirse una mierda, y ahora, ahora yo soy quien esta en su lugar.

Ya no quiero amarte Bree, no más.



Todo por recuperarte *|||ADJ#3|||*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora