-Tyler- alguien me remueve- Tyler ya levantate.
Me remuevo un poco pero me tengo que levantar de golpe al sentir algo frío en mi cara. Un dolor insoportable taladrea mi cabeza, y la liz quema mis pupilas, siento estragos en el estómago y la confusión aumenta.
-Que mierda.
-Ya desperto, Susana- escucho, y observo a Marcus frente a mi con su ropa deportiva.
-Joven Tyler, me tenía preocupada.
-¿Qué paso anoche?.
-Bueno- Susana vacila- ayer después de regresar con Bree, te pusiste demasiado mal, tomaste todas las botellas posibles de alcohol y te emborrachaste, Marcus vino a buscarte, y tuve que abrir la puerta, y así es como él ahora esta aquí.
-Gracias Susana, puedes retirarte- pido y obedece dejandome solo, con Marcus.
-Noche dura, ¿eh?.
-No quiero hablar de ello.
-Tranquilo, le saqué la información a Susana- lo fulmino con la mirada- veo que Bree ya te alejo.
-No voy a dejar que se interponga más en mis planes.
-Eso es bueno, tal vez así dejes de lastimarla.
-¿Podrías callarte ya?- pregunto molesto.
-Si, sólo venía a recordarte que hoy iremos a ver lo de tu traje y esas cosas, ya sabes, no me gusta dejar nada para el último- musita sin ningun interés mientras observa el.desorden en mi cuarto, con sus manos dentro de sus bolsas.
-¿No podías llamar?- me siento en el borde de la cama.
-No, ¿por qué no poder venir hasta aquí?, vivimos a sólo un par de casas, no me costaba nada- camina hasta la puerta y se gira para observarme divertido- cuidate señor corajes.
-Lárgate ya- pido fastidiado y entre risas lo veo desaparecer, no estoy de humor para tolerar sus estupideces. Maldita resaca.
No, no busqué a Bree, ni para preguntar como esta, y tampoco quiero hacerlo. No dejaré que una mujer que no me quiere, se interponga entre mis planes, planes que ya tengo estructurados.
Luego de que Marcus se largara me compuse y salí a hacer ejercicio.-Buenos días Susana- entro a la cocina luego de entrenar.
-Hola, joven Tyler, ahí esta su licuado- me examina- veo que ya estas mejor.
-Gracias- inició a tomarmela mientras observo a Susana hacer como si nada pasará- ¿no dirás nada?.
-No- me observa- yo se que no quieres tocar el tema, y lo respeto.
Y así es, no quiero hablar de ella.
Asiento y termino con lo mío, sin tocar tema alguno respecto a Bree.
Hago algunas llamadas y reviso detalladamente la gráfica de ingresos, y firmas del contrato, y correos destinados a la empresa de mi padre, notó uno de la editorial del señor Mitcher, es una convocatoria para hablar de algunas disfunciones o desacuerdos con el contrato, para esta tarde.-Perfecto, una distracción- tomo mi teléfono para avisarle a mi padre, y me percató de la ausencia completa de Tamara, no hay mensajes, ni llamadas, nada.
Dudoso la llamo pero no responde, le mando algunos textos avisandole mi paradero, y nada. Cosa que me extraña, ella siempre suele estar presente en estos casos.
Le resto importancia y bajo para avisarle a Miguel que me llevará.
Escucho risas y cuando entro a la cocina veo a Susana riendo con Miguel.-Buenos tardes señor- saluda Miguel.
-Buenos tardes.
-Ayer, cumplí con lo pedido, como usted lo dijo- lo observo serio.
-¿Recuerdas la dirección de su casa?- por alguna extraña razón lo pregunto.
-Si señor, si gusta se la dejo aquí- no, no quiero saber nada de ella.
Observo a Tamara y luego a él.h
-No, sólo era una duda- corrijo- ahora vamonos, tengo una reunión en el edificio de con el señor Mitcher.
-Si señor- se retira y estoy también por retirarme cuando Susana me detiene.
-Tyler- me giro para observarla- no quiero que te conviertas en aquel hombre sombrio que eras antes.
-Ese hombre sombrio jamás lloro o tuvo problemas por una mujer.
-Era porque no conocias tu lado humano, aquel que te hizo enamorarte de ella.
-El mismo lado que me hizo dudar de mis planes, el mismo que me hizo pasar años de busqueda y duda, ya no quiero más eso, no estoy para caprichos o estupideces de eso del amor.
-Tyler...
Sin permitirle terminar, salgo de la cocina y me incorporo con Miguel en el auto. No quiero escuchar más de esos sermones, no me sirven de absolutamente nada, y no me servirán.
Si ya pude estar varios años sin Bree, que no pueda hacerlo el resto de mi vida.
-Llegamos señor- escucho musitar a Miguel y salgo de mis pensamientos.
Me abre la puerta y salgo.
-Te llamo para que vengas por mí.
-Si señor- dicho esto me adentro en el gran edificio, caminando con seriedad, sin observar a nadie, y error, pues alguien termino chocando contra mi, típico. Bajo mi vista y veo que se trata de una chica.
<<¿Dónde quedaron tus modales Tyler?>>
-Lo siento- musito mientras la veo recoger todo su desorden de papeles.
-No importa- masculla la chica con una voz molesta pero conocida.
-Te ayudo- me tiro al piso intentando ver su rostro, de otra forma ni tan siquiera estaría haciendo esto. La veo detenerse.
-Ty.... Ty... Tyler- levanto mi vista para por fin ver su rostro y quedarme perplejo, mientras mi corazón se acelera.
No más vulnerabilidad Tyler, ya no.
-Hola, Bree.
Recoje los papeles rapida y torpemente, como si estuviera espantada. Se levanta y sale del lugar dejandome con papeles suyos en la mano.
-Bree, hey Bree- la detengo y tomo del brazo para girarla- ¿esta todo bien?.
La examino, y parece estar por responder cuando observa a mis espaldas y se queda aterrorizada.
-Tengo que irme- me arrebata los papeles y se va.
Giro para ver él o la probable culpable de esa reacción, y me encuentro con mi rubia, ¿qué haces aquí Tamara?, ¿y por qué Bree parece correr de ti?.
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Todo por recuperarte *|||ADJ#3|||*
Teen FictionDe la trilogía "AMOR DE JUEGO" (para entender este libro es necesario leer primero "Todo por un touchdown". Dos personas, un mismo amor nacido en la juventud, una misma historia, pero con dos versiones. El momento en el que Tyler O'Conell cuente su...