Mis dedos tiemblan y cuelgan de mis palmas húmedas. El recuerdo de mi madre, justo la última vez que tuvimos una conversación profunda, dándome el colgante que con tanto empeño en que lo guardase y cuidase me dio me desgarra de repente el corazón.
Siento como si la cabeza me fuese a explotar, como si todo mi sistema se fuese a colapsar.
—Estoy seguro de que ella te dijo que lo guardases muy bien.—Dice en un susurro a mis espaldas y lentamente me doy la vuelta para encararle en un estado catatónico.
—Ella...—Entonces no puedo evitar llorar como nunca lo había hecho—Ella me dijo que lo guardase, que lo protegiese, que....—Me derrumbo, con las manos temblando sobre las muletas.
Aprieto el colgante con las manos, mientras cuelga de mi cuello, y me apoyo contra la estantería con la mirada fija en el hombre que me mira sin emoción alguna.
—¿Qué, Aria? ¿Qué te dijo?
Le miro de repente. Su mirada suplicante y sin ningún abismo de maldad me hace querer soltarlo, liberarme de aquello que no le di importancia en su momento y que de por vida me va a perseguir.
—Supongo que ahora no tiene importancia.—Aprieto la mandíbula y él suspira con profundidad.
—Aria, estoy seguro de que ella sabía que lo cuidarías con tu vida.
Asiento, incapaz de hablar ahora, y me peino el pelo hacia atrás, quizá por nerviosismo o porque empezaba a molestarme delante de la cara.
No puedo seguir aquí. No puedo seguir escuchando esto o me volveré loca.
Agarro el pomo con decisión, y abro la puerta tan rápido como mis pies me dejan avanzar hasta ella.
—¡Aria vuelve aquí!
La silueta del chico de ojos azules aparece ante mí, con los brazos cruzados sobre el pecho como de costumbre, mirándome extrañado, pero intentando no demostrarlo demasiado.
Derek se acerca por detrás y eso me paraliza aún más.
—Quiero ver a Jake.—Exclamo al aire, más bien para que cualquiera de los dos que me miran apenados me contesten.
—Jake no está aquí.—Contesta Ethan.
—Quiero irme a casa con él. No quiero pasar ni un minuto más en esta cárcel de locos.—La risa que de repente suelta en mi dirección solo hace aumentar la rabia contenida y el dolor que hasta ahora estoy soportando mejor de lo que esperaba.
—Tú sí que estás loca.—Su postura ahora es una relajada. Aprieto la mandíbula e intento esquivarlo por la izquierda, pero entre su agilidad casi sobrenatural y la desventaja que me da mi pierna me resulta muy difícil.—Oye, relájate. Nadie quiere hacerte daño.
—Necesito irme. No puedo estar ni un segundo más escuchando las estupideces que esperáis que me crea.— Sus manos se colocan a ambos lados de mis hombros y me ponen firme de golpe.
—¡Tranquilízate! Tu hermano...—Pero no le doy tiempo a terminar. Antes de que pueda pronunciar la última palabra, mi mano estalla contra su mejilla, dejando a todos atónitos, con las bocas abiertas.
Todos nos miran ahora, y aunque ya estaba suficientemente roja por el enfado, mis mejillas se ponen aún más cuando miro a nuestro alrededor.
La mirada destrozada de Ethan se posa en la mía y noto lo enfadado que está, pero también siento cómo se contiene.
Desvío la mirada, incapaz de seguirla sosteniendo sin echarme a llorar aquí mismo, y me muevo ágilmente por su lado, deseando salir de aquí de una vez por todas.
![](https://img.wattpad.com/cover/84273838-288-k160833.jpg)
ESTÁS LEYENDO
GUARDAESPALDAS •¡YA A LA VENTA!• ©
Roman d'amour¡YA DISPONIBLE EN FÍSICO Y EN EBOOK! Publicación en Amazon, ya a la venta. La familia de los Hamilton esconde un gran secreto. Uno que Aria, la más joven del linaje, desconoce. La vida de la pequeña de diecisiete años había sido un completo mister...