Capítulo 11

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Algunas horas después la señora Kirishima llega a la escuela por amigos chicos, el rubio cargó a Eijirou que se quejaba aun dormido.

La Sra. Kirishima no hizo pregunta alguna ya que esperaría a que ambos le contaran que había sucedido, además si los chicos necesitaban ayuda con algo ella estaba dispuesta a ayudarlos.

Al llegar a la casa del pelirrojo Bakugou ve en la puerta a sus padres esperándolos , se veían realmente preocupados pero tampoco mencionaron nada, los saludo para posteriormente ir a la habitación de Eijirou.

A cómodo a su novio en su cama y no quiso dejarlo en ningún momento,se sentía culpable por lo que le sucedió, tomo su mano mientras quitaba mechones del rostro dormido de su pareja.

— Te quiero muchísimo — susurro cerrando los ojos.

Un nuevo amanecer se veía a través de las suaves cortinas que impedían la entrada por completo de sol, el pelirrojo empezó a moverse sintiendo su cuerpo pesado y a dolorido, recordando que fue lo que paso.

Se sento de repente llamando la atención de Katsuki quien se sobresalto por el rápido movimiento.

— ¿Sucede algo?, ¿Te sientes mal? — pregunta asustado.

— No nada grave, sólo me duele todo — dijo recostándose — ven, acuestate aquí conmigo — dijo extendiendo su mano.

— ¡Oh!, no es justo esa propuesta debería haber sido otro día — sintió como una almohada lo golpeaba en la cara.

— Pervertido — dijo el pelirrojo cubriendo su cara con la sábana.

— Sólo bromeo — dijo recostándose a su lado abrasándolo con cuidado — descansa tienes que ponerte bien de acuerdo — dijo besando la frente de Eiji.

Ambos sonrieron pensando en lo afortunados que eran al tenerse, ya que sabían que pasara lo que pasara estarían siempre juntos.

Kirishima aún sonriendo había tomado la decisión de que no importaba que sucediera nunca se daría por vencido, haría pagar a esa malnacida por lo que hizo.

Se acomodó pegándose a su novio abrasándolo, adoraba el olor que desprendía el otro el cual lo calmaba.

Ese día ambos faltaron a la escuela, en la cual no tendrían problemas ya que sus padres habían llamado avisando sobre la falta de los jovenes.

Despertaron unas horas más tarde donde el rubio se levanto viendo al otro estirarse y quejarse un poco.

— Quiero bañarme — dijo el pelirrojo.

— Entonces dejame preparar el baño, ya vuelvo — dijo llendose.

Mientras el rubio preparaba todo, Kiri estaba acostado viendo el techo pensando en lo que había pasado. Se movió acomodándose escuchando como sonaba un celular. Pensó que sería el suyo pero no, era el del rubio.

Lo tomo viendo una gran cantidad de mensajes de un número completamente desconocido, los abrió leyendo todos los mensajes, escucho al rubio entrar al cuarto.

— Mira todo esto — le dijo Kiri.

— A ver — tomo su celular de las manos de Eiji — esta persona esta enferma — dijo el rubio mostrando su celular.

— Ni que lo digas, creés que sea ella — dijo el pelirrojo.

— Lo más probable, pero esto ya me esta asustando — dijo el rubio.

— Bueno olvidemos esto y tomemos un baño — dijo Eiji.

— Bien vamos — dijo cargando al pelirrojo hasta el baño donde la tina ya estaba lista.

Un Amor ÚnicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora