One Shots (MIW)

Ricky Horror

Titulo: Malos habitos. 
Advertencia: si/ consumo de alcohol y drogas.
Nota:
1.Se mostrara una conducta que debe ser evitada, no la alabo ni mucho menos. 
 2. Si desean algun OS personalizado dejenlo en los comentarios, mientras mas esfecifico sea el pedido podré recrear con más facilidad lo que desean así que sean especificos o no :D

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-¡Demonios, despierta!-escuchaste sobre las sabanas que tapaban completamente tu cabeza.- no hagas esto de nuevo, no puedes quedarte en cama hasta que te sientas mejor-dije siendo rudo mientras jalaba las sabanas. Ricky estaba completamente decidido a hacerte levantar aunque tu cabeza doliera más que nunca y tus ojos estén temerosos por ver la luz del día. –Tu tuviste la culpa de esto-dijo de nuevo ahora deshaciéndose de la sabana completamente, levantaste tu cabeza mirando a tu alrededor y Ricky volvió a gritar.
-Muévete, llegaré tarde al ensayo.
-Entonces vete-dijiste mientras intentabas sentarte pero la luz en tus ojos hizo que inmediatamente volvieras a recostarte esperando encontrar oscuridad cerca de la cama.
-(Tn)-dijo sonando más severo- sabes que no voy a dejarte así-y de la nada tomó tu mano e hizo que te pusieras de pie. Era un comportamiento normal en el siempre estar tras de ti intentando cuidarte pero aunque fuera tu amigo odiabas esa parte de él que llamabas "sobre protectora".
-Déjame en paz y vete-dijiste jalando tu mano hacía tu cuerpo de manera brusca y él te miró inspeccionando tu rostro.
-Mírate-dijo poniendo los ojos en blanco.-luces horrible, creo que aun tienes un poco de comida o lo que sea que sea eso-dijo apuntando a tu camisa pero al momento quitaste su mano aventándola lejos.-Bien, estaré abajo. Báñate y bajas a desayunar algo-dijo antes de caminar a las escaleras. No querías que pensara que tenía el poder para dirigir tu vida pero esta vez estabas de acuerdo en que necesitabas un baño. Él agua fría te hacía sentir mejor en estas situaciones pero no hacía desaparecer el dolor de cabeza y la sensibilidad de tus ojos. Estaba claro que la noche anterior te habías sobre pasado de nuevo.

-No me gustas los panqueques de plátano-dijiste mientras le devolvías el plato a Ricky.
-Pero antes te encantaban-dijo mientras los ponía en otro plato.
-Pero ya no-tu rudeza lo hacía sacar de quicio pero era evidente de que no quería comenzar una pelea de nuevo.
-Entonces toma algunos con fresa-se sentó frente a ti y comió los panqueques de plátano.
Intentabas comer en silencio pero era demasiado incomodo como para poder tan siquiera dejar pasar el rato.
-¿No debes irte?-preguntaste y el asintió.
-Si, solo quería asegurarme de que estuvieras bien-se levantó de su asiento y buscó la misma chamarra negra que siempre usaba.
-Estoy bien, siempre lo estoy pero exageras las situaciones.
-No empieces con lo mismo-dijo sin siquiera mirarte.
-Tú no sigas con el mismo juego de querer hacer de mi vida lo que deseas. Estoy harta de eso y harta de ti.
-Si no fuera por mí ni siquiera podríamos estar hablando-dijo refiriéndose a cualquier cosa mala que pudiera haberte sucedido.
-Pues ojala no habláramos más-te sentías culpable por las palabras que habías dicho y era evidente de que en él también hubo repercusión pero no lo demostró como era debido.
-Te veré luego-dijo antes de salir de la casa. Era cierto lo que decías pero Ricky jamás había hecho nada para merecer algún mal comentario pero en alguien debías descargar tu rabia. Sentías que se entrometía en tu vida y que te trataba como alguien incapaz de hacerse cargo de si mismo lo cual a veces si eras.

-Deja eso-dijo Ricky intentando tomar la botella de vidrio que tenías en tus manos. La alejaste rápido evitando que sucediera.
-Piérdete, Ricky. ¿Por qué no haces amigos?-dijiste intentando herirlo, no sabías si había funcionado pues no mostraba ninguna expresión más que la severidad con la que siempre te miraba.
-Hablo en serio. Deja ya-dijo haciendo un segundo intento pero de nuevo fracaso. Tomaste la botella por lo alto y lamiste por completo el frio vidrio, las gotas que caían de ella te llenaron la lengua de agua y seguro alguna que otra sustancia. Él te miró con los ojos entrecerrados y continuaste esta vez bebiendo la botella completa. La cerveza te amargo un poco y dejaste la botella en la barra de la cocina. Ricky te siguió y te encargaste de perderlo.

La música no llegaba a esta parte de la casa afortunadamente. Estabas completamente sumida en las manos de tus amigos mientras intentaban tranquilizarte un poco.
-Luces extraña-dijo uno mientras ponía una mano sobre mi hombro haciéndome sobresaltar. –no me digas que estas nerviosa (Tn).
Tú sin querer admitir lo obvio negaste.
-Claro que no, he hecho esto muchas veces-dijiste mientras te acomodabas sobre la cama y al mismo tiempo evitabas tirar la mesa frente a ti.
-Bien, esta todo preparado-dijo él tipo frente a ti que no podías recordar su nombre intentando calmar el palpitar de tu corazón. Dejó las jeringas frente a cada quien y te miró.
-¿Vas a hacer los honores?-sonreíste con nerviosismo mientras la tomabas en tus manos, acto seguido con ayuda de el mismo hombre pudiste pinchar tu brazo sin problema aunque rieron un poco al notar como casi lo haces de forma incorrecta por el temblor de tus manos.
Una oleada de placer se apodero de ti instantáneamente y pudiste saber lo que se avecinaba más no pudiste darte cuenta de cuando llego.

Tus ojos se abrieron con lentitud esperando encontrar algo diferente pero estabas en tu habitación, miraste a todas partes buscando algo pero te apresuraste demasiado ocasionando que casi caigas. Tu boca seca pedía algún alivio pero tampoco había nada que ayudara al malestar.
Los pasos en las escaleras hicieron que te pusiera alerta de cualquier forma pero pronto bajaste la guardia al ver a Ricky subiendo con botellas de agua que estabas segura de que no provenían de tu refrigerador.
-Despertaste-dijo mientras se acercaba a ti y dejaba un par de botellas a un lado. Él tomo tu cabello y lo corrió de tu cara haciéndote sentir extraña.
-¿Cuidaste de mí?-preguntaste esperando que su repuesta fuera afirmativa.
-Claro, te busqué toda la noche. Bueno... Hace unas horas y cuando por fin te encontré te traje a casa-dio un suspiro que sabias perfectamente a que veía- me preocupaste...-hizo una pausa esperando a que respondieras como siempre lo hacías pero no hablaste para nada.-La cagaste de forma descomunal.
-Pero me cuidaste-dijiste al fin. Tus ojos se aguaron por completo y Ricky al notarlo te atrajo con fuerza a su pecho-lo siento.
No hubo respuesta de Ricky pero aun así sabías que él no tenía la obligación de estar allí en ese momento y aun así lo estaba, te aseguraste de que supiera cuanto lo necesitabas para estar bien arrepentida de no haber escuchado antes. Sabías que todo iba a ser más difícil esta vez pero no creías que Ricky te fuera a dejar sola.