Pedido y dedicado: deanmotionless
Titulo: Detención
Advertecia: Si/continido subido de tono
------Narra Ryan
Cuántas veces tenía que repetirmelo. Olvídala. Era casi imposible, era de esas chicas que no se olvidan con facilidad; es amable, inteligente, graciosa, una de las mujeres más hermosas que he visto-di un suspiro de cansancio- estaba enojado conmigo mismo por haberme enamorado de esta manera, me sentía cansado casi deprimido.
Narra (TN)
-Ryan-lo llamé de nuevo, parecía pensar en algo. Imposible saber que pero llevaba ignorando me algunos segundos.-Ryan-volví a llamarlo y parecía funcionar ahora.
-lo siento, pensaba en cosas que no deberia-dijo acomodándose en el sofá frente a mi.
-Si, tal vez debas pensar en el ejercicio catorce-señalé el libro de texto de matemáticas que tenía entre mis manos y sobre mis piernas.
-Si-dijó con rapidez y volvió a mirar el libro.-los número consecutivos posteriores...
Y... Dejé de escucharlo, para mí suerte tenía respondidos los ejercicios así que tenía el tiempo suficiente en lo que el leía para observarlo. Amaba observarlo y no quiero sonar como una psicópata ¿Sueno como una? Pues ciertamente amaba mirarlo, tiene los ojos más lindos que he visto, su risa era mi sonido favorito y podía mencionar muchas más como sus manos, sus brazos, su espalda pero debía terminar ahora, parecía estar a punto de terminar de leer.
-Asi que...-dijo mientras miraba su cuaderbo- X+1... Luce como la respuesta correcta.
-Si-dijó asintiendo sin siquiera mirar mi libreta.
Miraba como escribia, siempre se veía bien centrado en las cosas que amaba pero me encantaba verlo confundido, tratando de prestar atención con el ceño fruncido y una mirada confundida. Rascó su barba como siempre hacia cuando se encontraba concentrado. Me encantaba su barba, siempre quería tocarla...quería tocarla ahora.
-¿Perdón?-preguntó Ryan sonrojado. Parpadeo varias veces tratando de enfocarme en la situación.
-¿Qué?
-Dijiste que querías tocar algo... ¿Dijiste tus pensamientos?-parecía muy divertido por la situación. Mi cara enrojeció al momento lo cual le hizo soltar una carcajada.
-¿Terminaste el ejercicio? Para pasar el siguiente.
Él siguió riendo pero al notar mi cara paró.Mi corazón latía fuerte, demasiado y no precisamente por las condiciones que esperaba. Ryan era famoso entre las chicas de la escuela, todas buscaban algo de él y no parecía importarle pero a mí sí. Cerré mis puños intentando controlar el enojó que se había generado, no iba a crear una escena pues sería la cosa más tonta del mundo pero no iba a quedarme a mirar cómo el chico del que estaba enamorada compartía rosas y caricias con alguien más. Me di la vuelta y caminé al salón de mí siguiente clase.
Narra Ryan
-¿Así que tocas la guitarra?
Asentí sintiéndome algo avengonzado.
-Desearía saber tocar un instrumento pero no encuentro un buen maestro.
Asentí, no entendía lo que quería.
-Samanta, debo ir a clase-le hice una mueca y comencé a caminar hasta mi salón de clase. La mayoría de los asientos estaban ocupados pero me alegro saber que había uno solo a un lado de mi amigo Chris. Estaba a punto de sentarme junto a él pero noté que (TN) lucía ¿triste? ¿enojada? No podía dejar pasar esto.
--¿Puedo sentarme aquí?-le pregunté a la chica sentada a un lado de (TN) esperaba una negativa pero en ese caso asintió y se levantó. Me senté junto a ella pero parecía no querer hacer contacto conmigo.
-¿(TN)? ¿te ocurre algo?-ella ni siquiera respondió lo cual me hizo mostrar una mueca.Narra (TN)
Ryan siempre notaba las situaciones anormales y odiaba eso en algunas ocasiones, como esta. No quería hablar con él; ahora lo que menos quería hacer es estar con él pero parecía dispuesto a averiguar porque me encontraba así.
-Si ocurre algo puedes decirme, siempre puedes decirme- Rodé los ojos y bufé después de escuchar como ahora estaba dispuesto a estar conmigo. Era tan lindo que no podía evitar sentirme mal por estar enojada con él.
-Largate, Ryan-acomodé mis cosas frente a mi para la clase al ver al profesor anotando en el pizzaron.
-¿Estas enojada conmigo?-preguntó ahora entendiendo un poco mi conducta.
-Si-susurré. Él profesor de filosofía comenzaba a introducirnos en su clase e intentaba poner toda mi atención en ello pero Ryan me lo impedía.
-No lo entiendo. No he hecho nada malo y mucho menos a ti. No podría.
Hice una mueca de disgusto, siempre sabía que decir lo cual ahora detestaba más que nada. Quería seguir con mi rabieta, no podía ceder tan rápido.
-Cállate, Ryan. Intento prestar atención-pude notar por el rabillo del ojo como me mostraba una mueca, siempre la hacía cuando sentía disgusto.
-Dime que sucede...-su oración fue interrumpida por el profesor de filosofía.
-Guarden silencio, por favor-asentí hacía el hombre y continué escuchando pero Ryan seguía hablando.
-Dime qué fue lo que hice. Nunca fue mi intención molestarte.-fruncí en ceño y lo miré.
-¿Estas saliendo con Samanta?-le pregunté sintiendo la necesidad de saber algo más que solo lo que vi.
-No-dijo extrañado.
-Basta, tienen detención los dos al final de clase-fue la única vez que Ryan miró al profesor y asintió al igual que a mí. No volvimos a hablar hasta que la clase terminó.
-Creo que debemos ir a detención-dijo y lo miré seria.
-Pues obvio, Ryan-caminé hasta el profesor y me dio dos papeles media carta donde se nos indicaba que debíamos pasar a la sala de detención.
Caminé a la puerta y pude escuchar a Ryan detrás de mí. Ya ni siquiera podía pensar en su linda forma de fruncir el ceño cada vez que se aburría en detención.
Le di el mismo papel que yo tenía y caminé delante de él hasta llegar a la clase de detención. Para nuestra suerte éramos los únicos dentro.
-Como se que no es su primera vez en detención me ahorraré el sermón.-dijo el profesor de filosofía cuando por fin estuvo dentro de la clase, me había sentado lo más lejos posible de RyanNarra Ryan
Parecía realmente enojada conmigo, no entendía por qué. Di un suspiro mientras me recargaba en el respaldo de mi silla. El profesor de silosofía parecía no querer moveerse del lugar donde estana sentado y anotana con interés sobre un cuadernillo después de leer brevemente las lecturas que venían en su libro de texto.
Miré por ultima vez a (TN) sintiendome culpable de lo que sea que había hecho. Estaba frustrado pues no me hacía saber lo que había hecho mal.
Un carraspeó me sacó de mis pensamientos lo cual me alertó.
-No quiero que se muevan de sus lgares-dijó el profesor de filosofía mientras se levantaba de su asiento-debó irme por unos minutos, cuando regrese decidiré que hacer con ustedes.
(TN) y yo asentimos sin tener otra opción y seguimos al profesor con la mirada hasta que se marchó.
-¿Vas a decirme que es lo que hice?-dije en voz alta mirando desde la parte de atrás del aula a (TN), me daba la espalda y ni siquiera me miró cuando hablé. Rodé los ojos harto de esta situación y caminé hacía ella, parecía darse cuenta de que cada vez estaba más cerca de ella pues pude notar como sus músculos se tensaban y como consecuencia se retorció en la silla.
-(TN)-dije intentando mostrar mi tono molesto.Narra (TN)
Estaba claro que aun teniendo la peor rabieta del mundo con el hombre que tenía frente a mi cuerpo me traicionaba. No podía evitar ponerme nerviosa cuando estábamos tan cerca y mucho menos evitar su mirada. Parecía más relajado cuando por fin lo miré pero volví a bajar la mirada rápidamente al recordar el porque estábamos en esta situación.
Agotada y sin ganas de seguir todos los días con lo mismo tomé la decisión de acabar con todo de una vez.
-Ryan-suspiré con pesadez lo cual lo puso alerta-¿Sientes algo por Samanta?
Él parecía confundido pero no me decía nada con eso pues la mayoría del tiempo lucía de esa manera.
-¿Qué?-tenía el ceño fruncido desde hace algunos segundos.
-Si... Entiendo que encuentres a Samanta atractiva de muchas formas pero pudiste decirme. Me hubieras ahorrado millones de horas pensando en ti y en cuento quería que esto funcionara.
Sabía que comenzaba a decir más de la cuenta pero de igual forma ya no podía parar. Tenía que terminar con esto de una vez por todas.
-Puedes aceptarlo e incluso simularé que estoy feliz por ti, Ryan. Eres mi amigo.
-No entiendo lo que está sucediendo-dijo levantando las manos por los aires.
Frustrada por su lentitud casi comencé a gritarle.
-Ryan, estoy diciendo que me gustas. Estoy enamorada de ti desde hace unos años y francamente me parece insultante que ni siquiera lo hayas notado un poco.
Ryan me miró perplejo sin decir nada. Bufé ruidosamente y me levanté de forma brusca para salir de ahí lo más rápido posible pero los brazos de Ryan me lo impidieron. Sus labios chocaron con los míos de forma repentina pero no hice nada para hacerlo a un lado. Pronto terminé entre la mesa de trabajo y el cuerpo de Ryan, situación que no me incomodaba pero su cercanía me hacía querer retroceder más lo cual me llevó a estar sentada sobre la mesa.
Una voz dentro de mi cabeza me repetía que parara pero estaba claro que no iba a hacerle ningún caso pues mis manos conectaron con su cuello. Dejé algunas carisias sobre el y terminé posicionándolas sobre su cinturón. Ryan soltó un gruñido que terminó en mi garganta e hice que se acercara aun más.
Sus manos subían sin cuidado por mis muslos y sin darme cuenta ya estaban a los costados de mis bragas. No quería decir nada pues sabía que eso nos haría entrar en razón y ahora no me importaba para nada aquello que estaba bien.
Saqué por completó su cinturón y lo ayudé con sus pantalones. Se ayudó con la vista para poder dejar su miembro libre.
-¿Vamos muy rápido?-dijo entre respiraciones agitadas y suspiros. Negué al instante y Ryan me tomó por las piernas y me acercó a él aun más en respuesta.
Los gemidos en la habitación eran lentos y silenciosos, casi inaudibles pero no era por nuestro gusto en particular, debíamos ser cuidadosos y aunque sabíamos en los líos que nos íbamos a meter por esto si alguien se enterara intentábamos no preocuparnos del todo por ello.
Mis manos tomaron con fuerza la espalda de Ryan y él me tomó por la cintura, enterró sus dedos sin pensarlo cuando más se aproximaba al climax haciéndome mover mis caderas con velocidad casi desesperada.
Dejé de bésalo para dejar salir un fuerte gemido al atravesarme las hondas de placer que venían por mi vientre. Ryan se recargó un poco sobre mi cuerpo y se apoyó en sus manos pero al instante volvió a ponerse de pie.
-Déjame ayudarte-dijo cuando por fin sus pantalones volvían estar alrededor de sus caderas.
La puerta abriéndose con lentitud nos alarmó aunque ya no estuviéramos en una situación comprometedora.
-Pueden marcharse en unos minutos. Casi cumplen la hora-se sentó y nos obligo a sentarnos en lugares separados. Los siguientes minutos fueron casi eternos intentando ocultar sonrisas incomodas.
Mi mano conectó con la de Ryan y él me dio una de sus mejores sonrisas.
-También me gustas-dijo casi siendo divertido. Rodé los ojos y me limité a imaginar lo tontos que nos veíamos ahora mismo.
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One Shots (MIW)
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