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Advertencia: Si. Contenido +18 --- Tres y un cuarto de hora habían pasado desde que se anunció oficialmente la navidad. Ryan y tú habían estado celebrando con amigos durante toda la noche y aunque los dos estaban claramente cansados simulaban no estarlo mientras despedían a todas las personas que habían venido a su casa. -¡Dios!-exclamaste sin pensarlo cuando todos se fueron. Ryan rio mientras miraba como te tirabas al sofá suspirando. Sabías que lo más sabio era dormir, pero el cansancio que sentías pareció disminuir al recordar los planes que tenías para esa noche. Tomaste la mano de Ryan y mientras el cuestionaba lo que hacías te siguió hasta su habitación. -Quédate aquí. Tengo una sorpresa-dijiste sin poder ocultar tu sonrisa. Entraste al baño lista para cambiarte al hermoso, pero al mismo tiempo ridículo babydoll navideño que habías comprado para esa noche. -¿Debe ser esta noche? -¡Si! Sino ya no tiene sentido-dijiste mientras entrabas en la sexy ropa interior. Abriste la puerta sintiéndote apenada pero instantáneamente al ver el rostro de Ryan tu timidez disminuyó. -¿Estas muy cansado, Ryan?-le preguntaste mientras meneabas lentamente tus caderas. Él negó. Te acercaste a él con cuidado mostrando una leve sonrisa. -Sé que estás cansado, Ryan. Déjame cuidar de ti-pasaste tus manos por su cuello y pecho al mismo tiempo que le susurrabas. Tomó tus piernas haciendo que te acercaras más a él. Mientras te acomodabas a horcajadas sobre sus piernas dejabas pequeños besos sobre su barbilla haciendo que ladeara un poco su cuello de satisfacción. Sus manos subieron de tus piernas hasta tus caderas y sabías que seguirían subiendo así que lo empujaste a la cama tomándolo por sorpresa. -No, Ryan. Dije que cuidaría de ti así que eso es lo que haré. Ryan sonrió mientras veía cada movimiento que hacías. Sabías que ibas a divertirte mucho esa noche así que pensabas tomarte tu tiempo. Amabas como soltaba gemidos casi inaudibles de desesperación por lo lento que desabrochabas su camisa y al mismo tiempo luchaba para mantenerse donde estaba. -¿impaciente?-le preguntaste y antes de recibir una respuesta te agachaste hasta su abdomen desnudo y comenzaste a dejar besos sobre el. -...Si-dijo en un susurro. Tus manos bajaron hasta su cinturón, pero tu boca seguía dejando besos sobre su abdomen. Sus manos se movieron a las tuyas con prisa para ayudarte a quitar por completo su pantalón. No dijiste nada pues te divertía verlo de esa forma: Rogando por tu toque y por ti. Retiraste su ropa interior provocando un suspiro de su parte y parecía que estabas agotando su paciencia cuando hiciste delicados círculos sobre sus muslos provocándolo. -Deja de humillarme-soltó un suspiro mezclado con una risa. Sus gemidos salían de su boca con fuerza como si hubiera estado esperando a tenerte entre sus piernas durante toda la noche. Sus manos se enredaron entre tu cabello guiándote de la forma en la que él te necesitaba. -Para,-dijo en un susurro que te fue difícil escuchar- para-dijo con más fuerza mientras te ayudaba a estar de nuevo a la par de él. Tomó tus caderas y te hizo quedar debajo de él. -Ahora me haré cargo yo-te advirtió haciéndote asentir. Te besó con desesperación provocando algunos gemidos de tu parte. Una de sus manos se dirigió hasta tu entrepierna la cual estaba mojada de solo escuchar como Ryan disfrutaba de ti. Esperabas un comentario al respecto de la misma forma en la que te habías estado "burlando" de él pero en cambio quitó por completo tu ropa interior y se alineó con tu entrada. Tus uñas se aferraron a sus hombros mientras golpeaba con fuerza contra ti haciéndote gemir su nombre. Él empujaba tu pierna izquierda hacia un lado intentando hacer sus embestidas más profundas a la vez que gemía sobre tu oído. Tus ojos se cerraron con fuerza cuando sentiste como tu placer se acumulaba en una específica parte de tu pelvis. Dijiste por última vez su nombre antes de recostarte por completo sobre la cama Ryan besó torpemente tus labios antes de acostarse a un lado de ti. -Lo siento. Arruiné tu atuendo-dijo mientras te miraba fingiendo pena. Sabías que era cierto. Tu baby doll no solo estaba manchado sino también tironeado de algunas partes. -No importa. Valió la pena.
