One Shots (MIW)

Ricky Horror

Titulo: Cute boy

Advertencia: No
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Miré la piscina con la adrenalina corriente por todo mi cuerpo, había gente que aclamaba que me lanzara de una vez y otras me incitaban a recapacitar mi decisión. Miré hacía el frente reconociendo que era una de las acciones más estúpidas que había hecho pero mi vida se basaba en estúpidas acciones así que sin pensármelo mucho me lancé desde al balcón de mi cuarto hasta la piscina que estaba debajo de ese mismo escuchando por detrás algunos gritos de sorpresa.
El agua me cubrió por completo haciéndome sentir por unos milisegundos lo fría que estaba para después acostumbrarme. Pensé que mi cadera iba a tocar por completo el suelo de la piscina pero en vez de eso rodé unos centímetros haciendo que mi brazo chocara con el suelo sin fuerza e inmediatamente pataleé para ir a la superficie y recibir algunos gritos por parte de mi público. Las personas me aplaudieron con excepción de alguna que otra aburrida. Salí empapada y mientras intentaba quitarme el hoodie que estaba usando alguien llamó mi atención poniendo una cerveza en mi rostro. La tomé sin pensarlo y sin esperar más de quien quiera que sea caminé de nuevo al interior de la casa agotada.
-Divertido espectáculo, la siguiente vez agrégale un par de chistes y globos-miré a la personas que me hablaba y rodé los ojos. Mike el sobre protector.
-La siguiente vez lo intentaré desde un lugar más alto-Miré la barra de desayuno que estaba repleto de latas y basura de comida buscando con la mirada la caja de pizza que debía estar debajo de todo eso. Aventé todo al suelo ignorando el gran desastre que hacía.
-Vas a matarte-escuché que dijo cuando por fin encontré la caja de pizza.
-Ojala-dije ignorando que en verdad no deseaba morir.
Me senté en el sofá sin prestarle atención a la segura gran marca de humedad que iba a dejar en el.
-Por fin conseguí a tu ayudante-dijo buscando algo en su celular. Lo ignoré y encendí la televisión. – Se acaba de graduar de la universidad, veinticuatro años y es muy listo. ¿Quieres ver su papeleó?-me preguntó aun sabiendo ya la respuesta.
-No, confío en tu palabra. Sé que escogiste a alguien calificadamente aburrido para evitar que cometa alguna locura.
-No quería catalogarlas como locuras porque sino tendrías un problema serio pero si así te gusta más lo aceptaré.
Dejé de escuchar cualquier cosa que fuera a decir al sentir lo incomoda que era mi ropa mojada.
-Nos vemos mañana, que se presente no temprano y...-dije levantándome y pensando en algo obvio que había casi olvidado- que ya se vaya la gente.

Abrí los ojos sintiéndome casi aturdida por el sol que me cegaba. Con un mal humor que ya era muy normal en mí por las mañanas me aproxime a la ventana para cerrarla.
-Lo siento, pensé que te gustaría más así-dijo alguien haciéndome sobresaltar. Miré a un chico parado en la puerta con una libreta de apuntes en su mano.
-¡Demonios!-dije tomando mi pecho (un habito muy común en la gente)- ¿Quién rayos eres?-miré como le chico se volvía cada vez más tímido.
-P-pues usted me contrató-dijo apuntándome con un bolígrafo.
Entrecerré los ojos y fruncí el ceño intentando recordar si había hecho algo así.
-Eres... ¿El chico que mencionó Mike?-dije pensando en lo que había mencionado el día anterior.- el ayudante.
-Asistente-dijo corrigiéndome- Soy su asistente. Mi nombre es Richard Olson-se acercó y extendió su mano por sobre la cama que nos dividía. La tomé sintiéndome algo incomoda mientras analizaba su atuendo. Una camisa de botones blanca debajo de un suéter con cuello redondo y unos pantalones negros. Solo le faltaban los anteojos para que el chico fuera un cliché.
Dejé de pensar en su atuendo cuando vi sus mejillas enrojecer. Tal vez lo había visto demasiado.
-La dejaré para que pueda... P-ponerse algo de ropa-dijo tímido para después caminar a la puerta. Miré mi estado para darme cuenta de que llevaba una blusa y bragas nada más.

Luciendo un poco más decente caminé escaleras abajo para toparme con el mismo chico haciendo anotaciones.
-Bien...-le dije al chico haciendo un gesto raro dándole a entender que no recordaba su nombre.
-Ricky está bien-dijo mientras se hacía a un lado para que pudiera pasar al comedor.
-Supongo que debo decirte lo que debes hacer, de lo que te encargaras y todo eso-dije deteniéndome de golpe al ver un plato con el desayuno preparado sobre la mesa que por cierto odiaba esa mesa ya que nunca la usaba pero parecía que el día de hoy haría una excepción.
-No es necesario, me dijeron ya de lo que voy a encargarme-se posicionó a un lado de mí.
-Eso... ¿Fuiste tú?-pregunté señalando el plato con hot cakes, fruta, huevos y tocino (si son vegetarianos, veganos, etc. Cámbienlo a un desayuno que ustedes acostumbran).
-Si, lo cociné yo-dijo mostrando su orgulloso pecho. Asentí para sentarme a comer lo que había preparado.
-Me dijeron que podía pedir algo para que desayunara pero preferí cocinarlo. Espero que le guste-dijo sonriendo.
-Deja de hacer eso-dije casi con la boca llena al mismo tiempo que me arrepentía por mi comportamiento falto de modales.
-¿El qué?-preguntó acercando su cabeza a mí.
-Llamarme de esa forma. El usted me molesta, somos de la misma edad puedes llamarme por mi nombre.
-Claro, lo anotaré-dijo haciéndome asentir pero desconcertándome a la vez cuando vi que en verdad lo anotaba.
-Vino la señora Olivan muy temprano para arreglar la casa, también me dijeron que debía obligarla a ir a la empresa de su padre...-lo corregí de inmediato.
-Mía. Ya es mía. No olvides que están muertos es un detalle algo importante-dije después de tomar un sorbo al jugo de naranja.
-Claro-dijo apenado haciendo que se notara un rubor en sus mejillas. Gracias a su tez tan blanca era fácil de notarlo.
Me levanté cuando termine de desayunar y tomé mi celular para después decir:
-No iremos hoy... Tengo cosas que hacer-dije mientras le mandaba un texto a un par de amigos.
-Bueno... Yo...-dijo quizás tratando de convencerme de algo pero cedió.