Ryan Sitkowski

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dianmotionless

Titulo: Mortífero, venenoso (Bully/Ryan x Fem, ¿Reformado/Ryan x Fem?)

Advertencia: Escenas de bullying, mención de trauma, exposición de una relación toxica y es triste el Os. Las partes dentro de <<>> son recuerdos. 

No apruebo ninguna de las acciones de acoso y abuso que se mencionan en el Os. Tenía dos versiones y no sabía cual subir. Eso dependía de que tan triste quería que acabara esto y al final me decidí por esta parte. Espero que les guste. 

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Retuviste aire por demasiado tiempo. No te habías dado cuenta de aquello y casi te ahogas con tu misma saliva. Tus manos estaban sudando y no sabías desde cuando te habías quedado en la misma posición. Tomaste con fuerza la bebida que habías ordenado hace unos minutos e intentaste aferrarte a ella. Ryan no se había dado cuenta de que estabas ahí, tal vez si te escondías en el baño como solías hacerlo podrías evitarlo pero estar encerrada por horas en un baño publico no sonaba como una buena idea. Quizá si te marchabas no volverías a verlo. Cerraste los ojos con deseo de desaparecerlo, era estúpido pensar en que si los abrías el ya no estaría ahí. Al abrirlos sus ojos se encontraron con los tuyos y tus suplicas para que te ignorara no fueron escuchadas. Sonrió como solía hacerlo, tus piernas temblaron inconscientemente pero intentaste mantenerte de pie. Casi al instante recordaste todo lo que te hizo sufrir durante la escuela. 

<< Todas las mañanas intentabas llegar temprano pero no por las razones correctas. Ryan siempre encontraba la hora correcta para acorralarte antes de entrar a clases. 
Dejaste salir un suspiro al notar que esta vez no estaba ahí, parecía ser tu día de suerte y apresuraste el paso para llegar a alguna zona segura, solías ocultarte en tu salón de clases, en el baño y en lo más alto de las gradas; este ultimo era tu lugar favorito hasta que Ryan entró al equipo de fútbol. 
"¡Hey! ¿A dónde crees que vas?" tu corazón se detuvo al igual que tus piernas. Tal vez había sido la adrenalina o tus ganas de no ser molestada ese día así que te obligaste a correr pensando que era tu mejor opción. Te picaron los ojos sintiendo las lagrimas a punto de salir al ver que tu intento por evitar el peligro había fracasado. Alguien tomó tu mochila y te jaló hacía él. Ryan te sonrió, parecía divertido por tu reacción.  "¿A dónde ibas, gatita?". Odiabas ese apodo y lo había iniciado a usar desde la maldita obra en la que habías estado cuando tenías catorce. Te habían obligado a actuar y tu personaje era un gato, el problema no había sido ese sino que Ryan había comenzado a burlarse de ti a la mitad de la obra y al final huiste dejando a todos confundidos. 
Frunciste el ceño al sentir un golpe en tu frente. Ryan te había golpeado con su dedo al ver que no respondías. "¿Hiciste la tarea, gatita?" preguntó mientras te quitaba la mochila. "No" respondiste de forma inaudible. "No me mientas" respondió abriendo tu mochila. Negaste con rapidez intentando decirle que no le mentías. "No la hice, no pude hacerla" volviste a decir casi en un susurro y Ryan sacó tus libretas. Parecía enojado y no quisiste agregar nada más. "Necesitas un castigo, gatita. Mi tarea no se va a hacer sola" Te entregó tu mochila y los cuadernos y casi tiras todo al suelo. Te jaló con fuerza de la chamarra y te obligó a seguirlo. >>

Notaste como tenía la intención de caminar hacia ti así que buscaste algún lugar donde meterte. Pensabas que ya habías superado esa etapa de tu vida pero parecía ser que no era así. Habías practicado miles de veces como manejar una situación así pero ahora solo volvías a ser tu yo del pasado. 
Entraste al baño y afortunadamente para ti estaba vacío. Maldeciste el momento en el que decidiste venir al club. Solo querías pasar una divertida noche con tus amigas pero ahora te estabas ocultando de la persona que más daño te había hecho. Suspirando te miraste en el espejo, tu maquillaje seguía en su lugar pero aun así sacaste tu brillo labial y lo aplicaste de nuevo. La sensación que creías haber olvidado se hizo presente de nuevo en tu estomago. Tu garganta dolía y cerraste los ojos obligándote a no llorar. Sin abrirlos aún consideraste tus opciones e intentaste recordar lo que debías hacer o lo que había dicho tu psicóloga que hicieras. Lo que habías practicado y por todo lo que habías tenido que pasar pero lo único que se te veía a la cabeza eran todas esas veces en que te había hecho llorar en un baño parecido. 

One Shots (MIW)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora