Mi Obsesión Favorita

Mi obsesión favorita| Cap. 37 Siempre estare aqui💕

-Demonios- murmuro Boston.

-¿Qué?.

-Me ha sucedidó algo que pense que jamás me pasaría- dijo, poniendo sus manos en mi cintura.

-¿Qué te abofeteara más de una vez? Porque es posible.

-Te creo capaz de eso.

-¿Entonces qué sucedió?.

-Lo que me suecedió fue...

-¡Felicity!.

Me retire de Boston para girarme y encontrarme con Liv y Richard no se habían ido. Richard me dio una mirada a la cual yo no puede desifrar.

-¡El viene hacía aca!.

-Nose a donde ir- respondi con mucho miedo.

-Ven, se a donde ir.

-Ella no va a ningun lado- interrumpio Boston, acercándose de nuevo hacía a mi.

-Ire con Richard.

-¿Que?.

-¡Ire con Richard! Por favor no hagas esto dificil- en mi voz sonaba el miedo y no podia fingir ser valiente.

-¡Que tambien venga! Necesitamos salir de aquí todos...

-¡Larguense!- grite alejandome de ellos.

-¿Felicity?.

-¡Vete Boston! ¡Richard sacalos de aquí! Liv amiga por favor vete con ellos yo los busco.

-Esta bien vamos.

[...]

Limpie mis lagrimas y me regañe por ser tan debil. Sabía que ya era imposible escapar y mas imposible era poder esconderme. Estube al pendiente de que nadie me siguiera, no había nadie alrededor pero me sentía observada. Camine más rapido forzando mis piernas, pero mis piernas se de tuvieron al encontrarme a alguien en frente de mi.

-Es divertido verte escapar.

Un hombre estaba frente a mi sonriendome de manera escalofriante, pero me arme de valor para contestarme.

-No estoy escapando, imbécil.

-¿Crees que no puedo golpearte? Tu padre me dijo que si cometes cualquier falta de respeto hacía a mi lo puedo pagar con un buen golpe- el me tomo fuertemente del brazo-. Y me encanta golpear.

No me queje de como estaba apretando mi brazo, tal vez era mejor no decir nada. El hombre me llevo hasta una camioneta negra, me introduja a esta con fuerza.

[...]

-Miren quién apareció- dijo Pablo con sarcasmo.

El hombre que me llevo hacía mi "hogar" desapareció al instante, dejando su mano marcada en mi brazo. Ahora si ya no hay escapatoria.

-Te veo muy feliz- respondí con ironía.
Pablo me tomó de los brazos fuertemente, el olor a licor llego hacía mis fosas nasales. Su mirada mostraba el odio que sentía por mi, nunca me había importado su indiferencia o porque me odiaba tanto. Hubo algunas veces que me daba curiosidad, ¿Por qué? ¿Quién odiaría sin ninguna razón?.

-Niña estúpida, he perdido una buena oferta, ahora sabrás que no debes meterte conmigo.

Sin previo aviso me tomó del cabello con fuerza, el se río al encontrar ese pequeño brillo de temor en mis ojos. Una de sus manos se puso en mi cuello, el aire dejo de fluir. Segundos después el me soltó, tosi y espere que mis pulmones se llenaran de aire de nuevo, pero mi espera fue en vano. El me lanzó al suelo y me pateó el estómago, el dolor se expandió.

-¿Recuerdas cuándo te golpe por primera vez?- llevo sus manos a su cinturón-. Porque yo si.

Traté de recuperarme, pero a pesar de querer forzar mis brazos y mis piernas que me ayudaran pero no lo logré. Un dolor ardiente se entendió por mi espalda, eso significaba que el castigo apenas comenzó.

[...]

Tres horas habían pasado y por fin estaba sola.

Había caído inconsciente y supe que Pablo estaba feliz por el castigo que el había impuesto. Me levante despacio y todo mi cuerpo me dolía, pero me vi obligada a caminar hacía mi habitación. La sala estaba echa un desorden, todo estaba esparcido y había latas de cerveza, botellas de cerveza y estaba el cinturón en el sofá.

Llegué a mi habitación, cerrando las puertas y las lágrimas querían salir. Quería acabar con el sufrimiento, pero aun faltaba demasiado tiempo. Me deslize por la puerta dejándome caer en el suelo, abrazando mis rodillas y deje que las lágrimas se acumularan. Me negaba a llorar.

-¿Felicity?.

Eleve mi rostro y lo encontré ahí de pié, mirándome con preocupación. El no esperó y se acercó hacía mi. Pero escondí el rostro, sospechaba de como iba a estar y no quería que el lo supiera. Pero fue inútil.

-¿Qué te secedio?.

-¿Como entraste?.

-Siempre he entrado por la ventana, ¿Qué te sucedió?.

-Solo me caí. No te preocupes, Boston.

-¿Cuántas veces te he repetido que si me preocupas?- Boston tomo mi barbilla- Felicity... ¿Qué ha sucedido?.

-Una larga historia- quise evadir el tema, pero Boston la detuvo.

-Dime que está sucediendo.

Lo observe, sabía que debía ser mas sincero con el.

-Esta bien...- dije con un nudo en la garganta-. Me importas y sabrás lo que ha estado encerrado en mi mente por años, cuándo era pequeña... Yo... No puedo.

-Puedes, además estoy contigo- tomó una de mis manos-. Puedes decirme y dejar de guardar sus cosas que duelen, es mas fácil hablarlo con alguien y veras que dejara de doler.

-Esto es diferente- una lagrima se deslizó por mi mejilla-. Y ahora no estoy lista, por favor no me presiones.

-Tranquila- dijo, abrazandome-. Cuando quieras hablar, siempre estare aquí.