Casa

19.8K 1.6K 1.2K
                                    

Pepper, Rhodey y Strange miraron al mismo tiempo en dirección a la terraza abierta en el taller. Habían pasado varias horas desde que Tony, enfundado en su traje, había partido a Siberia. Afortunadamente, gracias a Jarvis, sus amigos habían podido estar al pendiente de su ubicación; y cuando la IA anunció su llegada todos espabilaron y se pusieron alertas.

Al principio, Tony no era más que un puntito en el cielo. Un puntito que fue creciendo hasta aterrizar e ingresar en el taller. Con silenciosa orden el traje se abrió dándole espacio para bajar de él. Su rostro no tenía una expresión diferente a la que tenía antes de irse, y fue por ello que Pepper, sin decirle nada, se adelantó y le abrazó suavemente. El gesto era justo lo que necesitaba, puesto que correspondió con cierto apremio.

—¿Qué pasó, Tony?—Preguntó Rhodey desde donde estaba, eso sí, un poco tímido.

Tony se irguió un poco, soltó a Pepper y con el dorso de la mano se limpió las lágrimas que apenas se asomaban.

—Olvide dárselo—dijo.

Al principio no entendieron, pero bastó una mirada a la armadura para comprender. Esta llevaba en una mano un escudo, tal vez Pepper y Strange no supieran de qué trataba, pero Rhodey conocía sobre las técnicas de combate de Steve, y sabía exactamente lo que significaba.

—Lo encontraste—dijo con un pequeño dejo de ánimo.

Pepper volteó a verlo, luego, volvió a Tony; y sonrió.

—Entonces, ¿él está bien?

Tony los miró fijamente antes de contestar.

—No lo sé—dijo y su voz se quebró, pero la contuvo—. Está herido, perdió sangre y, por si fuera poco, tenía hipotermia. Estaba confuso, y decía cosas que...

—Es normal en un cuadro de hipotermia—dijo Strange, pero, por la mirada que Pepper le dirigió, supo que no debía agregar nada más.

—Tenía el traje que le hice—comentó Tony—, habría muerto de no llevarlo, estaba muy expuesto. Un poco más y no sé...

—Entonces, ¿por qué esa cara? Lo salvaste, Tony, deberías estar contento.

Pero Tony negó. La realidad era que, aunque lo había sacado de ahí y llevado a la base de SHIELD, no tenía idea de si lo había hecho a tiempo, considerando que, cuando lo dejó en manos de Bucky, Nat y Sam, Steve ya no estaba consciente.

—Si tan sólo hubiera podido traerlo aquí...

—Ahí si hubiera sido tarde—volvió a intervenir Strange—. Un vuelo así habría sido peligroso para ambos, pero él habría estado expuesto a corrientes de aire frío, además de turbulencias que un corazón hipotérmico no podría resistir. Habría muerto en tus brazos.

—Stephen...—Pepper lo advirtió por segunda vez.

—Lo que quiero decir es que hiciste lo correcto.

Tony asintió levemente y se giró hacia su armadura, retiró lentamente el escudo y lo sujetó con ambas manos a la altura de su rostro. Había una estrella en él, un dibujo que no estaba ahí cuando Steve se lo enseñó aquella vez en la sala de su casa. Tal vez, éste lo había hecho de camino a su misión con alguna pintura que hubiera encontrado, pensó y no estaba equivocado.

—¿Por qué no te quedaste?—preguntó Rhodey—. Pudiste haberlo hecho y asegurarte de que estuviera bien.

Era lo lógico, Tony lo sabía y tal vez, todos lo habían pensado.

—No podía arriesgarme a que supieran que era yo—dijo bajando el escudo para, después, mirar a sus amigos—, ¿qué motivos tendría Tony Stark para cruzar el mundo y encontrar a un capitán que ni siquiera conoce? Habría sido raro, habría tenido que responder preguntas que no quiero responder.

El inesperado despertar a tu ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora