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15 de Agosto 2018

Seattle
Camila

Los primeros heridos comenzaron a llegar. Niños y adultos, con dificultad para respirar, con quemaduras de gravedad y heridas en brazos, piernas.
Solo 10 minutos y había revisado al menos 5 pacientes. Todos instalados en camillas y con el apoyo de Dinah, con algunos tratamientos por aplicar.
El doctor Mendes me dió una señal por el buen desempeño de los últimos minutos.

-¿Doctora Cabello? La enfermera me llamó desde un cubículo.
Dejé al pequeño, un paciente que solo estaba intoxicado por el humo. Sobe levemente su cabeza y el me sonrió con gusto, aun cuando llevaba una mascarilla de oxígeno en su cara.
Seguía a la enfermera.

-Es una paciente femenina de 22 años, estuvo en el incendio, ha recibido un golpe directo en el hombro izquierdo, con perdida del estado de conciencia, sin dificultad respiratoria, solo refiere dolor en su herida, aún con sangrado leve. Asentí y tomé el reporte de sus manos. Caminé hasta entrar al cubículo. Había que revisar primero la herida, tal vez descartar algún traumatismo en cráneo. Entre colocando un par de guantes y cubre bocas.
Alguien la acompañaba así que no hice esfuerzo por hablar. Caminé directamente hacia el lado de la camilla para poder observar.
Levanté la vista por segundos solo para percibir si su rostro estaba intacto.

-Bien, hola soy la doctora Cabello, voy a revisar su herida señorita. Dije esto último con duda. Observe la mitad de su cuerpo, llevaba botas y pantalón de bombero. Bien, que tan mala suerte tenías como para ser bombero y terminar herido.

-Lauren. Con un movimiento rápido la miré a los ojos, esta vez por más tiempo. Nuestros ojos conectaron. -Jauregui.
Su cuerpo se tensó al notarme bajó el cubre bocas. Tuvo que quejarse de dolor en el hombro.

Lauren Jauregui

Era ella, estaba frente a mi. Mis manos comenzaron a temblar mientras intentaba detenerlas.
De pronto en mi cabeza miré esos ojos verdes, los ojos de su hermano.

Flashback

4 años antes

Chris había sujetado mi mano frente a todo el colegio. Por dios. Nunca había visto ojos más tristes, como los de Lauren en este momento.
Ella era mi mejor amiga, no se por que sentía que eso dejaría de ser así.

Habían pasado meses después de ese suceso y ahora me encontraba platicando con Sandra, estaba en la cafetería y de lejos podía ver a Lauren charlar con Lucy, dios, esa chica si que era un fastidio para mi. No entendía por que ahora Lauren estaba con ella, no le importaba lo que dijera la gente, ella se había declarado bisexual tiempo atrás mientras yo aún era su mejor amiga, mas nunca había notado que tuviera un interés particular en Lucy. Yo suspiré. Odiaba verlas juntas y más al tener que soportar a Lauren como mi cuñada. Era dura conmigo y solía ignorarme cuando estaba de visita en su casa. Sus padres me adoraban y ella y Chris peleaban más de lo normal últimamente.

-Deja de ver a esas lesbianas Camila. Se quejó cuando notó que miraba a Lauren.

-No hables así de ella, al menos no frente a mi. Me enfade con Sandra y le reclamé.

-No les da pena mostrarse amor frente a nadie y bueno supongo que menos cuando se esconden en algún lugar privado. Ese comentario si llamo mi atención, aun cuando a mi petición de no seguir hablando de eso, Sandra continuó. -No lo sabías seguramente pero hay un chisme enorme, dicen que Lauren y Lucy ya lo hicieron.
Me quede callada. Ahí estaba el pulso de los celos, nadie lo sabía pero yo tenía más de un año enamorada de mi mejor amiga a escondidas, iba tanto a su casa que al final fue Chris quien me había perseguido, era un hecho de tanta pena y miedo a perder a Lauren, que jamás se lo confesé. Pero que estuviera con su hermano y no se lo dijera no le daba derecho a lucirse por todo el colegio con Lucy de la mano.
Chris era el más empalagoso novio de la historia y me dolía como Lauren se había entregado a Lucy sin importarle, nada, mientras yo había rechazado a su hermano en muchas ocasiones.
Se suponía que ella y yo deberíamos hablar de eso, pero las cosas habían cambiado para siempre.

Algunos otros meses después sostenían la prueba de embarazo con tanto miedo. Era positiva y no siquiera yo lo entendía.
Después de hablar con Lauren, ella había soltado la verdad, si había perdido su virginidad con su novia, a quien llevaba sin pena a las cenas en que Chris también me invitaba.
Luego se venía el problema con mis padres, desde luego se negaban a que yo saliera con Chris, según ellos no era de mi misma clase y parecía un chico descuidado, aún cuando sostenían el y Lauren sus promedios para permanecer en el colegio por una beca completa, ese colegio que mis padres pagaban solo por mantenerme ahí.

La prueba estaba positiva y en serio que no sabía que iba a hacer.
La primera persona en saberlo fue Lauren. Prácticamente me había descubierto salir a media tarde de la habitación de su hermano, un fin de semana en que sus padres habían salido de la ciudad.
Ella me miró con odio y luego evitó hablar con Chris al menos por lo más sencillo. Eran hermanos pero desconocidos al vivir juntos. Me dolía.

Solté la noticia y para mi desgracia lo primero que Chris había hecho era embriagarse después de reclamarme que había arruinado su futuro.
Esa misma noche él había muerto después de chocar su auto.
Mi estabilidad pendía de un hilo y sin poder resistir tuve que confesarlo a mis padres, me lanzaron a la calle y fue Lauren y sus padres quienes destrozados por la muerte de Chris y la nueva noticia del bebé en camino,me aceptaron en casa. Para ese entonces yo ya había comenzado con mis estudios en la universidad.
Medicina.
A mitad del embarazo y con los múltiples trabajos de Lauren, y sus padres me habían ayudado a pasar mi embarazo y continuar en la universidad.

Justo cuando cumplí 6 meses de embarazo Lauren y yo nos habíamos dado el primer beso.
Sus maravillosos ojos verdes habían logrado perdonarme y con la reciente llegada de un bebé, ella luchaba como nunca alguien.
Hacía todo de pronto por mi bien y la de su futuro sobrino. Aunque en una relación Lauren confesaba su deseo de ser madre de mi pequeña. Ella lo lograba, dios, sabe cuantas noches no pasaba en casa por trabajar y ayudarme con todo. Era como mi ángel y el más grande amor de mi vida.

El día que Megan nació algo se había roto en mi.
Y junto a eso mi relación con Lauren.

Cuando te fuiste Donde viven las historias. Descúbrelo ahora