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12 de Octubre 2018

Seattle
Lauren

No podía creer que había caído de la cama. Miré la hora y me asusté. Megan solía despertar temprano y no sabía si Camila seguía inconsciente.
Me coloque mis zapatos y la ropa, salí disparada a mi habitación pero al entrar no había nadie.
¿Donde estaban? Bajé hacía la cocina, venía ruido de ahí. Cuando iba a entrar me detuve. Megan movía sus manos al cantar y bueno Camila bailaba demasiado bien.
La observé de pies a cabeza. No había algo más caliente que eso.
Toqué mi frente no podía creer que había pensado así.
Entonces no lo resistí y entre.

-¿Que hacen? Las dos gritaron asustadas.
Luego Megan soltó una risita.

-Hola mamá, Camila me hace tortitas.
Asentí y besé su mejilla.

-A hola Lauren. Ella dijo y me miro confundida. Algo sonrojada. -Yo, perdón por quedarme dormida es solo que...

-No te preocupes, estabas cansada lo entiendo.
Me regaló media sonrisa y se dió la vuelta para seguir cocinando.

-¿Quieres comer? Megan extendió su comida frente a mi.
También había agregado tocino. Tenía mucha hambre.

-Toma, tengo este plato listo. Camila me entregó el plato en las manos. Hacía demasiado tiempo que alguien me cocinaba, bueno aparte de mamá.
Comencé a comer y sabía tan bueno que sentí enamorarme. Ahora entendía por que Megan se comía todo.
Camila se sentó junto a nosotras un rato después y juntas terminamos de desayunar.
Subió a buscar sus zapatos después.

-Yo debo irme. Confesó. Megan hizo un puchero. Intentando conmover un poco, era su mejor forma de jugar sucio.

-No quiero que te vayas ¿No dormirás hoy conmigo? Le preguntó. Yo desvié la mirada. No quería tener algo que ver con la decisión que tomará, aunque tampoco me animaba a invitarla a quedarse. No sabía como se sentía después de dormir en nuestra casa. Que yo la llevará a la cama.

-Lo intentaré Megan. Besó su frente y luego extendió una mano hacía mi. La tomé nerviosa aunque algo inquieta por verla irse. Intenté fingir que no me importaba.
Retuve su mano de forma extraña haciéndome sonrojar.
Sus ojos cafés estudiaron mi gesto y finalmente se separó.
La mañana divertida iba a terminar.

Después que salió Megan estuvo un poco de mal humor, o triste, no me gustaba verla así. Intentaba tomar alguna conversación.
Nos sentamos a ver televisión un rato.

-Camila es muy calentita cuando duerme. Acaricié sus mejillas con ternura, por fin quería conversar. No tenía duda de que así lo era. Pero imaginarme durmiendo con ella solo era de otra forma.
¿Estaba comenzando a sentir deseo por ella?
La miraba demasiado, si, debía admitir que me seguía atrayendo.

-¿Quieres verla seguido? Asintió de inmediato. -La invitaremos mañana a alguna parte.
Se quedo pensando. La cargué hacía la recámara debía bañarnos para ir con mis padres. Cada sábado mamá preparaba la comida.

-¿Mamá? ¿Crees que Camila pueda ser tu novia?
Preguntó cuando estábamos en la ducha. De forma torpe se me cayó el jabón. Haciendo reír demasiado a mi hija.
De que podía se podía, pero era casi imposible que ella aceptara estar conmigo otra vez, hasta hace días yo la había tratado como la mierda.

Camila

Llegué a mi departamento de muy buen humor. No quería saber de nadie más. Simplemente imaginarme como Lauren me había llevado a la cama. Y no de forma literal.
Recordé también la emoción que sentí al mirarme dormir con mi hija. Era tan dulce y una niña muy tierna.
No me cansaba de leer sus expresiones, cada una de sus palabras, demasiado inteligente y muy cariñosa.
Tomé un baño en la tina muy larga y me relajé.
Después de esa mañana sabía que el resto del fin de semana sería aburrido.
Al salir escuché mi móvil sonar.
Era Dinah. Contesté.

-Hola.

-Camila, venga prepárate ¿Quieres pasar un buen rato hoy? Te he conseguido la mejor compañía ¿Recuerdas a Harry? El nuevo pediatra.
Ni siquiera recordaba quien era.

-No.

-Bueno no importa, el es muy guapo y educado, te va a caer muy bien, quedamos de vernos en un restaurante ¿Vienes?
Busqué alguna buena excusa pero no encontraba nada.

-Di. Reclamé.

-Hazlo por mi, Normani también viene, solo es para distraerte un poco, vas a estar bien y temprano en casa.

Salí con ellos, pero la cita no había resultado. Había hablado con él hasta el cansancio pero eso de hacer clic con alguien no me funcionaba. Además estaba más preocupada por Megan y Lauren, yo quería estar con ellas en ese momento. Harry se ofreció a llevarme al departamento al final de la noche y acepté.

-¿Crees que podamos vernos luego? No tengo muchos amigos aquí. Asentí. Preguntó él amablemente.

-Solo que, si Dinah viene con nosotros, podemos ser buenos amigos los tres.
El sonrió. Sus ojos me miraron con curiosidad y se inclino para besar mi mejilla. Después de eso me ayudo a bajar de su auto y se fue.

Miré el móvil otra vez. Quería ver a mi pequeña. Necesitaba tenerla cerca.
Era casi media noche cuando decidí llamar. Quizá la copa de vino durante la cena me estaba ayudando. Lo pensé mejor.
Mande un mensaje. No quería molestar o despertar a alguien.

~Hola Lauren, se que es un poco tarde, pero quisiera saber como esta Megan~

Me puse una pijama y me recosté en la cama, esperando alguna respuesta. Pero no pasó. Tal vez no había ninguna confianza. Lauren no había cambiado su comportamiento conmigo, solo era amable.
Cerré los ojos un poco cansada. Me sentía confundida.

No podía dejar pasar ese leve cosquilleo en mi abdomen cuando la veía.
Lauren iba a ser la única por la que me sentía así.

~Hola Camila, ella esta bien, acaba de dormirse ¿Pasa algo?~
Me contestó. Sonreí como loca a la pantalla del móvil.

~Quiero saber si puedo verla mañana, en verdad que lo necesito~ Respondí y envíe.
No tardó nada en responder.

~Si, solo si prometes no fingir estar dormida para que te lleve a la cama~
Solté una risita nerviosa. Por dios, ella realmente estaba bromeando conmigo y eso era un paso.

~Lo haré solo por tu espalda, Megan me contó que lo hiciste, me siento avergonzada~
Admití, mis mejillas lucían enrojecidas tal vez, solo que no había nadie para que mirara.

~Creo comprender, no vuelvas a escapar del hospital. Oye es un poco tarde y debo dormir ¿Quieres venir a la casa mañana?~

~Si, las veo mañana~
Presioné enviar y al no recibir respuesta decidí no mandar otro. Era un hecho.
Moría de nervios, pero dada las circunstancias necesitaba conversar con ella, quería que las visitas con Megan no fueran llenas de tensión, tal vez ella y yo podríamos estar mejor. Era una posibilidad para confesar a Megan que yo era su mamá. Avanzar de un paso a la vez.

Cuando te fuiste Donde viven las historias. Descúbrelo ahora