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19 de Octubre 2018

Seattle
Camila

-Dios, de verdad te he visto mirar eso por mucho tiempo, ya basta vuelve al mundo real.
Cerré la puerta de mi casillero rápidamente. Había colocado dentro una foto de Megan y Lauren, cada vez que buscaba mis cosas las miraba ahí.

-Déjame en paz. Dije sin humor. Era hora de salir. El día había ido terrible. Urgencias y pacientes con problemas realmente graves y sin querer ser atendido. Tuve que lidiar con mucho casos estresantes. Solo para terminar con Dinah diciéndome boba o algo peor.

-¿Entonces? Quiero que me cuentes que esta pasando entre la chica bombero y tu, digo yo tengo demasiado claro las cosas con Mani.
Se encogió de hombros y espero a que yo me cambiara.

-Con la diferencia que tu y Mani acaban de conocerse, Lauren y yo tenemos un pasado en común y a Megan, me fui por años de sus vidas ¿Quieres que todo sea tan fácil?
Gruñó por lo bajo. Se acercó a mi y me tomó por los hombros.

-Ya se que sucedió, pero mira, creo que Lauren tiene mas claras las cosas, no como tu.
Suspiré pesado y seguí guardando todo en la pequeña maleta. Era viernes y solo tendría el sábado libre.

-No hemos hablado sobre nosotras, más bien sobre la niña y vamos avanzando muy lento.

-La pregunta aquí es ¿Quieres o no quieres hacer cositas con Lauren?
Solté una risita por su comentario.

-Dinah, aunque las quisiera no pasaría.

-Bien ya esta, entonces tienes que seguir saliendo con Harry, ves a tu hija casi a diario, estas hablando más con Lauren sobre la situación pero aún así siento que no avanzas, necesitas a alguien a tu lado cariño, anhelas unos brazos para cada noche.
Ella tenía razón pero aun me parecía demasiado rápido, salir con alguien. Después de perdonarme de a poco, necesitaba mi espacio, incluso para todo lo que pasaba con Lauren.
Como si hubiera sido llamado el rubio apareció en el pasillo, justo al salir de los vestidores.
Detuvo sus pasos al verme y después de despedir a Dinah, quiso hablar conmigo.

-¿Como has estado?
Pregunto con una bella sonrisa.

-Bastante bien ¿Tu?

-Muy bien, ¿Oye por que no vamos a tomar un café? solo voy por mis cosas.
Quería responder que no. Pero el ya caminaba lejos de mi. Lo espere sobre el pasillo, cuando regresó había quitado su bata y ahora iba vestido de forma casual. No entendía por que aunque era demasiado atractivo no me sentía como con Lauren. No la había olvidado por completo. Lo sentía a diario en mi pecho.
Me ayudó a cargar mis cosas y me guió hasta su auto.

-Iremos a una que esta cerca.
Asentí. El estaba enterado de toda mi situación. Días después de conocer a Megan, me había preguntado quien era y yo le había contado la mayoría de la situación, el lo comprendía y era un excelente compañía en mis días de guardia, casualmente teníamos la misma en el hospital.
Estacionó frente a una cafetería pequeña y me ayudó a salir.

-Dinah me contó que haz visto a tu pequeña más seguido. Estábamos sentados en una mesa del centro. El olor a café me cautivo, definitivamente necesitaba aquello.

-Eso trato, lo que el hospital me permite, pero si, Lauren y yo también estamos un poco mas tranquilas.
Ordenamos un café y él continuó platicando sobre su semana.

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