9 de Noviembre 2018Seattle
Lauren-Espera. La separé.
Camila se alejó muy poco, dejándome tomar un respiro.
-¿Bebiste vino?
En serio sus labios tenían ese sabor particular. Ella se rió un poco y asintió.-Estaba un poco nerviosa.
Hizo ese gesto tierno con sus labios. Yo aún no la soltaba así que no fue difícil volver a sus labios y sujetarla para mi.
Besé sus labios con pasión.
Intentaba buscar de forma torpe algún lugar donde recargarnos pero no lo encontraba.
Caminé de espaldas por un rato hasta que sentí el mueble a mi espalda. Justó al girarnos para sentarla ahí. Todo comenzó a caer. Demasiado ruido.
Con respiración cansada ella me apartó.-Lauren..Reclamó en susurró. -Megan duerme del otro lado del pasillo.
-Si. Mis manos no se resistieron y regresé a su cuerpo, entre tropezones llegamos a la cama y nos dejamos caer ahí. Toqué sus curvas sobre la suavidad de la pijama y ella gimió.
Ya no lo soportaba necesitaba tocar su piel, algo más.
Anhelaba tanto tenerla así para mi. Me dejé llevar por el momento y la besé con devoción, tanto que termine atrapando su cabello con mis dedos y lo jale por accidente.
Ella se quejó en mis labios.
Busqué el maldito broche de la pijama.-No esta. Reclamé. Ella me apartó rápidamente y comenzó a quitarse el conjunto.
Yo me quedé sobre la cama mirándola. Ella de pie.
Casi dejé de respirar cuando hizo ese movimiento lento, bajando lentamente la pijama acalorada. Dios mío. Quise tocarla de inmediato. Llevaba lencería negra, una tanga hermosa negra y ella capturó mis ojos y sonrió de forma caliente. Hice lo mismo al instante. Arranque la pijama de la nada y la atrapé de nuevo. Fue placentero sentir su piel sobre la mía. Apreté su cintura y luego su culo. Besé su cuello con ansiedad antes de dejarla con cuidado en la cama. Sus piernas me habían rodeado. De modo en que sentía su humedad sobre la piel de mi abdomen.-Dios Lauren, no aguantare mucho.
Gimió.
Yo besé su cuello hasta bajar en su ombligo. Su abdomen plano era de adorar.
En algún momento ella intentó girarse pero no la deje.
En cambio sujete sus pechos aún con el sostén de media copa puesto.-Déjame a mi preciosa. Reclamé.
Sus manos sujetaron mi cabeza e intentaron llevarla hasta esa pequeña parte de su cuerpo, húmeda. Yo reí cansada.
Había pasado demasiado tiempo sin poder mirarla así. Era diferente, ya no estaba embarazada de Megan y no sabía si me iba a detener un poco.
Regrese a sus labios y apretó mis hombros.-Espérame. Me dijo. Cuando me detuve ella sujeto mis mejillas.
-Quiero hacer el amor contigo, ya, por favor. Estaba rogando y me inspiro.
Desabroché su sostén y los aventé a alguna parte. Sus pechos excitados se mostraron ante mi.
Fui hacía ellos y los succione. Sin cuidado.
Gemía cada vez más alto con todo el movimiento, no recordaba haberme sentido tan ansiosa antes.-Si preciosa, intenta resistir esto. Dije antes de volver a lamer uno de sus pezones.
Sus manos se arriesgaron un poco en mi espalda y me dejó sin sostén. Los apretó levemente.-Quiero....quiero...
No la deje pedir. Torpemente arranque la tanga de su pelvis. Besé a su monte de venus y ella grito.
Mis labios iniciaron un juego, besando sus piernas y muslos por la parte interna. Me levante para retirar el resto de mi ropa y dejarme caer con su cuerpo libre.
El sudor comenzaba a crear un tipo de lubricante entre nuestros cuerpos. El sonido era seguro y sentía como resbalaban mis pechos con los suyos. Mordía sus labios y susurraba cosas un poco raras.
Quería tocarla más, quería tocar algo en su interior. Convencerla de que realmente pertenecíamos una con la otra. Nos hicimos una sola respiración en algún momento. Llevaba sus manos por todo mi cuerpo, jalaba mi cabello, besaba un punto débil de mi cuello, con esos labios suaves, rozados e hinchados por la actividad. La cama estaba enredada en nuestros cuerpos.
Bajé hasta en un movimiento rápido y lami su entrada sin detenerme. Miré sus labios vaginales, rozados y húmedos. Quería comerlos y...
Me distraía demasiado así que ella fue la que guió su cuerpo a mi boca. La siguiente vez encontré el pequeño botón sensible. Use mis dedos en el.
-Increíble mi amor. Gimió diciendo. Me aparté de golpe y busqué sus ojos. Amor. Amor. Ella en realidad estaba llamándome así.Seguí usando mi lengua en su linda entrada, sin despegar mis ojos de los suyos.
Ya no resistiría mucho así que hice los movimientos suficientes para que se corriera. Mis labios se sintieron húmedos y complacida por mirar su cuerpo tenso por el orgasmo, la fuerza con la que estiro mi cabello.-No dejes de hacerlo. Tuvo otro orgasmo después de ese.
Subí hasta su cara y la besé con delicadeza.
Una de mis manos lucharon por mantenerla cerca y la otra busco entrar a ese rincón de cielo que tenía entre sus piernas, ella había apretado mi culo y después su mano buscaron mi entrada.
Con un movimiento constante, nos penetramos al mismo tiempo. Yo con tres de mis dedos y ella con dos.
Había demasiado ruido en la habitación ahora, me excitaba escuchar nuestras respiraciones y nuestros cuerpos chocar uno con el otro. Sus labios se ocultaron en mi cuello.
Entraba y salía en ella con suavidad, con un movimiento perfecto para ambas. ¿Porque dejamos pasar tanto tiempo sin hacerlo? Era lo mejor del mundo. Su mano libre apretó uno de mis pechos.-Te amo Camila, te amo demasiado, extrañaba sentirte. Gimió alto e intento torpemente encontrar el ritmo de nuevo entrando y saliendo de mi.
-Sigue. Susurró. La miré a los ojos antes de dar el ultimo embiste y hacerla llegar por tercera ocasión. No se detuvo en cambio, usó su última energía para hacerme alcanzar la cima con un grito.
-Te amo Lauren...eres...
Se apretó hacía mi. Sus pechos subían y bajaban con cansancio. Retiró sus dedos y apretó mis hombros. -Eres lo mejor de mi vida desde siempre, yo fui tan tonta para no darme cuenta....y quiero hacer esto de nuevo.Ella no había tardado en darnos la vuelta en la cama con la sonrisa perezosa e iniciar de nuevo.
Eran las 4 de la mañana cuando nos acostamos una a un lado de la otra. Con respiración tranquila. Yo debía tener una cara de tonta enamorada. No dejaba de mirarla.
Sus mejillas seguían sonrojadas y sus labios un poco hinchados. No resistí tocarlos de nuevo con un beso suave.
Soltó una risita muy linda y abrió los ojos. Yo estaba hacía arriba y ella con sus pechos hacía la cama, media espalda cubierta con las sábanas, quería fotografiarla.
Mi cuerpo dolía de una forma placentera. No tenía con que compararlo.
Su mano descanso cerca de mi pecho, seguramente mi corazón bombeaba con fuerza contra su palma.-Me gustan las manchitas que tienes aquí. Su dedo recorrió mi nariz.
Atrapó mis labios en uno de esos besos con mucho sonido. Intentando no despegarse.-A mi me gustas toda tu y este lunar. Apunte a uno que tenía sobre la cintura, en la espalda. Me gustaba tocar esa curva. Dios, en serio me encantaba tanto esa parte de su cuerpo que quería besarle el culo y...
Negué mientras la apretaba.
Sus ojos se hacían pesados. Así que supuse iba a quedarse dormida. Despacio la hice recargar la mitad de su cuerpo en el mío y besé sus mejillas, luego su cuello, sobre sus pechos, en su hombro y luego sus labios. Uno y otro beso. No quería dejarla dormir.
Pero se veía agotada.
Su mano apretó con fuerza mi torso y suspiró profundamente.
Su piel en contacto con la mía me encantaba.
¿Había algo que no fuera perfecto en ella?
La miré dormir mucho tiempo más, acaricié su cabello y besé sus labios aún cuando ya estaba dormida.
La abracé fuerte por la cintura.-No te irás de nuevo de mi, yo no lo soportaría preciosa...no te imaginas la falta que me hacías, te amo, te amo tanto...que sería capaz de...
Besé su nariz respingada y ella se quejó bajo.
-De lo que sea, no vuelvas a irte por favor, nunca, te amo Camila.NO SE USTEDES DÍGANME COMO ESTUVO 💆🏻♀️🔥🔥🔥
ESTÁS LEYENDO
Cuando te fuiste
FanfictionTe miré, estabas tan dañada, aterrada y con una voz débil me habías confesado lo que querías hacer, lo que jamás quisiste, lo que más temías. Yo solo te había insistido con amor, no tenía más. Saliste por aquella puerta cuando yo te lo suplique y...