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9 de Octubre 2018

Seattle
Lauren

Ella no se a comunicado, pensé que de verdad se asustó por lo del otro día en el auto.
Yo no debía intervenir para nada en la relación que Megan y ella tenían.
Mi pequeña necesitaba verla e insistía a cada rato. Quería visitarla en el hospital o llamarla pero aunque tuviera su contacto guardado con un icono (🖕🏼) lo se era inmaduro pero así cada vez que pensaba en comunicarme se me pasaban las ganas.

Habían pasado cuatro días y no sabía nada de ella. En la estación había estado a punto de preguntar con Normani pero no me atrevía. ¿Quien era la cobarde ahora?

Aunque no merecía ni un poco de atención por mi parte. Tal vez se había ido de nuestras vidas otra vez.
Esa tarde había ido a casa de mis padres.
Ellos me hicieron preguntas sobre Camila, unas que no quería contestar.

-¿Como haz visto a Camila?

-Bien mamá, ella juega con Megan, se llevan bien.
Me encogí de hombros. Mi padre jugaba con la niña en la sala.

-Es que no la imaginó ahora, debe ser muy guapa, madura y bueno si dices que es médico debe verse más que bien.
No dije nada. Por que era exactamente como se veía.
-¿Es guapa?
No iba a contestar esa pregunta, mamá estaba jugando con fuego. No me insistió. -Debe tener un novio guapo, tal vez un médico, sus padres siempre quisieron eso para ella.
Imaginé algo así. En realidad no lo había pensado. Ella llevaba casi tres meses en el hospital. Rodeada de médicos y enfermeras, quién sea podría interesarse en ella y no tenía nada que le impidiera salir con alguien.
Sentí un pequeño aguijón en mi pecho. Celos. No por dios. Yo no debía sentir eso, en realidad debería estar molesta y pensando seriamente en no dejarla ver a Megan más.
No se había interesado en su salud en los últimos cuatro días.

En mi mente volvió su cara sonrojada y su sonrisa tierna.
No, no, no. Repetí.

-¿Lauren? Mamá irrumpió en mi cabeza.

-Si mamá, lo es. Dije enfadada. Ella soltó una risita y siguió partiendo algo para la comida. Diablos, lo había soltado sin pensar.
-¿Oye por que soy la única enfadada con Camila por largarse? A y si, dejar abandonada a su hija recién nacida ¿Por que papá y tu parecen estar de su lado?

Mamá se giró furiosa. No le gustaba que levantara la voz.

-Mira Lauren, ella siempre demostró tener una buena actitud con nosotros, amaba a Megan, yo lo veía pero también era una chica muy joven, llena de miedo, piénsalo un poco, murió Chris, sus padres la dejaron de ver por todo el embarazo, estaba en la universidad, en su primer año y no tenía nada que ofrecer a la niña, estabas tú pero te convertías de pronto en una chica tratando de ser fuerte por ambas, cariño, era obvio que iba a estallar, tu nos tenías a nosotros, ella no tenía a nadie.
Fruncí el ceño. Claro que tenía a alguien solo que no supo mirar bien, ni apreciar, se había comportado como una niña estúpida y mimada.

-¡Me tenía a mí!
Termine golpeando la encimera de la cocina y salí hecha una furia de la casa.
Habían pasado 4 años, 4 malditos años y yo no lograba superarlo.
Subí al auto. No sabía exactamente que estaba haciendo pero de todas formas salí.
Necesitaba saber la verdad. Esta absurda idea me estaba consumiendo.
Y era verdad ella me tenía a mi. Ella en principio había creado esa relación extraña.
Me había besado cuando tenía tres meses de embarazo, apenas estábamos superando la muerte de mi hermano y ella venía de esa forma. Un mes después me confeso que me amaba desde antes de estar con mi hermano, yo la había ignorado por estar con Lucy pero no se daba cuenta que en un principio era ella quien comenzó a salir con Chris. Mierda.
Luego hicimos el amor, luego le confesé que también la amaba. Luego nos vimos enganchadas para toda la vida. Yo quería a Megan y ella me quería en sus vidas.
Ella estudiaba, yo trabajaba. Mis padres luchaban por respetar nuestras decisiones, incluso con el nombre.
Luego Megan nació y todo lo que teníamos se fue a la mierda. Ella actuaba sin interés. Solo cuidaba a Megan cuando las dos estaban despiertas. Pasó un mes y medio y regreso a la universidad. Comenzó a actuar extraño, mucho más, me rechazaba todo el tiempo y yo estaba enfadada. Demasiado, justo como ahorita.
Se fue y me dejo con la niña y con el corazón roto. Yo necesitaba una disculpa, necesitaba que ella me pidiera perdón. Solo así podría avanzar en la vida.
De nada servía haberme guardado el corazón por 4 jodidos años si ella no iba a estar conmigo nunca más. No. Por que nunca lo lograríamos. Yo no iba a dejar de odiarla.

Cuando te fuiste Donde viven las historias. Descúbrelo ahora