27 de Septiembre 2018
Seattle
LaurenMiré hacía arriba otra vez. Nadie entendía cuan estresante era observar un suicida desde el piso.
Mediana estatura, regordete y con unas malditas ganas de lanzarse del décimo quinto piso.
La alarma había sonado hace 15 minutos y ahora policía, bomberos y paramédicos esperaban el momento en que ese tipo decidiera si quería vivir o morir. Mientras tanto el equipo acomodaba el inflable en el supuesto lugar de la caída.
El tipo seguía gritando barbaridades.
Limpie el sudor de mi frente.-Jauregui, ese tipo no sabe que mierda hacer ¿Segura que debemos esperar?
Asentí. La policía no quería que nosotros interviniéramos. Ahora dos oficiales trataban de convencer al tipo de que la vida aún valía la pena.
No tenían ni siquiera la idea en mente de gancharlo y lanzarlo hacía dentro de la ventana y yo no quería meter a mis compañeros en aquel lío. Miré el reloj de mi muñeca. Esto debía terminar pronto. No podía dejar a mi pequeña esperando por mi.
Pero sabía que solo debía esperar.Me quede a la distancia analizando la situación. Recibí ordenes de la estación de respetar nuestra área y obligar a los demás espectadores a retirarse o guardar su límite.
Para ese momento había demasiada gente reunida y un par de camarógrafos de distintas televisoras.
Un policía se acercó para a hablar conmigo.
-Jauregui, si en 10 minutos no lo convencen van a intervenir ustedes. Asentí un poco enfadada, era mejor que nos dejarán a nosotros hacerlo.
Necesitaba mandar un mensaje a mi madre sobre Megan pero había olvidado mi móvil en la estación y el único medio de comunicación que usábamos en el trabajo eran los radios.-Samuel. Grité. Acudió a mi corriendo. -Tu y yo subiremos en 10 minutos, espérame en los elevadores del edificio, tenemos que lanzar o meter a ese tonto. Asintió. Los demás se reunieron cerca del inflable.
Sería una buena caída.Camila
Entre a la pequeña habitación después de Dinah y sin más me giré para ver al paciente.
Mi corazón se detuvo. Frente a mi esos ojitos verdes y llorosos me miraban asustada.-Dinah. La llamé. Ella tomó mi mano y lentamente me acercó a la niña.
Mis ojos se llenaron de lágrimas como los de ella y la miré asustada después ¿Que hacía aquí Megan? La recorrí por completo y observé su pequeño bracito con una férula con estampado de corazones.
Su cabello estaba peinado en una coleta y se quejaba un poco de dolor. Parecía estar muy asustada.
Ahí estaba mi pequeña, Megan estaba ahí.
Dinah me vió retroceder un poco y colocó su mano en mi hombro.-Calma Camila, ella no sabe y tu eres su médico.
Rápidamente limpie mis mejillas e hice lo que tanto había deseado.
Le regale una media sonrisa y ella no la devolvió en cambio sus lagrimas siguieron saliendo.-Hey Hola pequeña.
-Parece un poco nerviosa, esta esperando a que Lauren aparezca. Asentí.
-¿Donde esta mi mamá? Preguntó con su voz entrecortada. No lo resistí mucho y acaricié su mejilla.
Dios. Era tan parecida a Lauren. Su piel blanca era tan suave como lo había imaginado, su cabello castaño en un tono similar al mío y esos ojos. Moría por decirle que yo era su mamá. Que no necesitaba a alguien más si yo estaba ahí.
Su bracito izquierdo estaba roto.-¿Doctora? Escuche de su parte.
-¿Que pasa Megan? ¿Así te llamas cierto? Tomé su mano sana y ella me miró fijamente.
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Cuando te fuiste
FanfictionTe miré, estabas tan dañada, aterrada y con una voz débil me habías confesado lo que querías hacer, lo que jamás quisiste, lo que más temías. Yo solo te había insistido con amor, no tenía más. Saliste por aquella puerta cuando yo te lo suplique y...