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21 de Diciembre 2018

Seattle
Camila

-Me gustaría quedarme al pendiente de ella, este día, apuesto a que necesitan descansar, ya hable con mi padre y tendré 5 días libres en el hospital.
Mike y Clara estaban un poco más tranquilos al vernos juntas. Lauren sonreía más y estaba ansiosa por irse de alta.

-Si mamá, estaré bien con ella, pueden cuidar de Megan y traerla un rato por la tarde después de la escuela.
Dijo Lauren, ya soportaba adoptar otra posición en la cama.

-Iré con Megan antes de dormir y estaré de regreso, luego en la mañana la llevó al colegio. Sugerí muy segura.
Mike no estaba tan convencido de hacerlo. Mencionando que yo también debía descansar un poco más después del incidente de ayer. Yo me sentía mucho mejor, con energía y feliz con Lauren, necesitaba tanto pasar el día completo nosotras tres. Pero aún tenía que recuperarse.
Ellos cedieron unos minutos después antes necesitaba ir por Megan a casa de mis padres y traerla a visitar a Lauren un par de horas.
Mi pequeña. La habíamos dejado de lado por unas horas y me sentía demasiado culpable, necesitaba tenerla en mi brazos y darle besos por toda la cara, escuchar sus risitas y mirar sus juguetones ojos verdes.
Me despedí por un rato y partí por ella.
Recordé feliz como me había despedido de Lauren hace un rato, insistía en besarme frente a sus padres y me hacía sentir un poco incómoda. Ella reía, justificando que ya deberían estar acostumbrados.
Debía concentrarme en el siguiente paso, ya vivíamos juntas y necesitaba superar esa inseguridad que a veces sentía.
Giré en la calle indicada y estacioné frente a la casa de mis padres, ni siquiera entré después del portón, necesitaba arreglar las maletas de Megan de forma rápida y aprovechar ese tiempo. Me sentía realmente emocionada por tener esos días de descanso necesitaba aprovecharlos al cien por ciento.
Cuando entré ella salió de la sala y se disparó a mis brazos.

-Mamá.
La cargué por todo el lugar.

-Hola bebé ¿Como estás?

-Quiero ir con mamá Lauren, ya. Exigió haciendo un gesto demasiado gracioso, me hacía recordar a Lauren.

-Lo haremos, pero antes debes ayudarme a ordenar tu maleta por que estarás con Mike y Clara el tiempo en que mamá se recupera, ella estará con nosotras muy pronto.
Toque su naricita y la dejé en el piso para que me ayudara a empacar. Mi madre nos encontró en medio movimiento y le expliqué el trato que tenía ahora con Lauren, sobre Megan y los días que ahora debía pasar con sus otros abuelos. No sé opuso pero sé puso triste al saber que su nieta ahora dejaría de estar en casa.

-Puedes visitarnos después, yo espero que en una semana Lauren se encuentre mucho mejor, podré invitarlos a cenar a ti y a papá.
Asintió y despidió a mi niña con un beso en la mejilla y un abrazo. Mi pequeña rió al recibir tanto cariño.

-Cuídate mucho princesa, prometo pasar algunas hora contigo en la semana.

-Si abuelita. Si algo había salido bien esos días era mi plan de que Megan conociera un poco a mis padres, que existiera esa confianza, por que finalmente eso me ponía a mi con ellos en una mejor relación, en realidad en la mejor forma de comunicarnos.

Una hora después aproximadamente, Megan saltaba tomada de mi mano en la entrada del hospital. Estaba ansiosa por ver a Lauren.
Me pidió que la tomara en brazos antes de entrar y para mi sorpresa miré como Lauren estaba sentada en la cama. Se miraba mucho mejor que hace días. Sonrió al vernos llegar.

-¿Ya no estás enojada con mamá?
Megan preguntó a Lauren en cuanto entramos las dos. Mike y Clara soltaron una risa divertida. Decidieron darnos unos minutos a las tres juntas.

-Ya no mi amor, tu mamá y yo hemos hablado un poco ayer y te prometí que estaría todo bien.
Besó sin cansarse la mejilla de Lauren. Le sobo el abdomen tiernamente con sus manitas e intento cantarle una canción. Yo no podía dejar de verlas.

-¿Te duele?

-Un poco si. Se quejó Lauren bromeando. Megan le dió más besos medicinales.

-Mamá Camila, yo soy pequeña, tal vez tus besos sean mejor con los míos. Sonreí y me acerqué para besar a Lauren en los labios. Un besó suave.
Las dos sonreímos bobamente esperando a que Megan se quejará pero no dijo nada. Se abrazó a nuestro cuello.
La siguiente hora juntas vimos como nuestra pequeña caía rendida junto a Lauren. Ahí se había acurrucado, recargada en el brazo de Lauren y con mis manos en su cabello.

-Es tan linda. Dijo Lauren después de un rato de silencio.

-Demasiado.

-Ya quiero irme a casa con ustedes. Sonrió.

-Yo ya quiero que estes con nosotras pero debes recuperarte por completo mi amor.
Besó mis labios.

-Tengo tantas ganas de estar contigo en una a cama, a solas. Levantó sus cejas jugando y me hizo sonrojar. Yo también la extrañaba de esa forma. -Oye, también quiero decirte que pensé mucho en lo nuestro, quiero decir, seamos una familia Camila, tu, Megan y yo y los que vengan ¿Sabes de que hablo?
Mis ojos se ampliaron.

-¿Quieres tener otro hijo? Soltó una carcajada. Pero negó un par de veces antes de apretar mis manos contra su pecho.

-Se que apenas nos mudamos juntas pero quiero casarme contigo, que sea oficial.
Asentí feliz y le dejé un beso tierno.

-Yo también lo quiero.

-Bien. Dijo y sonrió.

-Bien. Contesté y sonreímos una a la otra. Aunque algo más comenzó a entrar a mi cabeza, se acercaba noche buena y navidad y con todo del accidente no tuvimos tiempo para pensarlo.
Quería pasarla junto a las dos.
-Lauren, hay otra cosa, es 21 y falta poco para Navidad. Asintió mientras acariciaba la mejilla de Megan.
-¿Quieres hacer algo?

-Quiero estar con ustedes solamente...escucha normalmente Megan y yo viajábamos con una tía abuela de mi padre, a unas cuantas horas de la ciudad, pero ahora pensaba más en algo de nosotras ¿Tu puedes?

-Si, mis padres salen de viaje el 24, pasan un día en la playa en Miami o se van a alguna otra parte, yo no estoy acostumbrada a pasarla con ellos y además bueno...los últimos años siempre estuve ocupada.
Sus ojos me miraron triste. Sabía que no había sido el mejor tiempo para mi, todos los recuerdos pasados eran de mi estando sola para esas fechas importantes.

-Bien pues prepárate por que Megan se pone muy especial para estar fechas, debes comprar regalos y me gustaría acompañarte pero creo que no podré. Le di la razón. -¿Crees tener listo para entonces?

-Claro que si, yo me encargaré.
De a poco me contó las cosas que tenía para navidad en casa, debía decorar en tiempo récord y pensar sobre la cena de ese día, en los regalos y demás.

PERDÓN POR DEJAR PASAR ESTOS DÍAS SIN PUBLICAR. PASEN BUENA NOCHE.

Cuando te fuiste Donde viven las historias. Descúbrelo ahora